https://radiomaria.org.ar/_audios/20024.mp3
22/09/2015 – Gustavo Rosemffet, es un escritor e ilustrador argentino afincando desde hace décadas en Barcelona. Gusti, con su fuerte acento porteño, es uno de los ilustradores más importantes del mundo de habla hispana y escribió e ilustró “Mallko y mi papá”, un título en el que relata los momentos cotidianos más representativos de su hijo que nació con síndrome de Down.
En diálogo con Radio María, nos decía que su libro dibujado no lo escribió con el fin de dar mensajes de cómo hay que hacer las cosas, su objetivo fue el de transmitir su experiencia y que sirva como espejo para que la gente se identifique.
“La primera idea surgió de mi primera lección de aceptación”, “cuando nace Mallko, que yo estoy a punto de tirarme por la ventana, no entendiendo que pasaba, y preguntándome porqué a mí”. En ese momento cuenta Gusti, su otro hijo que hoy tiene 16 años, y que en ese momento tenía 8 años le preguntó que era el Síndrome de Down, “y yo le dije que Mallko había nacido con Síndrome de Down, pero que lo teníamos que querer, pero yo no quería saber nada y el me miró y me dijo que a él le daba igual que sea azul, verde rojo, que para él iba a ser su mejor hermanito”. “Y ahí me dio la lección un niño de 8 años”.
Es interesante el proceso, te hace mejor persona, y después podés ir tirando lucecitas por ahí también, yo me hago cargo.
Mi esposa Anne y Theo, el hermano de Mallko siempre vieron con naturalidad su realidad. Para Theo, Mallko siempre fue su mejor hermanito y para Anne, como toda madre con amor incondicional, siempre estuvo, está y estará bien a su lado, acompañándolo en todo lo que pueda.
Los grandes problemas los tenemos los papás, las mamás es como que tienen una fortaleza increíble, no digo todas, pero el noventa por ciento de los casos las mamás tiran para adelante, quizás pasan un momentito de … peros los papás de hecho siguen algunos sin aceptar, pasan muchos años …
Este libro es como una patada, de golpe les hace replantearse o volver a hablar del tema, no es la intención dar una patada, sino, es decir que no pasa nada, que somos así, es muy simple, es darle una vueltita al dolor y reconocer que detrás de ese dolor hay un amor inmenso.
¡Uy! Mallko me enseña el amor incondicional, o sea, de que no somos tan diferentes, de que esto es un invento nuestro, me enseña a combatir los miedos, a no vivir con miedo. Saca todo lo bueno, me reseteó, es como si tienes una computadora y le pones un disco nuevo. Mallko abre tu corazón.
Desde que nació nuestro hijo, el enfoque de mi vida cambió, comprendí y adopté una nueva escala de valores mucho más interesante que la que tenía antes y con ninguna chance de volver para atrás. Ahora siempre es para adelante. Él me enseña que el único camino es siempre desde el amor.
La mayoría de mis familiares y amigos me apoyó muchísimo cuando se enteró de la noticia. No lo sentí como compasión por parte de la gente, al contrario.
En las tormentas se ve los que están y los que no. La familia es muy importante en estos momentos. Yo estoy trabajando mucho con incluir a la familia.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar | Incrustar
Suscríbete: RSS