14/11/2017 – La elaboración del duelo por la muerte de un ser querido es un largo proceso de revisión interior. El Padre Mateo Bautista, máster en Pastoral de la Salud y Licenciado en Teología Moral y Espiritual, acompaña ese proceso cada lunes, en el programa “Hoy puede ser”.
“Los duelos nos ponen en crisis porque cuestionan nuestra cosmovisión, el sentido de la vida. Luego de un sufrimiento existencial crítico nos preguntamos porqué estamos en este mundo, quiénes somos, para qué hemos sido creados, que hay después de la muerte”, dijo el sacerdote al principio de la charla.
“Desde nuestra visión trascendental de la vida, las personas son un don, no son cosas. No somos propietarios de los demás. Cuando nos creemos dueños de los otros generamos apego. El apego es la causa más profunda de nuestro sufrimiento”.
Por eso, es importante hacer un camino del duelo desde un amor sano, purificado y maduro. El amor saludable está compuesto por tres elementos: la pasión, la razón y los valores. “La clave del duelo es el amor sano y purificado; cuando no vivimos un amor con pasión, con lógica y con valores estamos en el apego. Tenemos que tener un corazón que piense y una mente que ame”, afirmó el Padre.
Por otra parte, en el proceso de duelo hay que salir del egocentrismo, del lugar de víctima. En este sentido, el especialista expresó: “Al principio, es normal si lloro todo el tiempo, hay necesidad de las lágrimas; pero si no me dejo ayudar, sigo en mi ensimismamiento. Pero Dios no quita al ser querido, Dios lo recibe. Nuestro ser querido esta en el amor, gozando de la plenitud de Dios y yo tengo que participar en ese amor, haciendo un proceso de desapego”.
Finalmente, el Padre dijo: “El duelo no es para dejar de amar, si no para amar purificadamente; no es para olvidar a los seres queridos si no para vivir con ellos desde la plenitud del amor de Dios”.
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