08/10/2015- En la tarea de educar se nos viene a la mente, el maestro, el profesor, el catequista. Pero es poco frecuente mirar a los padres como los principales educadores. Como sociedad, a veces dejamos la responsabilidad en educar a nuestros niños y jóvenes al Colegio; y nos olvidamos que la educación comienza en casa.
En los últimos tiempos la labor del docente aparece poco apreciada y agradecida. Se ve y siente la poca tolerancia hacía lo que hacen, con frecuencia se les recrimina y hasta a veces son maltratados. Generalmente recae en ellos tareas que son esencial de la familia, como la enseñanza de modales y valores que ayudan a los chicos a crecer como personas.
En dialogo con el Dr. Enrique Orchansky, especialista en Pediatría, reflexionamos el gran labor que hacen los docentes, que se encuentran con jóvenes que tienen un gran rechazo hacia el Colegio, docentes que ven con frecuencia niños y jóvenes con sentimientos de soledad, por la ausencia de los padres.
“Los chicos están perdiendo un poquito de firmeza en la autoridad en esta jerarquía que se establece entre adultos y niños. Parece que el límite lo están marcando algunos factores externos: los adultos están muy preocupados en que envejecer es feo, están muy preocupados pidiendo que el cuerpo no cambie y le dicen a los chicos que crezcan; están frente al espejo buscando no tener canas y a la vez le dicen al chico “madurá”. Es un contrasentido” comentó el especialista.
Además, habló específicamente de la autoridad. “Otro aspecto es la terciarización que se hace de la autoridad. En mi consultorio permanentemente los padres me piden que les diga yo que no coman tantos caramelos… o ¿Escuchaste, el doctor dijo que no mires tanta televisión?. ¿Y los padres dónde están? Esa caída que tiene que ver muchas veces por la ausencia, a veces por el interés de hacerse amigos de los chicos y perder la firmeza amorosa que debe reinar en la educación familiar, también se traslada a los maestros. Los maestros reciben una mochila pesada estos días, reciben a muchos chicos que no tienen educación. Aclaremos lo términos, la escuela enseña la que educa es al familia. Y un chico no puede ir no educado a una escuela. Hay muchos padres que mandan a sus chicos a la escuela para que la Seño les enseñe modales, les enseñe a limpiarse la boca, a decir “gracias”… que les enseñe todo eso que los padres no pueden”.
El pediatra comentó que “la familia debe ser la primera educadora, de esta manera colaboramos con la enseñanza que brindan los docentes, y así el resultado sería distinto. Tendríamos niños menos enfermo y jóvenes con aspiraciones a cumplir sus sueños y un futuro mejor”.
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