La historia de Doña Petrona: un legado más allá de la cocina

viernes, 28 de junio de 2024
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28/06/2024 – Cada 29 de junio se recuerda el aniversario de nacimiento de Petrona Carrizo de Gandulfo, conocida popularmente como “Doña Petrona”. En su memoria, compartimos un diálogo con Marcela Massut, su nieta, para conocer detalles de su vida y repasar la historia de la mujer que fue pionera en la enseñanza de la cocina a través de la televisión argentina.

Las palabras de Marcela Massut, recordando con cariño a su abuela, nos permitieron conocer detalles de la vida de Petrona no solo como cocinera sino especialmente en sus otros roles tan valiosos, donde también supo dedicarse a los suyos con mucho cariño: como esposa, madre y abuela.

Doña Petrona nació el 29 de junio de 1898 en la ciudad de La Banda, Santiago del Estero. Desde joven, a sus 15 años, demostró valentía y decisión al trasladarse a Buenos Aires para continuar su vida allí. Y fue en esa ciudad, donde de manera azarosa, comenzó su carrera como maestra de la cocina, a través de un primer trabajo con la Compañía Primitiva de Gas, donde quedó seleccionada para enseñar a utilizar las cocinas que funcionaban con la nueva energía.

Aunque, como cuenta Marcela, Petrona no tuvo un gusto inicial por la cocina: “ella nunca amó la cocina en sus inicios, pero la necesidad y su habilidad la convirtieron en una maestra culinaria (…) al casarse no sabía ni cómo hacer un huevo duro. Pero su determinación la llevó a convertirse en una experta en la cocina”.

Así comenzó la historia de Doña Petrona como figura popular argentina, con sus enseñanzas que luego se extendieron a su famoso libro y a las recetas que ella compartía personalmente a quienes lo solicitaban. “Mi abuela no solo compartía recetas, sino también su corazón y su hogar a través del teléfono rojo que atendía personalmente”, recordó Marcela, además de referirse a la forma de su abuela para preparar la mesa y recibir en su casa a quienes la visitaban: “su legado va más allá de las recetas; fue una mujer que enseñó a recibir a otros con calidez y amor genuino (…) Mi abuela era una increíble educadora y madre, siempre paciente y dispuesta a enseñar, ya fuera en la cocina o en la vida cotidiana”.

Podés ver el testimonio completo en el video que acompaña esta nota