En este sentido el padre Javier expresó que «la escuela no solo debe enseñar materias duras, sino también involucrarse en la realidad social y cultural de los estudiantes para ser una fuente transformadora. La educación pública brinda oportunidades de ascenso social y valores compartidos, promoviendo la inclusión y apertura a otros mundos posibles».
«Es importante que los educadores tengan empatía, amor, comprensión y valoren la educación integral para acompañar a los niños en su formación. La formación católica en las escuelas es fundamental para transmitir la fe de manera auténtica».
«La educación debe destacar la dimensión ética y religiosa para activar el dinamismo espiritual del individuo y ayudarlo a alcanzar la libertad ética. Es fundamental confrontar los valores del colegio con la cultura para despertar el espíritu crítico y promover una libertad amplia».
Podés ver el programa completo en el video que acompaña esta nota