25/05/2018 – Compartimos la catequesis del día junto al padre Javier Soteras.
Jesús fue a la región de Judea y al otro lado del Jordán. Se reunió nuevamente la multitud alrededor de él y, como de costumbre, les estuvo enseñando una vez más. Se acercaron algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le plantearon esta cuestión: “¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer?”. El les respondió: “¿Qué es lo que Moisés les ha ordenado?”. Ellos dijeron: “Moisés permitió redactar una declaración de divorcio y separarse de ella”. Entonces Jesús les respondió: “Si Moisés les dio esta prescripción fue debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio de la creación, Dios los hizo varón y mujer. Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre, y los dos no serán sino una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido”. Cuando regresaron a la casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre esto. El les dijo: “El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra aquella; y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, también comete adulterio”. San Marcos 10,1-12
Jesús fue a la región de Judea y al otro lado del Jordán. Se reunió nuevamente la multitud alrededor de él y, como de costumbre, les estuvo enseñando una vez más. Se acercaron algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le plantearon esta cuestión: “¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer?”. El les respondió: “¿Qué es lo que Moisés les ha ordenado?”. Ellos dijeron: “Moisés permitió redactar una declaración de divorcio y separarse de ella”. Entonces Jesús les respondió: “Si Moisés les dio esta prescripción fue debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio de la creación, Dios los hizo varón y mujer. Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre, y los dos no serán sino una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido”. Cuando regresaron a la casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre esto. El les dijo: “El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra aquella; y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, también comete adulterio”.
San Marcos 10,1-12
La enseñanza que hoy queremos compartir tiene que ver con lo que el Papa Francisco nos acerca a través de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, como camino a recorrer en la espiritualidad matrimonial, desde salmo 128.
El Papa se centra en los versículos de los versos del 1 al 6 introduciéndonos en la espiritual matrimonial para ahondar en lo que hoy nos planeta el evangelio como proyecto de origen, es decir que el hombre y la mujer, unidos en un misterio de amor lleguen a ser una sola carne.
La biblia está poblada de historias de amor y de crisis familiares.
Que este día de la Patria podamos refundar nuestra nación desde ésta mirada renocada de la vida familiar, podríamos preguntarnos ¿Qué aporte podemos dar desde nuestra familia?
La familia, fundamento de la Patria, llamada a ser nueva, para hacer nueva nuestra nación.
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