La fiesta de la Pascua

miércoles, 1 de junio de 2011

A muchos nos pasa que la alegría de la Pascua queda en el domingo de Resurrección y después se va. Sin embargo tenemos 50 días para celebrarla. ¿Por qué nos cuesta tanto vivir en fiesta?
 Conversamos con Pablo Martinez, catequista y músico

Este y muchos otros contenidos juveniles encontralos en www.oleadajoven.org.ar  La propuesta de Radio María para los jovenes

Carta de Juan Pablo II  para vos


¡Mi querido amigo!*
 
Quien quiera que seas, cualquiera que sea tu condición existencial, Dios te ama. Te ama totalmente. Dios te conoce personalmente; sabe tu nombre, te sigue, acompaña y camina con vos cada día.
 
No temas responder generosamente a Su llamado, a todo lo GRANDE que sueña para vos.
 
Sí, lo sé, no es fácil: sé que te enfrentas al sufrimiento: la soledad, los fracasos, los miedos y las desilusiones. Pero tené la certeza que en éstos momentos no estás solo. Jesús está ahí a tu lado junto a Su Madre, ¡a tu Madre! Y si Él está con vos, ¿por qué tener miedo? Aunque parezca muy oscuro el horizonte de la humanidad, hoy celebrás el triunfo esplendoroso de la alegría pascual.
 
No cedas al desaliento y a la desconfianza: ¡Cristo ha resucitado; Cristo está vivo; realmente presente en el sacramento de la Eucaristía! Él ha resucitado, y con Él resucite tu esperanza.
 
Y aquí siempre, está tu libertad de elegirlo o no, pero aún así Él no deja de elegirte.
 
La vida no tiene sentido sin Jesús: sólo Jesús conoce tu corazón, tus deseos más profundos… sólo Él puede colmar tus aspiraciones; Él no sólo da Vida sino que ES la Vida.
 
Por eso, te invito a ser valiente y ser el joven de las bienaventuranzas, a vivir el Evangelio, a construir tus días en Dios, es decir en el amor y así el tesoro que siembres permanecerá. Si así lo haces, serás feliz porque se es feliz por lo que se Es, no por lo que se tiene: la felicidad está en darse sin límites.
 
Te invito a la desafiante y bella aventura de ser santo: ¡sí, no tengas miedo de ser santo! Animáte a ser constructor de un mundo mejor, a ser apóstol y a no tener miedo de hablar y a obrar como Jesús porque Él es siempre la respuesta ante las búsquedas del hombre.
 
¡No temas abrirle de par en par las puertas de tu vida a Cristo!
 
¡Yo lo hice, y soy eternamente feliz!
 
tu amigo, Juan Pablo
 
 
 * Dichas lineas de Juan Pablo II son fruto de una recopilación y adaptación de sus frases compartidas en distintas oportunidades como Pascua, JMJ y diversos encuentros en el mundo.

 

 

Pascua de Resurrección

Mili: estamos en comunicación con Pablo Martínez. Él es catequista, es músico, además es un amigo de la casa; mucha de su buena música sale, por Radio María.

Es un gusto compartir con vos esta noche Pablo.

Pablo: hola Mili, hola a todos los amigos de La Oleada. Es una alegría poder estar junto a ustedes, y Feliz Pascua!

 

Mili: muchísimas gracias y Felices Pascuas, para vos también. Pablo estábamos compartiendo en esta noche, el tema de La Pascua… todo muy lindo, La Semana Santa, el Domingo de Pascua… y por ahí sucede algo, por ejemplo, me peleo con alguien, o me retaron o lo que sea.. y se me fue toda la Gracia de la Pasua para cualquier lado!!. Y? Tengo que esperar, La Pascua del año que viene?

 

Pablo: sí, a todos nos pasa algo similar .Estuve pensando que significado tiene LA Pascua, para nosotros, porque como a los apóstoles, a nosotros también nos deja bastante asombrado. Nadie vio La Resurrección, a quien vieron es  a  Jesús Resucitado y ÉL nos invita a creer. Un acontecimiento que nos transforma.

Comparto una experiencia, el domingo de Pascua, todos nos saludamos diciendo: “Felices Pascuas”.

En el FACE dejé escrito: “Felices Pascuas”, y un ex alumno me contestó, “ya pasó”, como que me había quedado tildado y pensé: “qué? que pasó?”. Me cuestioné: “qué hicimos de La Pascua?”… un domingo más, como un cumpleaños, una fiesta que ya pasó y ya está!? y ahora hay que volver a la realidad. Si la realidad es la que está transformada por La Pascua.  Me pregunté: ¿qué estamos haciendo con nuestras celebraciones? Pero la pascua es una cuestión de todos los días.


Mili: es tan grande el Misterio que se celebra que La Iglesia piensa cincuenta días para celebrarla y nos queda chico aún.

Pablo: Pascua es cada día, por ejemplo, cuando nos confesamos y volvemos ala vida, o cuando un miembro se incorpora a La Iglesia, por medio del Bautismo y es hijo de Dios, Pascua es cada vez que  nosotros nos  unimos al cuerpo y sangre de Cristo Jesús, y lo recibimos. Algún día nosotros vamos a vivir nuestra propia Pascua, nuestro propio paso, hacia el Señor, hacia el cielo.

 

Mientras tanto nuestra vida está llena de Pascuas. Lo lindo es que cada uno de nosotros vaya viviendo esas pascuas, como un plus en la vida de cada uno. No hace falta que sea dentro de determinados días, sino que cada instante de mi vida pueda ser una Pascua.


 Leo: Buenas Noches, te habla, Leo (Martín: Buenas noches). Comentábamos recién con Mili, lo siguiente: también los que estuvieron más cerca de Jesús histórico, de Jesús en su tiempo, los que estuvieron cerca de sus enseñanzas, les costó después de haberlo visto resucitado. Como también a nosotros, nos puede costar entrar en este proceso de pascua, en cada una de nuestras vidas.

 

Pablo: y precisamente es porque, La Pascua también es un proceso. Jesús le había dicho varias veces lo que iba a ocurrir y sin embargo, ellos debieron pesar por el acontecimiento, la experiencia de La Pascua para convertir sus corazones. Y al mundo le cuesta entender esto. Cada instancia de nuestras vidas puede ser un paso para que vayamos haciendo este proceso de pascua que hicieron los apóstoles, hasta que ellos fueron tomando conciencia de esto que les había sucedido. Por ejemplo los Discípulos de Emaús. A ellos algunas personas le habían contado que algo había sucedido, pero hasta que ellos no lo vivieron la experiencia de la, pascua, de nada le sirve que le hayan contado. Y esto e un poco lo que nos pasa en la actualidad. Año tras año, estamos festejando algo como un a celebración más, una fiesta que está ajena de nuestras vidas y llega ese momento que quizás nosotros, tenemos un encuentro con El Señor Resucitado, que nos hace ser nuevas personas. Por eso La Pascua es un acontecimiento, pero también es un camino.

 

Mili: y esto de vivir en clave de fiesta, nos cuesta. Por que a veces lo hacemos como un acto externo a la vida cotidiana, como el celebrar un cumpleaños, y lo que cuesta está en vivirlo en clave de Pascua de Resurrección.

 

Pablo: otra cosa concreta que me pasó, yo iba caminando de una escuela a la otra y paso por una panadería y había un cartelito que decía: “ estamos en tiempo de Cuaresma, proba nuestras exquisitas empanadas de vigilia””.  No me cerraba mucho la frase, entonces me quedé pensando, y era un apalabra que no iba: exquisitas. Claro! Porque creemos que el problema en Cuaresma es no comer carne, y no! Sino es hacer algún sacrificio, entonces la renuncia esta en lo exquisito.

Hemos caído en tradiciones, entonces esas tradiciones ya no nos dice nada, entonces el Señor, nos invita a vivir un Cuaresma y una Pascua distinta, con nuestros hermanos en la fe. Quizá con hermanos que no tienen mucha sed de Dios o la sed, que quisiéramos que tengan, el mayor signo que van a poder encontrar, para creer en el Señor, es que nuestras comunidades, se tornen pascuales y es el único signo que perdurará, que la comunidad siga teniendo cara de resucitada con espíritu de fiesta de Pascua, que demuestre que Jesús está vivo, a ejemplo de los primeros apóstoles no solo lo contaron sino también lo mostraban con su propia vida.

¿Cómo podemos hacer nuestros compañeros, de trabajo, de estudio nuestros vecinos o amigos, pueda conocer a Jesús Resucitado? Es que descubran en nosotros un proceso de resurrección.

 

 

Mili: que bueno saber que no todo está acabado, sino que tiene un modo de proceso. Es una gracia que se puede recibir en estos días.

 

Pablo: nosotros como iglesia vivimos dentro de un tiempo y necesitamos de tiempo para asentar ese proceso, que tiene que ver con algunos aspectos de la vida de Jesús. Pero la Pascua de Resurrección supera los límites del espacio y del tiempo. Es un acontecimiento que hoy está actualizándose, en nuestras vidas. ÉL está haciendo nuevas todas las cosas, en la vida de cada uno. siempre y todos los días son posibilidades para que vivamos a Pascua

Leo: siguiendo con esta mirada de proceso, saber que Jesús resucitó por nosotros, y es una invitación de resurrección para nosotros.

 

Pablo: recomiendo un libro del padre Cantalamesa, que se llama “La Pascua de Nuestra Salvación”. Habla, en la primera parte, de que existen cuatro pascuas: las dos primeras del Antigua Testamento y las dos segundas del Nuevo Testamento.

Las dos primeras pascuas, del Antiguo Testamento, es la Pascua del Señor, que pasa liberando a su pueblo, otra es la Pascua del pueblo, que empieza a descubrirse liberado, que empieza a descubrir que tiene un Dios. Y las otras dos Pascuas es la de Cristo, que ahora le toca al nuevo pueblo de Dios. La Pascua de cada uno de nosotros tiene una intima relación. Gracias a su pascua nosotros podemos vivir nuestra pascua. Cada uno sabe a que tiene que renunciar para que cada día sea una posibilidad de Pascua. En realidad lo que vivimos el Domingo de Pascua no es el cierre de algo sino que es el comienzo de algo nuevo. Después de celebrar Pascua y de pasar unos días de descanso, tiene que estar el comienzo de una vida nueva.

 

Mili: a su vez quedarnos con esta certeza de que todo esto corresponde a una Gracia de Dios, no sólo porque nosotros hagamos un esfuerzo, sino que es una gracia que viene de Él y que también hay que pedírsela y pedir con insistencia.  

 

Pablo: es Dios quien hace nuevas todas las cosas, es Él quien opera en nosotros. Es Él que con su gracia nos va transformando. La Pascua es suya. Nosotros estamos llamados s ser testigos y a vivir cada día con la alegría de la resurrección!