Joven ¿cómo liberarte?

lunes, 10 de mayo de 2021

10/05/2021 – Esta semana en el ciclo “Me encanta la familia” abordamos el tema del deseo de libertad que tienen los jóvenes y cómo alcanzar esa libertad dentro de la familia.

“La pasión de todo ser humano es vivir en libertad y el anhelo más profundo es amar y ser amado”, comenzó diciendo Enrique Soros.

“Hay una fórmula que nos ayuda a encontrarnos con nosotros mismos y a apuntar a lo más importante que tenemos en la vida. Quien tiene una vinculación sana con otras personas tendrá una vinculación sana con Dios. Lo humano nos ayuda a acercarnos un Dios real que nos ama”.

“Lo más importante, dentro de nuestras listas de prioridades a nivel humano (familia, amigos, trabajo, parroquia, etc), es la familia. Cuando ponemos todas las cartas en la familia vamos a tener las posibilidad de hacer todo lo demás que queramos en la vida. Podremos cumplir nuestra vocación.”

“La tarea más importante de todo ser humano y, especialmente del joven, es encontrar para qué vive en este mundo, cual es su misión y su vocación y en ese proceso hay que preguntarle a Dios y saber que lo primero que Dios quiere es conquistar mi corazón. Me quiere como soy y también, a través de los afectos lo vamos descubriendo”.

Descubrir la voluntad de Dios

Enrique Soros destacó que hay 3 caminos que nos ayudan a descubrir qué es lo que Dios quiere para cada uno de nosotros:

La voz del alma: preguntarme ¿qué me dice esta frase el Evangelio a mí?, ¿qué me dice este accidente? ¿Qué me dice esta falta de entendimiento con mis padres? ¿Qué me dice Dios? ¿Qué siento en mi corazón auténticamente? Si no salimos de nuestra zona de confort no podremos hacerlo. Hay que preguntarle a Dios y estar abiertos, porque Dios nos quiere libres y felices.
La voz del tiempo: está conectado a lo anterior y es el ir descubriendo lo que pasa en la sociedad y cómo yo voy a responder. Es la vocación. La vocación es amar y servir. Todos nacemos para amar y servir. Si no amamos y servimos al otro no podemos cumplir con nuestra vocación.
La voz del ser: es lo objetivo de cada valor. Lo que nos pone Dios en ese ser: si estoy de novio, seré fiel, por ejemplo. Y así forjaré mi personalidad.