“La gracia de la peregrinación es que agrandamos el horizonte de la mirada”, dijo el padre Ángel Rossi

viernes, 3 de mayo de 2019
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03/05/2019 – “Toda peregrinación es un camino”, comenzó reflexionando el padre Ángel Rossi, sacerdote jesuita, quien nos dejó sus “Palabras de vida”, desde la Casa de los Redentoristas en Asunción, Paraguay, donde estaba predicando unos ejercicios espirituales.

Al hablar de peregrinación, el padre Ángel citó lo que decía al respecto, Atahualpa Yupanqui: <El hombre y el camino nacieron juntos, nace un hombre y nace un camino>, recordó.

“Y la virtud esencial del peregrino -completó- es la esperanza, por eso el peregrino es siempre alguien esperanzado, tiene la mirada en el horizonte”.

¿Porqué nos hace bien peregrinar?

“La Iglesia tiene desde siempre las peregrinaciones como una práctica, comenzando por las peregrinaciones a la tumba de los apóstoles, comenzando por la tumba de San Pedro”. “Hasta el día de hoy nuestros obispos argentinos peregrinan, en este tiempo están peregrinando en Roma, en su visita Ad Limina”.

En este sentido, el padre Ángel explicó que “En una peregrinación, por un lado, uno se conoce a sí mismo, se conoce la fuerza física y la fuerza de la voluntad, porque toda peregrinación es ardua, se hace a veces pesada”. “Por otro lado, el peregrino tiene la gracia de marcar rumbos”. “Se dice que el peregrino es un soñador realista, Atahualpa decía: <De un sueño lejano y bello, soy peregrino>”. “Somos soñadores pero soñadores realistas”, acertó.

“El peregrino sueña pero pregunta por donde ir, prepara su mochila, estudia los caminos, somos soñadores realistas”.

“La gracia de la peregrinación es que agrandamos el horizonte de la mirada, un poco como símbolo de la vida, hacemos camino, y como dice el poeta: <Se hace camino al andar>”.

“Uno va haciendo el camino, seguimos los pasos de quienes nos antecedieron y a la vez dejamos huellas para los que vienen detrás nuestro”.

“Propio de la peregrinación también es no tentarse de volver atrás, porque como dice el poeta: <Al volver la vista atrás se ve el camino que nunca se ha de volver a pisar>”.

“La peregrinación es una experiencia de despojo, porque tenemos que ir livianos de equipaje”. “En la peregrinación no vamos solos, por eso es un momento para afianzar vínculos de hospitalidad”, expresó el sacerdote jesuita.

Finalmente, el padre Ángel Rossi dejó la bendición irlandesa para todos los que estén por comenzar un camino:

<Que los caminos se abran a tu encuentro,

que el sol brille sobre tu rostro,

que la lluvia caiga suave sobre tus campos,

que el viento sople siempre a tu espalda.

Que guardes en tu corazón con gratitud

el recuerdo precioso

de las cosas buenas de la vida.

Que todo don de Dios crezca en ti

y te ayude a llevar la alegría

a los corazones de cuantos amas.

Que tus ojos reflejen un brillo de amistad,

gracioso y generoso como el sol,

que sale entre las nubes

y calienta el mar tranquilo.

Que la fuerza de Dios te mantenga firme,

que los ojos de Dios te miren,

que los oídos de Dios te oigan,

que la Palabra de Dios te hable,

que la mano de Dios te proteja,

y que, hasta que volvamos a encontrarnos,

otro te tenga, y nos tenga a todos,

en la palma de su mano>.