19/06/2024 – El pasado 14 de junio, el papa Francisco participó en la Cumbre del G7, el grupo de los países más desarrollados, cuyos mandatarios se reunieron en Italia. Dedicó su intervención a un tema que debería preocuparnos a todos: la Inteligencia Artificial.
Al respecto, el Papa dijo: “No puede haber inteligencia artificial, sin ética y sin política”. El Papa dijo que la IA es un “instrumento poderoso”, pero advirtió que, para su uso, debe mediar la “sana política” y criterios éticos puestos al servicio de la humanidad.
Señaló que la Inteligencia Artificial es vista como una manifestación del potencial creativo dado por Dios a los humanos, un instrumento poderoso que ya afecta diversos aspectos de la vida humana, desde la medicina hasta la política.
Aunque ofrece grandes posibilidades, la inteligencia artificial también genera temores por sus potenciales consecuencias negativas, como la exacerbación de desigualdades y la erosión de la identidad humana.
La rápida evolución tecnológica de la inteligencia artificial promete transformaciones profundas en la sociedad, y plantea desafíos éticos cruciales sobre el control humano, la equidad y el impacto global.
A diferencia de herramientas simples, la inteligencia artificial puede tomar decisiones autónomas, lo cual plantea la necesidad de preservar la capacidad humana de decidir y la dignidad inherente a cada persona.
A pesar de su sofisticación, la inteligencia artificial sigue limitada por sus algoritmos y depende de datos estructurados numéricamente, lo cual puede llevar a sesgos y errores sistemáticos.
Para mitigar riesgos y maximizar beneficios, se enfatiza la importancia de una regulación ética y política robusta, que asegure que la inteligencia artificial se use en beneficio humano y respetando la dignidad de las personas.
Como resumen, el Papa ha dicho que “las grandes innovaciones, para ser verdaderamente útiles a la humanidad, deben tener una gestión cuidadosa, una gestión ética”.
Dialogamos con el Rabino Fishel Szlajen, especialista en bioética, miembro de la Comisión Pontificia para la Vida.
Podes ver el informe completo en el reproductor de videos ubicado bajo el título.