La bienaventuranza del propio camino

07/08/21- “Cuando abrimos nuestros ojos y nuestro corazón, y nos atrevemos a mirar y a sentir por nosotros mismos, podemos descubrir la bienaventuranza del propio camino; es en nuestro propio caminar que está el tesoro. Aquí y ahora tengo la capacidad para desarrollar el potencial inmenso que nos fue regalado”, dijo Ángela Sannuti, Lic. en psicología y tallerista, en un renovado encuentro en el aire de Radio María.

Irradiar nuestra propia luz
“Todos crecimos con la falsa ilusión de que mi bienestar y felicidad dependen de las circunstancias externas, entonces si me siento desdichado, espero que mis circunstancias externas cambien. No es cambiando el exterior que mi vida va a cambiar, sino desarrollando mis dones para que mi vida pueda mejorar y ser más plena. Entonces podemos irradiar nuestra propia luz y disfrutar de la alegría del compartir”.

La vida es una experiencia de aprendizaje transitoria
“Nadie viene a este mundo con el propósito de cometer errores, ni de sufrir y de fracasar, pero ¿por qué nos equivocamos, sufrimos y fracasamos? Porque crecemos y evolucionamos aprendiendo, algo tan simple y a la vez tan resistido. Nadie nada sabio ni maduro, hay que desarrollarlo; y esa es la tarea. El verdadero reto de la vida es aprender por nosotros mismos y dejar de resistirnos a lo que la vida nos trae”.

Amar la vida
“Amar la vida es aprender a estar en la vida cotidiana y disfrutar con lo que soy, con lo que tengo y con quienes me rodean, valorando su presencia. Si vivo defendiéndome de los otros o vivo resistiéndome a lo que la vida me presenta, estoy retirándome de la vida. Más maduramos, más evolucionamos, más amamos la vida en todas sus expresiones. Quien ama la vida es el mejor amigo de sí mismo y se vuelve amigo de todos y de todo. Amar es valorar, es respetar y agradecer todo lo que nos fue dado”.

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