Dialogamos con el teólogo argentino y Arzobispo de La Plata, Monseñor Víctor Manuel Fernández, nuevo Prefecto para la Doctrina de la Fe, sobre el libro de su autoría titulado “Ríos de alabanza – Solo Dios”.
El Padre Tucho, como le decimos cariñosamente, dijo que se enamoró de Dios cuando era adolescente, y agregó que, ya en tiempo de su formación, su inquietud era “divulgar, hacer más popular, más accesible, lo que estudiamos en el seminario en el ‘tratado sobre Dios'”.
Justamente allí reside un punto de encuentro con el nuevo servicio que el Papa Francisco le pide en este tiempo a monseñor Fernández, para conectar la teología con la evangelización: “se trata de tomar de la teología aquello que puede ayudar a entrar en un contacto más personal y rico con el misetrio de Dios y poder adorarlo, alabarlo”, expresó.
“Sabemos que la súplica tiene un enorme valor. La persona que le pide ayuda a Dios está reconociendo que lo necesita a Él”, dijo monseñor. Pero también puede pasar que uno termine encerrado en sí mismo en esa súplica, “allí la alabanza nos pone en contacto con un misterio que nos sobrepasa infinitamente, es entrar en un abismo de hermosura, de gloria, de paz, de fuerza, de Dios, y que Él sea lo importante“.
Cuando uno vive ese momento es posible “encontrar lo que te saca del pozo, de la basura, de lo oscuro, de lo que te falta”. Por eso, dijo el Padre Tucho, “la alabanza te sana, te armoniza internamente, poniendo las cosas en su lugar”.
Rezamos por el nuevo servicio de Mosneñor Víctor Manuel Fernández en el Dicasterio para la Doctrima de la Fe.