07/09/2022 – Esta semana el padre Francisco Palacios nos trajo el pasaje del Evangelio donde se relata el encuentro de Jesús con un hombre sordo y mudo:
“Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis. Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos. Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua. Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: «Efatá», que significa: «Ábrete». Y enseguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente. Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban y, en el colmo de la admiración, decían: «Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos»” (Marcos, 7 – 31-36).
“De los cuatro Evangelios, el de Marcos es el más breve, no obstante, no deja de ser descriptivo y atrayente en su propuesta literaria. En este Evangelio vemos a Jesús que sana, enseña, libera y alimenta”.
“En su caminar le presentan a Jesús un sordomudo… ¿Cómo será su actitud, tan hermosa que, aun a los que son de religiones diversas, él los recibe y acoge”.
“Jesús está liberado de prejuicios porque pone a la persona en primer lugar. No se deja vencer por un estigma cultural.”
Te invitamos a escuchar le programa completo junto al padre Francisco Palacios en el audio que acompaña esta nota