La impotencia

miércoles, 8 de julio de 2009

PARÁBOLA DEL PEDAGOGO
En aquel tiempo subió Jesús a la montaña seguido por la multitud y, sentándose sobre una gran piedra dejó que sus discípulos y seguidores se le acercaran.
Después, tomando la palabra les enseñó diciendo:
En verdad os digo que serán bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos será el Reino de los Cielos. Que serán bienaventurados los que tienen
hambre y sed de justicia porque ellos serán saciados. Que serán bienaventurados los misericordiosos porque ellos…
Pedro interrumpió: ¿Tenemos que aprender eso de memoria?
Andrés dijo: ¿Tenemos que pasarlo a la carpeta?
Santiago preguntó: ¿Nos va a evaluar con eso?
Felipe se lamentó: ¡No traje el papiro borrador!
Bartolomé inquirió: ¿Tenemos que tomar apuntes?
Juan levantó la mano: ¿Me das permiso para ir al baño?
Judas exclamó: ¿Para qué sirve todo esto?
Tomás se inquietó: ¿Hay fórmulas, resolveremos problemas?
Tadeo clamó: ¡Pero, porqué no nos das la guía y ya está!
Mateo se quejó: ¡No entendí nada, nadie entendió nada!!
Uno de los fariseos presentes que nunca había estado frente a una multitud, ni enseñado nada, tomó la palabra y se dirigió a Él diciendo:
¿Dónde está tu planificación?
¿Cuál es la nomenclatura de tu proyecto áulico en esta intervención didáctica mediatizada?
¿Y tu base diagnóstica?
¿Y tu auto evaluación institucional?
¿Cuáles son tus expectativas de logros?
¿Tiendes al abordaje del área en forma globalizada, que permita el acceso a la significación de los contextos, teniendo en cuenta la bipolaridad de la transmisión?
¿Cuáles son tus estrategias conducentes al rescate de los saberes previos?
¿Responden éstos a los intereses y necesidades del grupo para asegurar la significatividad del proceso de enseñanza y aprendizaje?
¿Has incluido actividades integradoras con fundamento epistemológico productivo?
¿Y los espacios alternativos de las problemáticas curriculares generales?
¿Has propiciado espacios de encuentro para coordinar acciones transversales y longitudinales que fomenten los vínculos operativos y cooperativos de las áreas concomitantes?
¿Cuáles son los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales que responden a los sustentos lógico, praxeológico y metodológico constituidos por los núcleos generativos disciplinarios, transdisciplinarios, interdisciplinarios y metadisciplinarios?
Caifás, el peor de todos, le dijo a Jesús :
– Después de las instancias compensatorias de diciembre, marzo y julio, me reservo el derecho de promover directamente a tus discípulos para que al Rey no le fallen las encuestas de evaluación de calidad ni se le caigan los porcentajes de rendimiento. Serás notificado oportunamente por la vía que corresponde.
¡Ojo con aplazar a alguno! Recuerda que aún eres interino y que no presentaste la declaración jurada de incompatibilidad.
…y Jesús pidió la jubilación anticipada a los treinta y tres años de edad…
Vaya esta parábola para introducir nuestro tema de hoy: LA IMPOTENCIA
HOY VAMOS A HABLAR DEL SENTIMIENTO DE IMPOTENCIA porque está entre nosotros, entre quienes queremos brindar esperanza, muchas veces “mordiendo duro su diente”.
Hay temas que dejan un sabor tan amargo, una sensación de impotencia que le buscamos la vuelta hasta poder abordarlos. Uno es la droga, otro la catástrofe nacional educativa.
    En córdoba el índice de repitentes es tremendo. Son los mismos directivos, los responsables de las escuelas, los docentes, dicen “estamos desbordados”. No sabemos qué hacer. No hay nadie que se haga responsable de esta verdadera catástrofe. ¿Son los padres que no acompañan a los hijos? ¿Los chicos porque no valoran suficientemente el saber? ¿Los profesores que se han quedado retrógrados en la transmisión de los conocimientos?  ¿La escuela, que no está respondiendo a las necesidades reales de los chicos? ¿El estado? ¿dónde están los responsables?
    Todo el mundo se hace preguntas, pero no hay respuestas.  Hay que declarar la emergencia educativa en Argentina.. Esto es urgente y va muy de la mano de la posibilidad de contención real que tiene hoy la escuela frente a esta avalancha de droga-dependencia que se extiende en todos los jóvenes de una manera realmente abrumadora. Hay barrios, familias, en los que ya la marihuana es un lujo al lado de las drogas a que están expuestos los chicos. Esto crece y no vemos una respuesta a la altura de la urgencia y de la gravedad de la situación, porque todos sabemos que los chicos que fuman marihuana tienen también  repercusiones en su rendimiento académico después, y muy serias, y mucho más cuando ésta se extiende en el tiempo.
    Y vemos que circulan distintos discursos comenzando a justificar lo que no parece demasiado grave.
    En Córdoba, el Barrio Alberdi es tradicionalmente un barrio de estudiantes universitarios que fundamentalmente vivían cerca del Clínicas porque eran estudiantes de medicina. De esa fuerza juvenil, estudiantil, fuerza del recambio, de renovación, surge una reforma Copernicana de la Universidad. En la concepción de la educación, en la concepción del gobierno de la universidad y en la concepción de lo que es el saber académico de la universidad. Hoy el barrio esta plagado de barritas de chicos fumando marihuana.¡Cómo se ha ocupado el sistema de convertir toda la fuerza de recambio en una masa de zombies narcotizados, fantaseando mundos quiméricos, con tal de fugarse de la realidad. Hay muchos sentimientos que generan impotencia.
    Me acuerdo también cuando vino acá un matrimonio que estaba liderando el pedido de amparo de 4000 familias en barrios periféricos de córdoba que ya no sabían cómo contener el avance de la droga en sus propias calles, con todo lo que trae aparejado la droga de delito, de narcotráfico, de rebeldía, de falta de acompañamiento por parte de los adultos…todo un mundo de consecuencias que tenemos que conocer. No sabemos cómo hacer para parar todo esto,
    Y todo esto genera sentimientos de impotencia.
    En su momento nos dejó una sensación de impotencia muy grande el tema de la trata de blancas y el abuso sexual de menores. ¿cómo puede ser  que tantos chicos en la calle o en barrios marginales, estén experimentando semejante infierno frente a nuestras narices, y no podemos hacer nada. La policía dice “no podemos hacer nada, y entonces el sentimiento de impotencia nos embarga y frente a la impotencia tenemos distintas reacciones. A veces nos fugamos para atrás, a veces para arriba, a veces a la cama, otras veces a un psiquiatra.

Todo lo que soy, lo que quiero ser y lo que fui 
Toda la esperanza de una vez ha venido a congregarse aquí 
Toda la ilusión, todas las historias que conté 
Lo que pudo ser y lo que no se desnuda en brazos de mi voz 
Toma esta canción como un desafío al porvenir 
Como una saeta hacia la luz de un nuevo destino, un nuevo sol 
¿Qué será la arcilla entre nuestras manos mañana? 
 
Soy un arlequín vivo en una bola de cristal 
Vengo del futuro en marcha atrás 
Voy hacia delante, que mas da 
Voy de polizón dentro de la nave de la paz 
Quiero ser semilla de virtud, pero no me alcanza la verdad  
Puedo ser feliz, y me lo propuse alguna vez 
No recuerdo cuando ni porque, pero me dijeron que la fe 
Mueve las montañas, mueve las montañas mi fe 
 
Quiero sepultar toda la esperanza que hay en ti 
Porque el desamparo, el abandono no me dan lo mismo 
Aférrate aunque sea a una canción que alumbre los rincones 
Donde no ha llegado todavía una luz, la claridad que buscas 
Todo lo que soy, muere cada noche resucita 
Cuando llega el día a mi ventana con una promesa 
Llenándome de fuerzas para continuar en la batalla 
Para derrotar a la nostalgia, porque hay que mirar hacia delante.

    Así define Freud el sentimiento de impotencia “furor, desamparo y angustia”. Siento furor- rabia, no saber qué hacer con ella- ,desamparo –en este caso del Estado- (después están las impotencias barriales, personales, donde el desamparo tiene otros acusados), y angustia –un sentimiento de estrechez en el pecho cuando vemos a los jóvenes tirados en las esquinas o caminando zombies dando muestras de alcoholización o de droga.-.cuando veo que nos roban el mañana. Impotencia porque no se trata de un grupito, ni se trata de “genios trasnochados” que apelan a sustancias para inspirarse. Se trata de un porcentaje que avanza cada vez más y las familias, como instancias primeras de contención y de educación, experimentamos desamparo, angustia y furor porque no nos alcanzan las herramientas de las que disponemos, que básicamente son el cariño y el diálogo, para poder frenar la ola que nos está robando nuestros jóvenes, que no piensan,  no estudian, no saben, En definitiva: mero consumidores.
    El consumismo va por más: ya no solamente para que consumamos un auto, Internet, unas cuantas pilchas y comida rica. Consume el espíritu mismo de las personas. Y eso me da rabia y me suscita atormentadores sentimientos de impotencia. Dice Freíd “en realidad conocemos este sentimiento desde que somos muy pequeños. Cuando es pequeño, el niño tiene un sentimiento de impotencia porque depende absolutamente de la madre. Esto suscita un sentimiento de dependencia y mucho miedo cuando el bebé percibe que esta atención no llega rápido. La experiencia de la impotencia sigue después, porque cuando el niño se da cuenta que efectivamente alguien le va a atender, cuidar, etc. Aparecen después dependencia de otros afectos.  La tarea del niño consiste en responder a la experiencia de la propia impotencia con el desarrollo de una sana conciencia de sí mismo. Cuando el niño se siente desamparado frente a las personas o frente a sus propios impulsos, reacciona con angustia, y ahí  comienza a trabajarse este sentimiento de impotencia  a través del sentimiento del propio valor y confianza en nosotros mismos.
    Esto lo vemos claramente cuando vemos que el niño comienza a experimentar qué puede, y esto da la marca, indica el rumbo de una sana evolución: puede caminar, adquirir lo que quiere, etc, y así va elaborando esta experiencia primaria de impotencia. Por eso, cuando nos sentimos acosados por experiencias externas, por la impotencia ante el terrorismo, ante la guerra, ante la injusticia, ante las circunstancias políticas o sociales, a la prensa de la realidad, emergen estos sentimientos que son muy primarios, que tienen que ver con fibras muy profundas, y hasta muy ancestrales.
    Hoy en día, el desarrollo económico político y social que es abrumador, dio paso a  este mundo lleno de tinieblas y lleno de incertidumbres, en lugar de una sociedad con prosperidad para todos
    El sentimiento general es de impotencia frente a insuperables coacciones y poderes anónimos que parecen no tener nombre –digo ‘parecen’ porque no existe el poder anónimo-. Se vivencian como poderes trans-humanos, como cosas que ya no se sabe de dónde viene y a dónde van, y hay un grito general en toda la sociedad “sálvese quien pueda”.
    Esta crisis internacional, esta ruptura de la burbuja financiera es algo así. ¿Dónde está la plata? A otro planeta no se fue. ¿Y qué hacemos frente a estos miedos y estas borrascas que se ciernen sobre el horizonte del mañana?
    Dominar el sentimiento de impotencia ya lo hemos hecho cuando éramos tan pequeños, que ni siquiera lo recordamos
   
QUIEN QUIERA OIR QUE OIGA
Cuando no recordamos lo que nos pasa, nos puede suceder la misma cosa.
Son esas mismas cosas que nos marginan, nos matan la memoria, nos queman las ideas, nos quitan las palabras… oh…
Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia:
la verdadera historia, quien quiera oir que oiga.
Nos queman las palabras, nos silencian, y la voz de la gente se oirá siempre.
Inútil es matar, la muerte prueba que la vida existe…
Cuando no recordamos lo que nos pasa, nos puede suceder la misma cosa.

GL: a veces, CUANDO ME SIENTO IMPOTENTE frente a la palabra, le digo al Señor: “pero yo solo cuento con la palabra, es muy poco. Solo hablar y hablar…” A veces siento esto. Y otras veces digo “¡qué enorme el poder de la palabra!” y me tranquilizo. El poder ponerle palabras a las cosas es ya una manera de disipar su fuerza opresiva muchas veces.
    Cuando Isabel Allende escribe “Paula” su hija estaba muriendo –después muere-. Ella padecía una enfermedad que abruptamente la dejó en estado de coma vegetativo durante un año. Todo el período que dura esa enfermedad es una manifestación de la impotencia: todo lo que intenta, hace y deshace tratando de salvarla. En una parte dice “si no estaría escribiendo este libro, me habría vuelto loca”.
Muchos artistas saben esto: en la génesis de sus talentos –para pintar, para escribir, para componer, en fin, para crear- está una gran impotencia. ‘La misión está en la herida’: donde yo me siento más vulnerable, donde soy más impotente, donde experimento la angustia, allí justamente aparece la misión.
    Ernesto Sábato, por ejemplo, fue un hombre muy sufrido y encima le ha tocado la pérdida de un hijo. Después de esa experiencia, escribe un libro lleno de esperanza que se llama “La resistencia”. Personas que han pasado por túneles muy oscuros y que han sobrevivido gracias –en este caso- a la palabra.
    Por eso, sin miedo, pongámosle palabras a nuestros sentimientos de impotencia. Las palabras no nos van a atrapar. Las descripciones no nos van a coartar: todo lo contrario. Nos van a liberar. El poder decir su nombre, ya es una forma de ejercer su señorío. El poder decir, ya es una forma de asomar la cabeza por encima de las tempestades que a veces parecen ahogarnos

El amor vence siempre, aunque a veces, ante sucesos o situaciones concretas pueda parecernos impotente. Cristo parecía impotente

TIERRA VENDRÁ Alberto plaza
Navegando, navegando  tanto azul en el azul 
días, noches de deriva  océanos de esclavitud, 
 
Barcas contra la corriente  mar movido, estrella al sur 
y en la oscuridad no hay nada  es la vida que me llama  adonde no sé, 
 
Tierra vendrá, tierra veré  para besarla, sembrarla y amarla  la conquistaré. 
Tierra vendrá, vendrá lo se  grito en silencio una sorda plegaria  Dios mío que hacer. 
 
Grandes olas que impresionan  que impresión que tu me das 
yo remando ruego al cielo  pero es sordo y no me escucha  lo rompería. 
 
Luchare con la tormenta   bajo el cielo avanzare 
con granizo entre mis ojos  y el celeste entre los mares  lo lograré. 
 
Tierra vendrá, tierra veré  para besarla, sembrarla y amarla  la conquistaré. 
Tierra vendrá, porque siento que  NUNCA NAUFRAGA EL QUE NO DESESPERA  Y MANTIENE LA FE. 
 
Resistiendo, arriesgando sin descansar  sé que al alba del alba tu tierra vendrás. 

     La porción del pastel de la renta mundial es aterradoramente injusta. El 80% de la personas que viven en el hemisferio sur, consumen el 20% de los bienes materiales de la tierra. El otro 80% de los bienes materiales de la tierra, lo consumen solo el 20% de las personas que están en el hemisferio norte, en los países más desarrollados. ¡Y eso que hay mártires! Los misioneros no saben que hacer en Africa para poner freno a las matanzas. Se sienten impotentes ante las estructuras que paralizan a los países como Ruanda, Zaire. Y sin embargo seguimos viendo estas hambrunas espantosas, esta crueldad: niños que lloran, madres desesperadas, mujeres violadas, personas masacradas…toda una masa de gente clamando porque no dan más del hambre. Es muy amarga la sensación del sentimiento de impotencia que nos deja esto. Las medidas coercitivas del mercado, el peso de las deudas internacionales que doblegan las espaldas de los pueblos los van aplastando cada vez más, y por más esfuerzo que éstos hagan por conseguir formar parte del banquete no lo logran. Sentimos entonces la sensación de una lucha estéril.

    Las Iglesias, las religiones en general, las congregaciones, los sacerdotes, trabajan a brazo partido para motivar, para levantar el espíritu, para crear comunidades vivas. Pero sus esfuerzos no tienen ningún resultado. Son cada vez menos los que se acercan a la vida participativa de la comunidad. Un filósofo –Oscar Wils- decía “Cuando las ideas no generan acciones se convierten en peste”. Muchas veces nuestras energías son consumidas por las ideas, pero no por acciones transformadoras.
    Para la catástrofe educativa de nuestro país, hay muchas ideas, y muchas respuestas, y muchas propuestas, pero la acción transformadora no llega, y esto hace que tanto docentes, como padre, como alumnos experimentemos un profundo sentimiento de impotencia. A veces tenemos la impresión de estar sembrando en el mar, de estar dando golpes en el aire. Nos sentimos impotentes frente al espíritu de la época, ante la descristianización, ante la falta de interioridad, ante la superficialidad tremenda que se extiende como una mancha de aceite en la mente de todos los hombres. Este pensamiento débil, light, cuando  deberíamos estar gestando y generando mentes lúcidas, corazones valientes, voluntades férreas para cambiar el curso de la historia. Y sin embargo tenemos una masa de zombies distraidos con cualquier cosa que no logra ni va a lograr modificar la tendencia de estos tiempos. Y muchas veces tenemos que contemplar, impotentes, cómo las personas dejan la iglesia, dejan de buscar caminos un poquito más profundos, cómo dejan el mundo del conocimiento, de la sabiduría, de las grandes preguntas, de las profundas respuestas, simplemente para evadirse, para fugarse, en una quimera.

    Frente a otras personas también sentimos impotencia. Frente a su mamá una hija puede sentir impotencia cuando no puede defenderse de ella aunque ya tenga 50 años de vida y haya hecho su camino, y sea una profesional, basta que la mamá la mire torcido, le diga una frase hiriente, la critique, para que en el punto todo se desmorone y se quede como paralizada. Y la persona siente una impotencia ante esa madre que tiene una sensibilidad como para saber por dónde se puede herir al hijo. Y por más que se reproche, no se puede cortar ese vínculo de dependencia. El hijo hace todo lo que puede por ser el orgullo de su padre, pero todo lo que puede nunca es bastante para responder las expectativas de sus padres ni es capaz de defenderse ante las agresiones de sus padres ni frente a los juicios peyorativos que formulan sobre él. Después traslada esa impotencia a otros ámbitos y tampoco es capaz de valerse ante su jefe, se convierte en un pusilánime y hace lo que no quiere y por más que no lo quiera  siente que no puede salir de eso ni bien alguien levanta la voz o apela a la autoridad.
    Uno puede sentirse impotente ante pares. Difícil a veces defenderse contra determinadas críticas que nos dejan paralizados. Una persona me maneja a través de la culpa y yo me doy cuenta que me hace sentir culpable todo el tiempo, y quiero hacer valer mi voluntad y sin embargo no puedo sustraerme a sus sugestiones, aunque con la cabeza sienta que estoy obrando bien. Siempre esa culpa, esa sombra que el otro me inocula como un veneno, y siento que estoy sola. Hay personas que se sienten impotentes frente a su pareja. Se meten en un tremendo lío de reproches, insultos, ofensas, estallidos de cólera , y no pueden salir. Se les dice ‘por favor , tomá distancia, no te expongas más, cuidate’. Y una y otra vez no pueden salir, y vuelven a elegir parejas que las humillan, los frustran, las dejan vacías, y a pesar de que hay buena voluntad, no se puede.

Fantasía Chico Buarque/1978

 Y si de repente uno no sintiese el dolor que finge y siente
Si de repente uno distrajese el fierro del suplicio al son de una canción
Entonces, yo te convidaría a una fantasía de mi guitarra
Canta, canta una esperanza. Canta, canta una alegría. Canta más
Cambiando la noche Revelando el día. Noche y día, noche y día
Canta la canción del hombre, canta la canción de la vida, canta más
Trabajando la tierra, derramando el vino. Canta, canta, canta, canta
Canta la canción del gozo, canta la canción de la gracia. Canta más
Preparando tintas, adornando plazas. Canta, canta, canta, canta
Canta la canción de gloria canta la santa melodía. Canta más
Cambiando la noche, revelando el día. Noche y día, noche y día

Levántate y Canta C.Isella-H.Negro

Si algún golpe de suerte a contrapelo, a contrasol, a contraluz, a contravida
te torna pájaro que quiebra el vuelo y te revuelca con el ala herida.
Y hay tanto viento para andar las ramas, tanto celeste para echarse encima
y pese a todo vuelve la mañana, y está el amor, que su milagro arrima.
Por qué caerse y entregar las alas? Por qué rendirse y manotear las ruinas?
si es el dolor al fin, quien nos iguala y la esperanza quien nos ilumina.
Si hay un golpe de suerte a contrapelo, a contrasol, a contraluz, a contravida,
abrí los ojos y tragate el cielo, sentite fuerte y empujá hacia arriba.
Pensando en nuestras impotencias, estoy casi convencidade que el hombre no está hecho para vivir sólo en familia. La familia sola no alcanza. A veces los papás solos no alcanzan para contener, acompañar, a dar respuestas, porque además los adultos también somos ‘aves con el ala herida’ y tampoco podemos a veces ‘volar a contrapelo’ porque también hemos sido en algún momento niños heridos, también nos doblega la impotencia. El mundo nos jaquea permanentemente, y cuando no es por el tema del empleo, es por el tema vincular, o doméstico… y muchas veces no tenemos recursos interiores para hacer frente  a todos estos golpes que nos vienen ‘a contrapelo’, El hombre está hecho para la tribu, para la comunidad: convivencia, redes sociales. Por quienes nos tenemos que preocupar más es por los niños. Porque cuando los niños se sienten impotentes por encima de los niveles de impotencia normales de cualquier niño y encuentran la trampa mortal de la violencia familiar en su hogar, ese lugar que es el nido y que en estos tiempos que corren debiera ser el lugar de recuperación de las fuerzas. Sabemos que esto no es tan fácil, y que a veces ‘el humo negro se nos mete por todas las rendijas’, y la violencia ya no es afuera sino adentro. El niño, por más que se esfuerce por apaciguar la violencia interior, saben que pueden lograr poco y nada y se sienten terriblemente impotentes, no tienen oportunidades.  Viviendo en una comunidad, no van a pasar cosas como hechos de violencia extrema, frente a las cuales los adultos deberíamos comprometernos seriamente para que ningún niño tenga que pasar por esta experiencia
Ruego por aquel que llora sin consuelo
 Por quien ha experimentado mas el infierno que el cielo
 Por quien siempre ha tenido de mejores amigos al temor y la depresión
 Y que vive buscando respuesta a tal situación

Ruego por aquel que vino a este mundo sin padres
Por el recién nacido que abandono en la calle una madre
Por aquel que es golpeado desde que esta en vientre por un padre sin corazón
y que no tiene derecho al voto pues carece de voz

Ruego por aquel que tiene como hogar el vicio
Y que no puede dejarlo pues se ha convertido en su oficio
Por quien deja familia y amigos por un momento de placer
Que como herido de bala va hiriendo por doquier

Ruego por aquel matrimonio que se ha deshecho
Y por el hijo que grita angustiado a los dos tengo derecho
Cuando una sola carne es dividida tiene que sangrar
Esa sangre que corre es testigo de una gran soledad

Ellos necesitan de ti JESUS ellos necesitan de ti
Porque aun viviendo no saben lo que es vivir
Ellos necesitan de ti JESUS ellos necesitan de ti
Porque aun viviendo no saben lo que es vivir

Por la mujer y la niña que venden su cuerpo en la noche
Y que después de día tiran su dinero en derroches
Sueño a esa mujer y esa niña teniendo familia con quien reír
Y a las diez después de cenar yéndose a dormir

Por aquellas criaturas que jamás han tenido un juguete
Y por los ricos que fabrican barquillos con los billetes
Por los enfermos que están en prisiones de nombre hospitales
Y por los presos que enferman detrás de los fríos metales

JESUS yo se que tu sigues siendo la única alternativa
 Y que brindas descanso gratuito y sin cobrar el iva
 Y a quien es y que hemos conocido ayúdanos a entender
 Que debemos cubrir al desnudo dar pan al hambriento
 Y aunque no nos guste orar por el gobierno
  Necesitan de ti JESUS y de mi

    Hay muchas respuestas, no que vayan a resolver o erradicar el problema de la impotencia. Simplemente una para continuar ahondando distintos caminos ante estas impotencias, caminos que propone la palabra, caminos que proponen las ciencias, caminos que propone la Iglesia, caminos que nos propone el Señor:
–    En primer lugar, lo que hay que hacer es no enmascarar más nuestras impotencias
–    No caer en una resignación que habla de una evasión frente a este mundo que experimenta tantos sentimientos de impotencia y caemos en un consumismo permanente: esta actitud de ‘vendedores de anuncios’ que tenemos todo el tiempo
–    No alimentar el caldo de las soledades: saber que nuestra casa, nuestra familia, nuestra vecina, nuestra parroquia, muchas veces están experimentando la fuerte angustia de la impotencia. Y todos intentamos campearla de alguna manera. No la eludamos al menos de nuestras conversaciones. No las exageremos, no las dramaticemos, y cuando llegue el momento de actuar, actuemos: tengamos el coraje de la acción transformadoras, tengamos la grandeza de la solidaridad. Cortemos de cuajo esta ola de individualismo que nos está coartando y nos está dejando a todos como parias en un callejón sin salida. Busquemos caminos comunes a partir del sinceramiento de nuestros dolores y nuestras penas. Hablemos con otros padres, para ver de qué manera podemos resolver los tremendos problemas que plantean hoy nuestros adolescentes. Bajemos un poquito el nivel de nuestras teorizaciones y de respuestas preconcebidas y de discursos. Bajemos al corazón de nuestras impotencias y hagámonos profundamente hermanos, como hizo Jesús, que se acercó en primer lugar a los más castigados por la impotencia., Salió a buscarlos. No esperó a que vinieran. Los buscó y los amó hasta el fin, y fue ese amor el que enderezó sus espaldas. Puso a los hombres en la posición que les gusta verlos: de pie, alabando a Dios por el poder que ha vencido toda forma de muerte. Jesús “empodera” al impotente, le tiende su brazo y lo salva. Es la fuerza del Altísimo que está sobre El. Es la fuerza de Dios que está sobre El no para manifestar su “prepotencia” ni su “omnipotencia”, sino para darnos su potencia. Para que participemos de su fuerza.
Vamos a pedirle esto a María, a ella, que “alaba la grandeza del Señor” siendo una esclava, a la que ha proclamado que “todas las generaciones la llamarán feliz”

“Su poder divino, en efecto, nos ha concedido gratuitamente todo lo necesario para la vida haciéndonos conocer a aquel que nos llamó por la fuerza de su propia gloria. Gracias a ella se nos han concedido las más grandes y valiosas promesas, a fin de que ustedes lleguen a participar de la naturaleza divina, sustrayéndose a la corrupción que reina en el mundo a causa de malos deseos. Por esta misma razón, pongan todo su empeño posible en unir a la fe, la virtud; a la virtud el conocimiento, al conocimiento la templanza, a la templanza la perseverancia, a la perseverancia la piedad, a la piedad el espíritu fraternal, y al espíritu fraternal el amor. Porque si ustedes poseen estas cosas en abundancia, no permanecerán inactivos ni estériles. En lo que se refiere a nuestro Señor, Jesucristo.,” 2Pe l, 3

Buscar a Cristo, vivir en Cristo, esta es mi misión. El amor vence siempre, como Cristo ha vencido.
Necesito tanto, tanto de vos…Necesito de tu amor
Necesito al fin tocarte, aunque sea solamente, en el borde de tu manto y en el medio de la gente;  y sentir que de vos viene esa fuerza que me cura   tantos años de esperar y de amargura.
Necesito estar con vos, bastará tocar tu manto,porque en vos está el poder de enjugar por fin mi llanto.
Sueño con volver a casa y que vuelva la alegría,y mi vida pueda al fin llamarse vida…
 ¡Necesito de tu amor!

Necesito estar más cerca, cerca de tu compasión,¡tengo que jugarme todo, sé que eres el Señor!
Todo, todo lo he perdido y mi pena sigue abierta,pero espero un signo y mi fe está alerta.

Sentirás al lado tuyo que hay un pobre que se acerca,muy pequeño y que te toca con los ojos en la tierra;
Pero lleno de esperanza, de esperanza y decisión,de alcanzarte y alcanzar tu corazón
¡necesito de tu amor… necesito de tu amor!

Toda mi fragilidad y mis años lastimados,esta historia que no cesa de sangrar  de macharnos;
Esta herida que no cierra y es herida en cuerpo y alma,tocará tu cuerpo santo y tendrá calma.

Porque creo que sos vos, nuestra fuente escondida,Y alcanzarte es alcanzar como el centro de la vida.
Toco el borde de tu alma y es un nuevo nacimiento.¡Y se está curando el centro de mi centro!
¡Necesito de tu amor… Necesito de tu amor… Necesito de tu amor!

“Revístanse de la armadura de Dios para que puedan resistir al demonio, porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre sino contra principados y potestades, contra los soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio. Tomen la armadura de Dios para que puedan resistir al día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos. Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza. Calcen sus pies con el celo de propagar la buena noticia de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe con el que podrán apagar todas las flechas incendiarias del maligno. Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios” Ef 6,10

A pesar de todo, me trae cada día la loca esperanza, la absurda alegría.
A pesar de todo, de todas las cosas, me brota la vida, me crecen las rosas.
A pesar de todo me llueven luceros, invento un idioma diciendo…¡te quiero!
Un sueño me acuna y yo me acomodo mi almohada de luna, a pesar de todo.
A pesar de todo, la vida que es dura también es milagro, también aventura.
A pesar de todo irás adelante, la fe en el camino será tu constante.
A pesar de todo, dejándola abierta, verás que se cuela el sol por tu puerta.
No hay mejor motivo si encuentras el modo de sentirte vivo, a pesar de todo.
A pesar de todo ¡qué dulce tibieza!, acechar tus pasos, tendida la mesa.
A pesar de todo, el mágico asombro de un beso y dos alas creciendo en mis hombros.
A pesar de todo ¡ah! la fantasía tejiéndonos sueños de amor y poesía.
Ciegos delirantes, esquivando el lodo, vamos adelante…¡a pesar de todo!
A pesar de todo, estoy aquí puesta, los pájaros sueltos y el alma de fiesta.
A pesar de todo me besa tu risa y el duende y el ángel del vino y la brisa.
A pesar de todo, el pan y la casa, los chicos que crecen jugando en la plaza.
A pesar de todo la vida ¡qué hermosa!, siempre y sobre todo de todas las cosas. Eladia Blazquez

    Si hay fraternidad, todo es más liviano, a pesar de todo.
Los oyentes preguntan, aportan
–    Mi esposo es un buen padre, buen esposo, pero con necesidad de dominar. Sé que es más débil que yo, pero me desgasté física y anímicamente al tratar de mantener la paz. Ante su prepotencia no puedo ser yo misma, y a pesar de que nunca me sometí a su capricho de imponerse (distinto actúo cuando hay diálogo) traté de hacer la vida lo más llevadera posible hasta que los hijos puedan tener organizada su vida. Mi impotencia radica en saber que no cambiará, porque cuando está bien y promete hacerlo, pero ante cualquier situación vuelve a su actitud. Creo que tendría que separarme, pero no quiero tirar por la borda todo lo construido. ¿Qué hago?

GL: Creo que la respuesta tiene que crecer y madurar en tu corazón. Son grandes encrucijadas de la vida donde la apuesta es  casi absoluta: es poner en juego todo lo que se tiene. Me animaría a decirte que no pongas todo en blanco y negro, porque a pesar de todo has podido mantener el barco a flote, has podido resguardar a tus hijos de toda la destrucción que la violencia ejerce, porque la violencia es una forma particular de impotencia que además siembra esterilidad y arrasa con todo lo que hay alrededor. Es una cosa muy difícil de manejar, hacen falta muchos recursos psicológicos para lidiar con la violencia tanto física como psicológica que no todo el mundo tiene. Yo te diría: sentite profundamente orgullosa de lo que has hecho. Has podido sobrevivir como persona sin someterte, no has claudicado, no te has convertido en un ser inerte, dominado, sumiso. Has podido resistir, has podido mantener tu alianza y fidelidad a pesar de las heridas que esto te ha dejado, y esto es mucho. Y es para que alabes al Señor por la fuerza que te ha dado, por la entereza de la que has sido protagonista. Toleraste lo que era necesario para mantener tu familia. Si ahora te estás planteando otra posibilidad, hacelo con discernimiento, acompañada por quienes te quieren y te pueden sugerir. Pero el dilema se va a dilucidar en la soledad de tu corazón frente a Dios, en ese ámbito de la conciencia. Estás esclarecida. Confiá en tus propias intuiciones y en Dios. Pedile que El te guíe.

–    Los tiempos de Dios no son los tiempos nuestros.

–    Los celos ¿tienen que ver con la envidia, con el sentirse disminuido? Me da la impresión de que quien necesita sobresalir es porque se siente disminuida interiormente, no tiene bien afirmados sus principios.
GL: Dicen los estudiosos del alma humana que los celos son una manifestación violenta para el propio enfermo de celos. Solo que aquí no estamos indagando las causas. Y a veces tampoco da resultado la indagatoria de las causas. Creo que la psicología explica todo, pero no justifica todo. Explicarla ya es muy importante, pero muchas veces eso no alcanza. Y ahí es donde se realza la necesidad de la fuerza de lo divino sobre nuestras almas, y se hace evidente la necesidad del Salvador (que por supuesto, puede utilizar como instrumento un amigo, un profesional, etc), pero en definitiva es su poder actuante sobre nuestra indigencia y nuestros límites.

–    Fui maltratada toda mi vida física y psicológicamente. Nunca me valorizaron. Me separé hace 6 meses y comencé a ir a un grupo carismático que me ayudó muchísimo. Dentro de todo estoy bien, con paz, porque la gente me respeta y logro que me valoren. Es feo estar sola, pero me siento libre.
GL: Ahora hay que mirar para adelante. No hay que mirar lo que pudo haber sido, sino lo que puede llegar a ser. Gracias por tu testimonio, tu valentía, y por animarte a creer. Hay decisiones o pasos que no se pueden dar solos en la vida. Necesitamos de otros, y esa fue la ayuda que recibiste del grupo.

–    Creo que la impotencia es el mal que padecemos todos los argentinos por la indiferencia que hay por el prójimo.
–    Me gustaría que algún día traten el tema de la impotencia frente a los hijos, sobre todo los adultos, con quienes no podemos meternos en su vida y a veces nos humillan cuando damos consejos y ni siquiera son capaces de escuchar por respeto.

–    Hablo desde una cárcel donde estamos encerrados 23 horas y cuarto del día. Yo estaba por salir en libertad en enero, pero Dios quiso que permaneciera aquí para enterarme de muchas injusticias. Soy cristiano evangélico. Le he faltado muchas veces a Dios, pero El me ha levantado de manera sorprendente. También cuento que he sido violado de niño. Desde la cárcel he estado buscando a Dios. Y yo se que su gracia actuará en nosotros porque El nos eligió , nos predestinó y para El no hay nada imposible. Acá en la cárcel hay muchos chicos que necesitan de Dios y ya que logré comunicarme justo en estos 45 minutos que estamos afuera, quise escucharlos y quiero pedirles que nos manden Biblias.
GL: Vos decís que llamaste para pedir Biblias. Yo creo que llamaste para llenarnos de esperanza en el poder salvador del Señor.