05/08/2021 – En el ciclo de esta semana de “Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia” seguimos recorriendo el capítulo 8 de la Exhortación Apostólica «Cristo Vive» del Papa Francisco dedicada a los jóvenes. Esta serie de puntos abordan el tema de la “Vocación”.
En este programa nos detuvimos, junto al padre Javier Soteras, en los puntos en que el Papa aborda la realidad del amor, la familia y el trabajo en la vida juvenil.
En los puntos 259 y 260 de la Exhortación Apostólica, el Papa Francisco expresa: “Los jóvenes sienten con fuerza el llamado al amor, y sueñan encontrar la persona adecuada con quien formar una familia y construir una vida juntos. Sin duda es una vocación que Dios mismo propone a través de los sentimientos, los deseos, los sueños. Me gusta pensar que dos cristianos que se casan han reconocido en su historia de amor la llamada del Señor y el Sacramento del matrimonio envuelve este amor con la gracia de Dios, lo enraíza en Dios mismo. Con este don se puede partir seguros, no se tiene miedo de nada, se puede afrontar todo, ¡juntos!”.
Sobre esto, el padre Javier dijo que lo que plantea Francisco es toda una apertura a este don del amor comprometido entre varón y mujer. Agregó que el sueño de Dios para un joven es un proyecto, una vida vocacional del matrimonio fundado en Dios.
El Papa continúa diciendo: “Dios nos creó sexuados. Él mismo creó la sexualidad, que es un regalo maravilloso para sus creaturas. Dentro de la vocación al matrimonio hay que reconocer y agradecer que la sexualidad, el sexo, son un don de Dios. Nada de tabúes. Son un don que el Señor nos da. Tienen dos propósitos: amarse y generar vida. Es una pasión. El amor entre un hombre y una mujer, cuando es apasionado, te lleva a dar la vida para siempre. Y a darla con cuerpo y alma.” (CV 261)
“El Papa habla de la sexualidad entendida desde una perspectiva de la Iglesia en un sentido integral e integrador y menciona a la sexualidad en clave de un ‘ella’ y un ‘él’, y no una homosexualidad vincular”, dijo el padre Javier y agregó “recalca los dos fines del don de la vida matrimonial: la unión para que dos sean uno y que, en ese ser uno, se multiplique la vida donada”.
Siguiendo con la Exhortación Apostólica, en el punto 262 expresa Francisco: “El Sínodo resaltó que la familia sigue siendo el principal punto de referencia para los jóvenes. Los hijos aprecian el amor y el cuidado de los padres, dan importancia a los vínculos familiares y esperan lograr a su vez formar una familia. Sin duda el aumento de separaciones, divorcios, segundas uniones y familias monoparentales puede causar en los jóvenes grandes sufrimientos y crisis de identidad. A veces deben hacerse cargo de responsabilidades desproporcionadas para su edad, que les obligan a ser adultos antes de tiempo”
En referencia a lo anterior, el padre Javier resaltó que la mayoría de las figuras que representan las imágenes de publicidades, “son jóvenes con cuerpos espectaculares que atraen y detrás de ello, la idea es vender esas figuras con el ideal de parecerse al modelo”. Asimismo dijo que, hay un desarmado de las figuras de referencia para lograr los fines que se buscan: militarizar la causa a quienes tienen todo el fuego para crecer y desarrollarse”.
“Hoy reina una cultura de lo provisorio que es una ilusión. Creer que nada puede ser definitivo es un engaño y una mentira. Muchas veces hay quien dice que hoy el matrimonio está “pasado de moda”. En la cultura de lo relativo, muchos predican que lo importante es “disfrutar” el momento, que no vale la pena comprometerse para toda la vida, hacer opciones definitivas. Yo, en cambio, les pido que sean revolucionarios, les pido que vayan contracorriente, que se rebelen contra esta cultura de lo provisional que cree que ustedes no son capaces de asumir responsabilidades, que no son capaces de amar verdaderamente. Yo sí tengo confianza en ustedes, y por eso los aliento a optar por el matrimonio”. (CV 264)
Sobre esto, el padre Javier expresó que es un desafío: “Hay vida más allá de la cultura líquida donde todo parece licuarse sin compromiso estable. El Papa Francisco está invitando a reformular en este contexto bastante relativista, un proyecto de vida con otro que no solamente tenga estabilidad sino que sea fecundo”.
Padre Javier Soteras, Director de Radio María
Sobre el tema del trabajo en los adultos jóvenes el Papa Francisco en el punto 268 dice: ““Qué haces para vivir?” es un tema constante de conversación. Para los jóvenes adultos, esta experiencia es muy fluida porque se mueven de un trabajo a otro e incluso pasan de carrera a carrera. El trabajo puede definir el uso del tiempo y puede determinar lo que pueden hacer o comprar. También puede determinar la calidad y la cantidad del tiempo libre. El trabajo define e influye en la identidad y el autoconcepto de un adulto joven y es un lugar fundamental donde se desarrollan amistades y otras relaciones porque generalmente no se trabaja solo.
Hombres y mujeres jóvenes hablan del trabajo como cumplimiento de una función y como algo que proporciona un sentido. Les permite satisfacer sus necesidades prácticas, pero aún más importante buscar el significado y el cumplimiento de sus sueños y visiones. Aunque el trabajo puede no ayudar a alcanzar sus sueños, es importante para los adultos jóvenes cultivar una visión, aprender a trabajar de una manera realmente personal y satisfactoria para su vida, y seguir discerniendo el llamado de Dios”.
A este respecto, el padre Javier dijo que lo que hay que hacer para aprovechar las fuerzas juveniles más poderosas que contamos como sociedad para la transformación de la misma, es brindar oportunidades en el mundo del trabajo ya que, justamente es, “un lugar de desarrollo de la propia dignidad, por eso es bueno adquirir visión”, resaltó.
Te invitamos a escuchar el programa completo al inicio de la nota.