“La eutanasia es un crimen contra la vida”

martes, 22 de septiembre de 2020

22/09/2020 – Este martes, 22 de septiembre, en la Sala “Juan Pablo II” de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ha tenido lugar un conferencia de prensa para la presentación la “Carta Samaritanus bonus” sobre el cuidado de las personas en las fases críticas y terminales de la vida, redactada por la Congregación para la Doctrina de la Fe.

La carta comienza recordando que el Buen Samaritano, que deja su camino para socorrer al enfermo, es la imagen de Jesucristo que “encuentra al hombre necesitado de salvación y cuida de sus heridas y su dolor con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza”.

En la “Carta Samaritanus Bonus”, la Congregación para la Doctrina de la Fe remarca el apoyo y la esperanza con el que  la Iglesia mira la investigación científica y tecnológica, viendo en ellas una oportunidad favorable de servicio “al bien integral de la vida de la dignidad de todo ser humano”. No obstante, precisa que estos progresos de la tecnología médica “no son determinantes por sí mismos para calificar el sentido propio y el valor de la vida humana”.

Tanto es así que “todo progreso en las destrezas de los agentes sanitarios reclama una creciente y sabia capacidad de discernimiento moral para evitar el uso desproporcionado y deshumanizante de las tecnologías, sobre todo en las fases críticas y terminales de la vida humana”.

Por otro lado, la complejidad de los sistemas sanitarios contemporáneos pueden “reducir la relación de confianza entre el médico y el paciente a una relación meramente técnica y contractual, un riesgo que afecta, sobre todo, a los países donde se están aprobando leyes que legitiman formas de suicidio asistido y de eutanasia voluntaria de los enfermos más vulnerables”, subrayan.

Alertan en el documento que “estas leyes niegan los límites éticos y jurídicos de la autodeterminación del sujeto enfermo, oscureciendo de manera preocupante el valor de la vida humana en la enfermedad, el sentido del sufrimiento y el significado del tiempo que precede a la muerte. El dolor y la muerte, de hecho, no pueden ser los criterios últimos que midan la dignidad humana, que es propia de cada persona, por el solo hecho de ser un “ser humano”.

Ante tales desafíos, el documento “Samaritanus Bonus” intenta iluminar a los pastores y a los fieles en sus preocupaciones y en sus dudas acerca de la atención médica, espiritual y pastoral debida a los enfermos en las fases críticas y terminales de la vida.

 

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