14/06/2021 – En “Familia, caminos de esperanza”, los psicólogos Carla Gerbino y Gastón del Río, especialistas en logoterapia, hablaron de la comunicación familiar. “Este tema es fundamental, tiene que ser una comunicación con sentido. En medio de la pandemia a veces nos sentimos desconectados, nos cuestan los vínculos”, remarcó Gerbino. “Somos seres en relación, seres vinculares, y en la familia se nota más. En la familia adquirimos las primeras herramientas comunicacionales”, agregó Del Río. Carla sostuvo que “hay una diferencia comunicacional entre el varón y la mujer. Los hombres necesitan números, resultados, a diferencia de las mujeres que a la comunicación la trabajan desde otros espacios. Desde el primer segundo en que somos concebidos nos estamos comunicando con nuestra madre en su vientre. Nuestra personalidad se va construyendo desde la comunicación, primero biológica pero después de tipo psicoespiritual. En nuestra primera infancia se van dando sellos de nuestra personalidad, pero nada es acabado ni definitivo”.
Y añadió: “Las flechas las oportunidades y las palabras dejan huella y no se puede volver atrás”. En tanto Gastón dijo: “La presencia comunica, además de las palabras. Los tonos, el lugar y la distancia también comunican. La clave en la comunicación es buscar el encuentro, pero para ello hay que reconocer que el otro es justamente es eso, otra persona. Hay que diferenciar entre hablar solamente o querer comunicarse, que es más profundo”. Exclamó Gerbino: “El objetivo de una comunicación con sentido es poner el foco en las personas que nos rodean. Eso hace que ganemos en confianza, que es fundamental para que el vínculo o los vínculos se fortalezcan. Y no olvidemos que la autoestima está unida a cómo se comunica la persona en su familia. La dinámica familiar tiene que ver con eso. La presencia comunica, pero también la ausencia”.
Finalmente, Del Río manifestó que “todos somos hijos, ese vínculo que tenemos con nuestros padres y lo que vivimos en la primera infancia es muy importante. Pero tengamos en cuenta que las relaciones se van dando a medida que somos, permanentemente vamos siendo una persona con características determinadas. También tenemos que ver la intencionalidad con la que se da la comunicación”. Gerbino expresó que “las familias que nunca discuten no existen. El conflicto es sano, es inherente al ser humano, es propio del desarrollo de cada personalidad en cada familia. Lo importante en el conflicto es que se busque llegar a un acuerdo, que se busque el encuentro. Los padres deben buscar ordenar las familias, integrar la rutina con la espontaneidad. El cuerpo grita cuando la palabra calla, eso se nota cuando aparecen los trastornos y las enfermedades en las personas. “El amor echa afuera el temor”, dice el evangelista Juan en una de sus cartas”.
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