La crisis: parte del proceso de crecimiento vital

09/11/2020 – Esta semana, en “La alegría de ser familia”, el padre Luis Albóniga nos invitó a reflexionar en torno a las crisis familiares y personales:

“La vida es un gran misterio. Es como un tejido de experiencias, un entramado de vínculos, y esas experiencias se vinculan con momentos de profunda dicha, momentos de dificultad, momentos de dolor y también con situaciones traumáticas y de crisis”, comenzó diciendo el padre Luis.

El Papa Francisco comienza su Exhortación apostólica sobre la Alegría del amor, diciendo:

“La Biblia está poblada de familias, de generaciones, de historias de amor y de crisis familiares, desde la primera página, donde entra en escena la familia de Adán y Eva con su peso de violencia, pero también con la fuerza de la vida que continúa (cf. Gn 4), hasta la última página donde aparecen las bodas de la Esposa y del Cordero (cf. Ap 21,2.9). Las dos casas que Jesús describe, construidas sobre roca o sobre arena (cf. 7,24-27), son expresión simbólica de tantas situaciones familiares, creadas por las libertades de sus miembros, porque, como escribía el poeta, “toda casa es un candelabro” (AL 8).

En este sentido el padre Luis dijo que “en toda crisis algo nuevo se está gestando. Ese es el gran desafío, descubrir lo nuevo y no quedarse agarrado a las mortajas de lo viejo. Y así es, las crisis pueden sorprendernos en el ámbito de lo persona, a raíz de un cambio, de una situación traumática, de una enfermedad, una pérdida, un engaño, una traición, un nuevo trabajo, un nuevo lugar de residencia”.

“Cuando nos animamos a asumir nuestras crisis, nuestras pruebas, personales y familiares, siempre termina ensanchándose el corazón, adquirimos más sabiduría, más capacidad de amar”

El padre Albóniga nos animó a “reconocer, discernir y elegir, abriendo la mente y el corazón a Dios, al fuego de Jesús, a su amor. Y esto hace que el proceso de crisis, aunque doloroso, sea en esperanza. Porque como dice San Pablo:  “En todo vencemos fácilmente por aquél que nos amó” (Rm 8)

María sigue haciendo hoy con nosotros como hizo con Jesús… se acerca y nos consuela, nos acompaña y nos recuerda que Él hace nuevas todas las cosas.

Te invitamos a escuchar el audio completo del programa al inicio de esta nota

 

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