“Jesús quiere que ninguna barrera deje afuera a alguien del banquete del Reino”, afirmó el padre Pablo Molero

jueves, 22 de abril de 2021
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21/04/2021 – En el ciclo sobre discapacidad el sacerdote porteño Pablo Molero junto a la catequista Mirta Krahulac hablaron del vínculo que hay entre el Evangelio y esta temática. Mirta trabaja con personas con discapacidad auditiva y es intérprete de lengua de señas. Comenzó diciendo el padre Molero que “hay que volver la mirada al Evangelio, Jesús también acompaño a las personas con discapacidad. El Señor hizo milagros favoreciendo a esas personas para lograr sacarlas de la situación de exclusión a la que se los sometía. En aquella época se pensaba que la discapacidad era un castigo divino por el pecado de sus padres y hasta de ellos mismo”.

“Jesús no curó a todas las personas con discapacidad, sino que buscó su inclusión. El Señor quiere que no haya barrera, restricción o prejuicio que deje afuera a alguien del banquete del Reino. Lamentablemente en la historia de la Iglesia ha pesado más la ignorancia que el mismo evangelio y lo que Jesús nos enseñó. Tenemos que trabajar para revertir esto. Tenemos que ser firmes en este propósito”, resaltó el sacerdote de la arquidiócesis de Buenos Aires.

“En los inicios yo no estaba en el servicio de  intérprete de lengua de señas en las misas de la ciudad de Buenos Aires. Todo surgió por pedido de una persona sorda. Buscamos que estas personas participen activamente de la liturgia, de la Eucaristía dominical. Vimos cómo fue creciendo la participación de personas de esta comunidad y también en la catequesis”, sostuvo Mirta. “Todos pueden tomar la comunión, la discapacidad no es un impedimento para recibir el sacramento y menos para ser catequizado. Fuimos abriendo puertas y sacando prejuicios”, agregó Pablo.

Dijo también Krahulac: “Antes de que haya intérpretes en las misas, ellos copiaban a sus familiares que los llevaban, pero no comprendían el mensaje, no podían recibirlo. Aun cuando se daban cuenta de la importancia de participar de la Eucaristía o de los sacramentos, no podían”. Y expresó Molero: “Je je, yo hasta tartamudeo hablando lengua de señas, soy caradura y la comunidad sorda es muy paciente conmigo. Yo me metí en esto porque sentía que tenía que hacerlo. Lo bueno es que algunos sacerdotes se preparan para esto. Igual todavía hay mucho voluntarismo y falta sistematizar esta formación en lengua de señas”.

“El papa Francisco dice que hay que tener una actitud permanente de inclusión de los demás. Y esto implica recursos necesarios para que haya políticas inclusivas”, cerró el sacerdote. Quienes quieran contactar a la comunidad sorda pueden buscar en la página de facebook “Pastoral de Sordos Católicos de Argentina” o escribir al correo electrónico [email protected]