29/07/2022 – Continuamos en nuestro ciclo “Los encuentros con Jesús”, junto al padre Francisco Palacios, párroco de la Parroquia Nuestra Señora Madre de Dios y Madre de la Iglesia de Barrio Las Palmas, en Córdoba. En esta oportunidad nos detuvimos en el encuentro de Jesús con la mujer cananea.
El Padre Francisco nos hizo un contexto histórico, cultural y religioso que dio marco a ese encuentro. Partimos del Evangelio de San Mateo donde se nos relata ese momento:
“Saliendo Jesús de allí, se retiró a la región de Tiro y de Sidón. Entonces una mujer cananea que había salido de aquella región, comenzó a gritar: «Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada».Pero Él no le contestó nada. Y acercándose Sus discípulos, le rogaban: «Atiéndela, pues viene gritando tras nosotros».Y Jesús respondió: «No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel».Pero acercándose ella, se postró ante Él, diciendo: «¡Señor, ayúdame!».Y Él le dijo: «No está bien tomar el pan de los hijos, y echárselo a los cachorros ». Ella respondió: «Sí, Señor; pero también los cachorros comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos».Entonces Jesús le dijo: «Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas». Y su hija quedó sana desde aquel momento.” (Mt 15,21-28)
“Jesús y la mujer están en salida y se encuentran en un territorio distinto uno del otro. La mujer, motivada por la necesidad y urgencia que la hacen sufrir, grita contando el motivo”, señaló el padre Francisco.
“Ella es consciente de su situación y frente a Jesús la acepta y pide. No pide el pan sino ‘unas migas’. El corazón de Jesús se enternece y a esta mujer la transforma en una alabanza cuando le dice: «Oh mujer, grande es tu fe», la ennoblece, dignifica, la hace poner de pie”.
Podés escuchar el programa completo en el audio que acompaña esta nota.