En el programa “El Pan Nuestro” iniciamos un nuevo espacio que invita a recuperar la alegría que provoca el encuentro con Cristo vivo. Para animar cada reflexión nos acompaña Sandra Rivero, cantautora católica, psicopedagoga y docente.
05/11/2024 – El tema del primer encuentro nos recordó la invitación que se nos hace a todos a cultivar la alegría como signo seguro de la presencia de Dios en el alma, sabiendo que dicho gozo es también una forma de caminar hacia la santidad. En ese sentido, Sandra invitó a pensar y poner en común distintas figuras de santidad que evocan alegría al conocer su vida e historia.
En el inicio, expresó que la alegría es un llamado que se nos hace a todos, desde el mismo momento en que el Padre nos creó. “La alegría es un signo de Dios en tu vida, y no quiere decir que no haya problemas. No estamos hablando de una alegría superflua, estamos hablando de un fruto del Espíritu. El gozo que uno siente al hablar de Dios, se da a conocer a través de una sonrisa o de gestos de amor”.
Asimismo, recordando el testimonio de distintos santos, Sandra reflexionó sobre el valor de vivir la alegría en las distintas circunstancias de la vida. “El papa nos dice que el santo es capaz de vivir con alegría y con sentido del humor, sin perder el realismo. Si estás viviendo un momento difícil de tu vida, se nos invita a abrazar el aquí y el ahora. Esto implica que podemos estar felices pero también tristes. E implica también tener confianza, como se nos dice en Filipenses, que a pesar de la turbulencia podamos afrontar con alegría lo que estamos atravesando”.
En ese marco hizo referencia a la Exhortación Apostólica del Papa Francisco sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo: Gaudete et exsultate. Allí, sobre la alegría que brota del saberse hijos de Dios se expresa: “hay momentos duros, tiempos de cruz, pero nada puede destruir la alegría sobrenatural, que se adapta y se transforma, y siempre permanece al menos como un brote de luz que nace de la certeza personal de ser infinitamente amado, más allá de todo. Es una seguridad interior, una serenidad esperanzada que brinda una satisfacción espiritual incomprensible para los parámetros mundanos”.
Para ver o escuchar el programa completo accedé al video que se encuentra al inicio