La compasión de Dios

martes, 8 de enero de 2019
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08/01/19.- Como la multitud busca a Jesús, también nosotros lo buscamos. Dicen que al desembarcar vio mucha gente y “sintió compasión de ellos” y curó a sus enfermos. Es esa gente que cuando supo que el Señor iba cruzando el lago, salieron de las ciudades, porque lo buscan para escuchar sus palabras al igual que nosotros que lo buscamos porque hoy queremos escucharlo. Lo buscan para curar sus heridas, como también nosotros necesitamos que Él nos sane. Lo buscan para recibir el perdón de sus pecados, como también nosotros necesitamos ser perdonados por Él.

Y Jesús, fiel a su misión no posterga el encuentro, los atiende pacientemente, los escucha, los cura y los consuela. Está todo el día con ellos, casi con una actitud de olvidarse de él, dejando de lado su propio interés para escuchar la necesidad de aquellos que lo buscan. Lo mismo hace con nosotros, Él está interesado en cada uno de nosotros.

El corazón compasivo y el gesto solidario de Jesús nos rebelan el rostro del Dios padre y Pastor, rico en misericordia.

Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.
Como se había hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron: “Este es un lugar desierto, y ya es muy tarde.
Despide a la gente, para que vaya a las poblaciones cercanas a comprar algo para comer”.
El respondió: “Denles de comer ustedes mismos”. Ellos le dijeron: “Habría que comprar pan por valor de doscientos denarios para dar de comer a todos”.
Jesús preguntó: “¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver”. Después de averiguarlo, dijeron: “Cinco panes y dos pescados”.
El les ordenó que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde,
y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta.
Entonces él tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente.
Todos comieron hasta saciarse,
y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado.
Los que comieron eran cinco mil hombres.

Mc.  6,34-44.