La ludopatía

miércoles, 16 de diciembre de 2009
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09/12/2009 – Entrevista con Isabel Sanchez Sosa, terapista en salud, coordinadora del Grupo de Autoayuda y Capacitación en Ludopatía, especialista en adicciones y obesidad en el Dieta-club Cormillot

Es un desafío que suelo enfrentar a menudo cuando abordamos la temática del programa Entre Nosotros: apuntar al individuo, apuntar a las estructuras. Las estructuras no cambian si no cambian las personas, porque las estructuras sociales, políticas, económicas, en definitiva, los distintos sistemas de vida que vamos generando los hombres, salen de los individuos que somos quienes hacemos la sociedad. No hay sociedad nueva sin hombre nuevo. Pero al mismo tiempo no hay hombre nuevo si no hay estructuras nuevas. Y creo que este es uno de los grandes desafíos a la hora de abordar las distintas temáticas. Por eso abordamos algunos temas apuntando directamente al corazón de cada una de las personas, y otros apuntando a estructuras sociales, políticas, económicas, vinculares.
Este tema de la ludopatía va adquiriendo nuevas formas. Este es un tema que atraviesa ambas perspectivas, y creo que ésta es la gravedad del problema. La persona adicta al juego, la persona que padece la compulsión al juego, no pone en marcha un proceso de cambio desde la propia voluntad, desde la toma de conciencia que generalmente y lamentablemente se realiza cuando lo ha perdido todo o casi todo -.familia, trabajo, vínculos, bienes materiales- y está en muchos casos al borde del mismísimo suicidio. Lamentablemente si no hay una iniciativa individual personal es muy difícil que cambie la vida de estas personas y por lo tanto que se dejen de alimentar permanentemente estas estructuras basadas fundamentalmente en una patología y con características incluso neuro biológicas: ya está demostrado que la persona adicta al juego tiene hasta un comportamiento neuroquímico especial que hace que la persona se auto drogue con el juego.
Pero al mismo tiempo, si la sociedad no toma conciencia de hasta qué punto está generando continuamente estructuras basadas en estas patologías, también va a ser muy difícil que no se sigan por días, por minutos, por hora generando nuevos ludópatas.
Esta es la realidad de las estructuras sociales que me preocupan. En los casinos es cada vez mas alarmante la presencia de niños que están esperando que sus mamás terminen de apostar. Otro tanto ocurre en los lugares donde hay máquinas tragamonedas.
Este problema que es la ludopatía, que hasta hace un tiempo atrás afectaba fundamentalmente a la población masculina, en este momento afecta un 50% de población masculina y otro 50% femenina.
A esto hay que agregarle todo lo que es el juego por Internet, fundamentalmente de poker, que mueve una cantidad de millones de dólares por año increíble. Hay personas –en esto del juego por Internet- que abandonan el trabajo y se dedican exclusivamente a jugar. Es decir: su ‘trabajo’ consiste en apostar. Hay una población enorme en el mundo cuyo único trabajo es el juego y las apuestas.
Estos apostadores van teniendo unas características psicológicas, conductuales, que repercuten también en la familia
Ya no quiero hablar, Ya se dijo todo
duele aun mover cosas del ayer

Hice igual que tu me quede sin cartas
yano hay vuelta atrás no reparten mas

Va todo al ganador a quien jugo mejor
me toca a mi perder que le voy a hacer

Quise ver en ti un lugar seguro
un muro alrededor ese fue ni error

No debi soñar un amor tan puro
que inocente fue ir de buena fe

Los dioses por placer eligen sin querer
sus dados a rodar marcan nuestro azar

Va todo al ganador le deja su dolor
es como debe ser hoy igual que ayer

Ya no quiero hablar ya se dijo todo
duele un mover cosas del ayer

Va todo al ganador a quien jugo mejor
me toca a mi perder va todo al ganador

Ganador!
Actue sin amor lo bueno y lo mejor

Va todo al ganador a quien jugo mejor
va todo al ganador va todo al ganador

Ya no quiero hablar
ya se dijo todo
Il Divo
Cuenta Teresa, miembro de “jugadores Anóminos”: “Una amiga me dijo ‘vamos a espiar que hay detrás’, y ahí se abrió para mi un mundo inimaginable. Esa especie de mafia de máquinas. Parecía Disneylandia. Eso de apretar un botón y que salga plata y ganar…casi mágico. Aún así las maquinitas me parecían un juego de tontos, muy idiota…Pero fue como el cigarrillo a los 14 años: con el primero te mareás, te caés al piso, abris la ventana, pensas ‘no entiendo por que la gente fuma’. Lo mismo que con las maquinitas. Al segundo día no te parecen tan tontas. El tercer día , ganaste $3000 apretando un botón, y ahí…se te jodió la vida…Con el tiempo, ganar tampoco significaba nada. Tenía que volver al día siguiente, como si fuera un trabajo. El día que no podía ir me angustiaba. … Faltaba a mis clases y daba cualquier excusa. Lo único que me importaba era estar sentada frente a las maquinitas” Vemos en este testimonio algunas de las características típicas de las que padece el que tiene compulsión al juego.

ENTREVISTAMOS A Isabel Sanchez Sosa (que junto con el Dr Cormillot abrió hace 25 años un grupo para trabajar sobre este tema) [email protected]
Trabajamos con conocimiento de lo que pasa en las adicciones, y poco a poco se fueron armando grupos con recuperados. La ludopatía no viene sola: en general viene con adicciones cruzadas: lo que más se ve es alcohol, cigarrillo o droga.
En el caso de jugadores compulsivos, la voluntad no sirve, como no sirve el intelecto. Los adictos tienen en general un coeficiente intelectual muy alto. Es increíble la capacidad que tienen para re armarse económicamente, para generar dinero. Pero terminan destruidos. Acá lo que cuenta es la decisión. Los que trabajamos en ludopatía, podemos ayudar a quien se decide.
Hay jugadores que llegan a nuestro grupo con la fantasía de pensar que aquí les íbamos a enseñar a “jugar poquito”. A los que llegan con esa idea, les decimos: si por ejemplo, en salud, yo me recibí de hipertensa, no hay vuelta atrás. Puedo tener la presión controlada, pero nunca más voy a volver a ser normo.tensa. Lo mismo pasa con el juego: una vez que se recibieron de ‘compulsivos’ que se olviden del retroceso porque no hay vuelta atrás. Si pueden ponerse límites, es porque no han llegado al estadio de compulsivo (que es el último de 7 estadios anteriores)
En el tratamiento se ha visto que lo mas eficaz es el encuentro con pares.
Cuando un jugador compulsivo se recupera, lo que más rescata es la recuperación de los valores humanos, de los vínculos afectivos.
Cuando llegan, vienen sin autoestima, con una culpa terrible, y han perdido todos los vínculos y el respeto por sí mismos. Y la mayoría, cuando no hay tratamiento, invariablemente terminan muertos, locos o presos.
El jugador compulsivo necesita adrenalina pura. En el tratamiento lo que buscamos son sustitutos, que al principio nunca va a ser lo mismo que el placer de jugar. Pero el placer de jugar se termina cuando tiene que salir sin dinero después de haberse jugado fortunas
Los casinos dejan una fortuna. Es un negocio fenomenal. Un país, Rusia, se ha animado a cerrarlos.

GL: uno se pregunta, por un lado, qué utilidad social tiene esto. Y por otro, el vacío moral, espiritual que uno imagina va dejando en este ejército de jugadores. Porque quizá por este efecto de ‘adicción a la adrenalina’ las personas se van empobreciendo terriblemente en sus vínculos, su sensibilidad emocional, afectiva, moral, espiritual, se va reduciendo, y se va convirtiendo en una especie de robot.

IS: Hay 7 estadios antes de llegar a ser jugador compulsivo. Es decir, el compulsivo es el número 7. Nunca se sabe de antemano si se llegará o no a ser compulsivo. Por eso, mejor no probar
Está el jugador social: el que va de vacaciones y juega como pasatiempo en general poco dinero. Lo toma simplemente como una salida más como podría ser ir al cine
Está luego el jugador fuerte, que es el que juega en la medida de sus posibilidades y para.
Está también el jugador dependiente. Necesita ir, pero también se pone un límite de tiempo y al cabo de ese tiempo hace otra cosa. El jugador compulsivo no tiene límite.

Hay un trámite que se puede hacer, que es el de “auto-exclusión” que consiste en firmar unos papeles donde dejan asentado que no les deben permitir la entrada a las salas de juegos o al hipódromo por ejemplo. Pero resulta que llegado el momento de la compulsión, hacen cualquier cosa por sortear los impedimentos: se ponen pelucas, anteojos, para no ser reconocidos, o querellan con el guardia de la entrada…

En resumen: el ludópata se recupera solo cuando toma la decisión y permite ser ayudado

El azar es la metafora perfecta de quien le busca inspiracion a la tristeza,
el destino es la cuartada sugilosa de quien lo pretende todo y nunca acierta.

Mientras el futuro asoma su perfil el presente se debate con la muerte
como quien se juega el todo por el todo con una moneda puesta al viento

Jugando siempre, apostando siempre a cara o cruz ante la incrusijada revisas las cosas
que pudieron pasar y que se suspendieron por verlas girando en el viento, a cara o cruz

Te jugaste los besos,los sueños, el llanto,y la tortura mortal
de ignorar el futuro y escoger el amor de tu vida
a cara o cruz mientras que en la ventana se escurre el tiempo

Mientras la moneda da vueltas al viento, un beso te perfuma la existencia
mujer de corazon partido en dos dime a cual mitad yo pertenezco

Lo que para ti es tremenda encrucijada, para mi es amar la incertidumbre,
lo que para ti es borron y cuenta nueva, para mi es principio o final

Jugando siempre, apostando siempre a cara o cruz
ante la incrusijada revisas las cosas que pudieron pasar y que se suspendieron
por verlas girando en el viento, a cara o cruz mientras que en la ventana se escurre
el tiempo, se escurre el tiempo.

‘A cara o cruz’
no me preguntes mas, no voy a confesar que yo te quiero,
pues tantas veces ya me hirieron al saber mis sentimientos,
es mala cosa amar sino has de ser tambien correspondido
mas vale no jugar con el amor por un capricho

a cara o cruz, asi se gana o se pierde un amor
a cara o cruz hoy un te quiero mañana un adios
a cara o cruz solo reproche y me has hecho sufrir
a cara o cruz yo por orgullo te dejo partir.

a veces tu te vas a veces yo me voy sin ningun motivo
por una discusión por un pequeño error por un olvido
y aunque el amor es fiel es facil de perder en un suspiro
por eso a que luchar cuidando sin cesar como a un niño

José Vélez

– Desde que mi hijo adolescente descubrió poker por Internet estamos viviendo un calvario. No se a quien recurrir
GL: Los papás pensamos muchas veces que los riesgos de Internet son hacer contactos con personas mal intencionadas, psicópatas, violadores, la pornografía, o la agresividad que los chicos desarrollan a través de Internet difamando, etc. Ahora también está el tema del juego, que es una amenaza que tal vez muchos todavía desconocen. Internet va desarrollando estructuras cada vez mas perversas por su capacidad de atrapar. Ya penetra en la intimidad del hogar. Ya no se trata de un jugador que sale de su casa a jugar

IS: Cuando se desarrolla la compulsión, la cabeza no está para otra cosa que no sea eso. De ahí la expresión de esta oyente de estar viviendo un calvario. Tiene que buscar ayuda. En todos los grupos, ya sean jugadores anónimos donde la atención no es profesional, siempre hay grupos de familia. Y siempre la sugerencia es que la gente participe de los grupos. Es mil veces superior a los tratamientos individuales. El ludópata necesita confrontarse con pares, personas que hayan pasado por la misma pesadilla. Ellos refieren esto como que ‘están en el infierno’. Viendo que hay otro que ha podido salir de eso, si toma la decisión personalmente, puede salir.
Una de las cosas fundamentales en el tratamiento del adicto, que es la que genera mayor resistencia, es que no pueden manejar dinero. En el caso de los adultos es aún mas difícil que en los adolescentes, porque generalmente el adulto genera sus ingresos y por eso se siente con más derecho a usar su dinero como quiere. Pero si se quiere recuperar, no puede manejar dinero porque es el elemento de la adicción.(Sería lo mismo que un adicto a la cocaína se vaya a trabajar embolsando coca.) No pueden ni siquiera ir a cobrar su sueldo. Tienen que tener otro adulto que se lo maneje.

GL: En caso que la persona no reconozca -por estar tan atrapado-, el primer mecanismo que aparece es la negación, y por tanto en este caso del dinero pueden decir ‘yo esto lo puedo manejar, no es para tanto, en cualquier momento salgo’… A veces tiene que haber mucho deterioro en la vida de una persona hasta que toma conciencia de que la cosa se le ha ido de las manos. y el dolor de solo pensar en dejar la adicción le provoca un vacío terrible

IS: Ahí es donde la familia tiene que poner un límite. Conozco por ejemplo el caso de esposos que viven juntos, pero se divorciaron, es decir hicieron separación de bienes para que ninguno pueda tener acceso a malgastar el dinero o los bienes del otro. Cuando la familia no está dispuesta a poner límites es un problema.
Nadie puede hacer por el otro lo que el otro no está dispuesto a hacer por sí mismo. Se trabaja mucho con la familia para que la familia pueda encontrar cada uno en s{i mismo una manera de crecer. Si el otro quiere, bien, y si no quiere, tengo que seguir mi camino

GL: Lo que habíamos dicho de las “adicciones cruzadas” se da por la gran tensión y ansiedad en la que viven en forma permanente. Los ludópatas, a pesar de ser muy capaces y muy inteligentes, tienen muy baja autoestima y muy poca tolerancia a la frustración: quieren todo ya.

IS: Es una gran dificultad, pero trabajándola mucho se puede superar

GL: En general, en la población adolescente es bastante común la poca tolerancia a la frustración. Y creo que sin ser ludópatas, esto es un ‘caldo de cultivo’ preocupante: el hecho de que no se puede esperar el turno, no se puede estar sentado estudiando por demasiado tiempo… la dosis de tolerancia al esfuerzo, a la paciencia, a la frustración, es muy baja ¿tiene esto relación a la adicción?

IS: Sí. Es potencialmente riesgoso

GL: A quienes están involucrándose de una u otra manera en el juego, es importante que estén alertas en cuándo comenzar a pensar que estamos en un camino comprometido con la ludopatía.

En el camino de las adicciones, del juego, de la compulsión, hay mucho dolor, mucho sufrimiento, muchos conflictos, muchas oscuridades, tensiones, dudas, preguntas. Pidamos a Dios que ilumine, y consuele todos estos sufrimientos y situaciones.

TENGO TENGO
Tengo, tengo una casita de colores. Tengo, tengo una barquilla junto al mar
Tengo también el aire de una guitarra, y unos versos de poeta, y unas palmas pa’golpear
Tengo, tengo mil personas que me quieren. Tengo, tengo una persona a quien amar
Y tengo el cielo azul que lo envuelve todo Y tengo el sol y la luna, guardianes de mil tesoros

Y es que yo tengo La suerte de haber nacido con una estrella bajo el sombrero
Si se pone mal la cosa, yo me lo quito y hace su duelo
Y a vivir, que son tres días, y ahí va mi estrella pa’resolverlo

Tengo, tengo una ramita de romero, tengo, tengo también, deudas que pagar
Yo tengo una ilusión de escribir canciones, cantando paso la vida que brota en los corazones
Tengo, tengo caramelos, golosinas. Tengo, tengo un piropo pa soñar
Para que endulce la vida de los mayores Y vayan los mas pequeños a comprobar sus amores

GL: Todo lo que necesito…son un par de manos

GL: Cuáles son los signos de que una persona ya está tornándose dependiente del juego?

IS: Hoy hablábamos de los jugadores que ‘juegan como trabajo’, pero se ponen un tope de horario. Y dejan después de determinada cantidad de horas porque tienen otro compromiso. El ‘otro compromiso’ en el jugador compulsivo no existe. Pierden noción de realidad, y esto se nota por ejemplo porque comenzamos a no encontrarlos en el celular porque no lo atienden. Y si los buscamos en el hipódromo, alli los encontramos.

GL: ¿Qué sienten los hijos de este tipo de jugadores cuando comienzan a ver estos síntomas en sus padres?

IS: Al principio es terrible, porque como el jugador tiene un intelecto muy bueno y en general son exitosos en lo que hacen hasta que dejan de serlo porque pierden todo, tienen un ego muy grande. Son muy egocéntricos. Después pierden la autoestima cuando se dan cuenta del desastre que hicieron. Es muy fuerte ver, por ejemplo, personas mayores traídas por sus hijos adultos ya. Pero cuando la persona comienza a recuperarse, vuelve a recobrar su lugar en la familia. Hay que trabajar no solo sobre la adicción sino también sobre el ego, sobre esta falta de tolerancia a la frustración, y sobre todo el tema de la decisión: ¿qué es lo que quieren para su vida? ¿cómo quieren seguir viviendo?

– ¿Qué relación hay entre la adicción al juego y al comprar más de lo que se puede, a endeudarse?
IS: Hay casos de compradores compulsivos que han llegado a nuestro grupo. Cuando le preguntamos en qué gastaba, nos dijo que en ‘comprar amor’ porque su autoestima estaba por el suelo

– ¿hay también adicción al juego en programas televisivos?
IS: la persona con tendencia a la adicción no puede mirar programas de televisión donde están jugando, porque corre el riesgo de una recaída
GL: pero desde afuera no se puede prohibir. Eso es después que ellos mismos han tomado conciencia de la gravedad de su situación
IS: lo que quiero recalcar es la importancia de que la familia vaya a los grupos
GL: nuestra pregunta siempre es si las personas buscan ayuda. Cuando yo hablaba de la voluntad, en realidad, me refería a la voluntad de tomar la decisión de buscar ayuda, porque no alcanza la fuerza de voluntad para luchar contra este fantasma
IS: ni contra este ni contra ninguna conducta adictiva. La voluntad en seguida se pierde con la adicción. La voluntad es solo para tomar la decisión de buscar el tratamiento
GL: La buena noticia es que la ayuda parece ser muy efectiva cuando es ayuda mutua. Y la otra buena noticia es que cuando pueden salir de los tentáculos de esta adicción, se convierten en personas encantadoras.
IS: Así es. Los adictos no son delincuentes. Son buena gente que padece una patología que los lleva a delinquir.
GL: Además creo que se toma tanta conciencia de la fuerza que tiene el ego en nuestra vida, y se trabaja tanto sobre esa base que es también sicoespiritual, que después son personas que saben apreciar mucho mejor la vida que las personas comunes que no padecen ninguna adicción

Cuánta poesía tiene la vida que no se ve, cuánto milagro, pan cotidiano, que no se ve.
Vaya a saber cómo se mira que no se ve, cuánto se olvida que no se ve,
cuánto se pierde que no se ve.
Vamos buscando tan apurados quién sabe qué hasta que un día nos damos cuenta cuánto se fue.
Vaya a saber con que indulgencia que no se ve nos perdonamos más de una vez,
lo que dejamos que no se ve.
Sé que no es tarde, que nunca es tarde para aprender que si te quiero debo decirlo más de una vez.
Vuelvo a nacer, cada mañana vuelvo a nacer, voy tras de aquello que no se ve.

– La adicción a Internet ¿puede compararse con otras adicciones?
GL: Totalmente. Todas las adicciones se nutren de un “fondo común” que tiene que ver con el no poder manejar el tema: sea Internet, las compras, el alcohol, la timba, la cocaína, etc, sino que el tema te maneja a vos. Y cuando ya no se puede prescindir de eso, que funciona como “calmante” de un vacío interior es señal de alarma. Ese vacío emocional, afectivo, se va ahondando cada vez más cuanto más se va degradando y deteriorando la persona en sus vínculos interpersonales.

Desde que de alguna manera atrapamos los conceptos en la grafía, es decir, en la escritura, los conceptos, las palabras, son como cosas que están conservadas en el hielo. Ahí, en las sintaxis de las frases, o mejor dicho, en el hielo de las letras y los sonidos, están guardadas las ideas, y a prendemos a descongelarlas armando frases. Esto produjo no solo el desarrollo de la ciencia sino también un tipo de mentalidad: el tipo de mentalidad que sabía que tenía que tolerar la lectura, la sucesión de letras, de conceptos o de sonidos para poder comprender una frase.
La era audiovisual pasa a otro hemisferio: el de la intuición, de la analogía, de lo simultáneo, de lo sincrónico, de una gran cantidad de estímulos sintéticos, condensados todos en un mismo lugar o momento, donde no hay que hacer ese proceso de descongelamiento de las ideas o los conceptos.
Hoy, los neurocientíficos están diciendo: estamos ante un nuevo tipo de mentalidad que ha generado una impaciencia, una falta de tolerancia al transcurrir del tiempo. Por eso los chicos no pueden leer: porque la tolerancia a la grafía, a la lectura, no la tienen: están acostumbrados a hacer al mismo tiempo varias cosas: estan en el Chat, al mismo tiempo tienen la televisión prendida y los walkman puestos. Esta proliferación de estímulos audiovisuales todos simultáneos, está generando un empobrecimiento muy grande de todo lo que es anal{itico, deductivo, que requiere de una lógica, y por lo tanto de un transcurrir en el tiempo, para pasarnos a otro tipo de mentalidad o inteligencia donde todo se recibe de una manera intuitiva, simultánea y lo quiero todo ya.
Si a esto se le agrega el empobrecimiento de los vínculos emocionales, que es tremendo, chicos que pasan muchas horas sin adultos estimulantes, que pasan mucho tiempo en un “invernadero”, o en una guardería donde no son estimulados personalmente, los vínculos afectivos y de piel se van empobreciendo mucho. Este empobrecimiento de vínculos sumado al que se da por estar tanto tiempo frente a la computadora sin contacto de piel, sin contacto con el otro en el intercambio, estamos ante un verdadero problema, porque este tipo de mentalidad está pidiendo ser nutrida cada vez mas en esa línea: todo ya, todo fácil, todo cómodo, todo sensitivo, todo simultáneo.
Atención adultos, atención educadores. Realmente el desafío es muy grande.
RED Vida: Telefono 0351-153420578 Allí se pueden comunicar todos los que tengan problema con algún tipo de adicciones

“Padres mártires” es un libro de dos psicoanalistas (Jean Pierre Cartier, ediciones Vergara), que analizan un fenómeno muy preocupante. Los relatos vienen todos de un mundo desarrollado, pero son relatos muy preocupantes del maltrato de los hijos hacia los padres. Tiene un capítulo que habla sobre “la venganza del hemisferio derecho”

MICRO DE LITERATURA INFANTO-JUVENIL – Nelda Abed
Hoy vamos a recomendar literatura que tiene relación con este tema
Probablemente el oyente diga: “el consumo de droga no es mi problema” y se cierre a esto. Pero si tenemos a niños tristes y/o con la autoestima al menos cuestionada, estos son elementos importantes por los cuales los chicos buscan evadirse. Y a veces se evaden a través de adicciones diferentes: pueden ser el consumo, la droga, el juego, el alcohol.
Este programa apunta a la prevención, tratando de que los chicos no estén tristes y que tengan una autoestima importante.-

“Gusanita” (habla de los nenes que no tienen confianza en sí mismos) de Eleonora Firidzman con ilustraciones de Jorge Cuello, está unido al de “Cuento con bufanda” (habla sobre el tema de los nenes tristes) de Laura Escudero, con ilustraciones también de Jorge Cuello. Forman parte de un proyecto que se llama “Cuéntame un cuento” del programa El Sol que es un centro para el tratamiento y prevención para el consumo de drogas.

“Gusanita” es la protagonista. Está invitada a una fiesta y nunca se conforma, cambia mil veces de peinado y nunca se ve bella. Cuando estaba llorando a lágrimas vivas, se le acerca el escarabajo y le pregunta qué pasa. Ella le dice que se ve muy fea. El le dice que no, que el la ve muy bonita, “como siempre”. Este “como siempre” tiene mucho que ver: no es que ella se haya fabricado la belleza, sino que es escarabajo le ve la belleza permanente de ella independientemente de su vestimenta o peinado. El cuento termina con la gusanito con una sonrisa porque en verdad ha encontrado dentro de su última lágrima que antes había sido de desolación, un aguita que brilla. Y le da las gracias al escarabajo por el piropo.
Este cuento por tanto habla de la autoestima, de la necesidad de que los niños se sientan seguros de sí mismos independientemente de que su figura exterior sea ropa común o de marca. Los chicos están muchas veces angustiados por el reconocimiento de su individualidad en el entorno. Tal vez por otro lado como sociedad estamos fomentando un exceso de individualidad, una excesiva competencia, que no tiene fin y que daña mucho.
Estos libros nos llevan al diálogo, nos ayudan a conversar con los chicos en torno a este tema.

Los dos forman parte de un proyecto y vienen con un manual: “Guía para padres y docentes, propuestas para hablar, dialogar y compartir junto a niños y niñas” utilizando el estímulo que le ha presentado el cuento. Es como el puntapié inicial para la comunicación

GL: Me hizo recordar al tema “Llegaremos a tiempo”: llegar a tiempo para llenar los vacíos del corazón para que no se llenen luego con sustancias que amortiguen esa sensación de vacío tan fuerte.