La envidia mata

miércoles, 15 de junio de 2022

13/06/22 – Junto al Padre Mateo Bautista, sacerdote camilo; hemos iniciado un nuevo ciclo sobre elaboración del duelo, sobre la base de las heridas que provocan los pecados capitales. “Hay una definición de pecado muy interesante: el pecado te acecha. Pero también hay una nota de optimismo: tu puedes dominarlo. Por eso los pecados capitales se pueden y se deben dominar”.

En esta oportunidad, trabajamos sobre el texto del Génesis, donde Caín mata a su hermano Abel. Caín se moría de envidia porque el Señor aceptaba los sacrificios del justo Abel, en cambio no aceptaba las ofrendas de Caín por no ser justo. “Si el envidioso se muere de envidia, como Caín, termina matando”.

 

¿Qué mata la envidia en una persona?

La envidia mata al envidioso. Se da muerte a sí mismo en cada acto de envidia. Los pecados capitales son un auto asesinato poco a poco.

La envidia mata al envidiado ¿cómo? con el pensamiento, con la mirada, con el deseo y literalmente la envidia llega a matar físicamente al otro.

La envidia mata la paz interior y la serenidad. El envidioso si no tiene guerra, no tiene paz.

La envidia mata la belleza de la persona. “Que fea es la envidia”, dice el dicho. Las personas envidiosas se vuelven feas físicamente.

La envidia mata la felicidad y el gozo. El envidioso no puede disfrutar.

La envidia mata el estímulo. La envidia se fija en el otro, no en mi propio estímulo. Por eso baja la autoestima.

La envidia mata la transparencia. La envidia es muy hipócrita. Sabe disimular.

La envidia mata la comunión entre las personas.

La envidia mata la amistad. Muchas amistades se rompen por pura envidia.

La envidia mata la verdad. Porque detrás de la envidia está la mentira y el doblez.

La envidia mata el espíritu. Mata la nobleza y la sencillez de espíritu. Mata la alegría espiritual.

 

¿Tiene remedio la envidia?

“La contracara de los pecados capitales son las virtudes. La otra cara de la envidia es el amor, la caridad, en pensamientos y actos. El amor goza con el bien de los demás, se entristece con la desgracia ajena. El amor todo lo espera, todo lo soporta. Solamente si ponemos amor en nuestras intenciones, en nuestros actos y pensamientos; podremos ir matando la envidia. Por ello necesitamos de la gracia de Dios y de la comunidad”, dijo el Padre Mateo.

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