La mujer adúltera

lunes, 17 de marzo de 2008
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"Jesús fue al monte de los Olivos. Al amanecer volvió al templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y comenzó a enseñarles. Los escribas y los fariseos le trajeron a una mujer que había sido sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio de todos, dijeron a Jesús: " Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés, en la ley, nos ordenó  apedrear a esta clase de mujeres. Y tú¿ qué dices?" Decían esto para ponerlo a prueba, a fin de poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, comenzó a escribir en el suelo con el dedo. Como insistían, se enderezó y les dijo: "Aquel de ustedes que no tenga pecado, que arroje la primera piedra", E inclinándose nuevamente, siguió escribiendo en el suelo. Al oir estas palabras, todos se retiraron, unos tras otros, comenzando por los más ancianos. Jesús quedó sólo con la mujer que permanecía allí, e incorporándose, le preguntó, " Mujer,¿ dónde están tus acusadores? ¿Nadie te ha condenado?". Ella le respondió: "Nadie, Señor". Yo tampoco te condeno, le dijo Jesús. Vete, no peques más en adelante".

 

                                                                                                                                                                              San Juan 8, 1-11

 

 

 

Dios escribe derecho en renglones torcidos. De esto se trata y esto es lo que muestra Jesús cuando escribe sobre el suelo con su dedo. ¿Y en tu vida? ¿Cómo ha sido esto de que Dios, ha escrito un renglón maravilloso, de tu historia, donde te has descubierto, redescubierto, redimido, redimida, en medio de un montón de tormentas, de dificultades, de obstáculos, de enredos. Dios escribe derecho en renglones torcidos, esta dimensión superadora de Dios, que es capaz de escribir derecho allí donde las cosas no están tan claras, no están tan derechas. Es lo que hace Jesús cuando se encuentra con este grupo que esta un poquito enredado en realidad, han armado toda una historia con un solo motivo el tener de qué acusarlo a Jesús. Y entonces encontraron una mujer pública, que ha sido descubierta en adulterio. Jesús viene del monte de los olivos, se encuentra en el templo, posiblemente en un lugar en el templo muy parecido al atrio de nuestros templos, que estaba previsto para las personas marginales los desplazados, los que no tenían posibilidad de ingresar como miembros legítimamente admitidos en el templo. En ese espacio, un espacio que tenía ciertamente tierra y era como un espacio circular, Jesús se encuentra con esta escena, rodeado, mientras Él enseña a la gente, mientras Él esta con los que no son bienvenidos por así decirlo al templo, y comienza toda su actividad magisterial, magisterial quiere decir que Jesús ejerce su servicio, su ministerio de maestro. Y mientras esta en esta tarea surge este episodio sumamente incómodo, Jesús rodeado, uno se imagina el resto de las personas que estaban con Él como de repente ante quienes eran autoridad en el templo una vez más, excluidos y una mujer puesta allí, esta fue encontrada en flagrante adulterio. Ellos citan la ley en torno a la cual justifican su acción acusadora. Yo me imagino el dedo levantado, los rostros endurecidos, miradas enfurecidas, seños fruncidos, actitudes coléricas, y una acción ciertamente violenta. Ahora veamos que dice Deuteronomio 22, 24, y los versos que siguen para que entendamos de qué se trata esto que ellos están citando como argumento, la ley indica. Dice así la palabra en el verso 22: “ si se sorprende a un hombre acostado con una mujer casada, morirán los dos, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer misma. Así harás desaparecer de Israel el mal”. El verso 23 del libro de Deuteronomio en el capítulo 24 dice. “ Si una joven, virgen, esta prometida a un hombre y otro hombre la encuentra en la ciudad y se acuesta con ella, los sacarán a los dos a la puerta de la ciudad y los van a apedrear hasta que mueran, a la joven por no haber pedido socorro en la ciudad, y al hombre por haber violado a la mujer de su prójimo. Así harás desaparecer el mal en medio de ti Israel. Hay algo que falta acá, porque acá sólo hay una mujer, y el hombre no esta. Es decir, ellos están citando la ley y están poniendo una ocasión que no corresponde a la ley, porque en realidad, la ley lo que estrictamente esta indicando es que no puede ser acusado solo uno de los dos, sino que tiene que ser encontrado los dos. Si fue encontrada en flagrante adulterio, como decir, la agarramos con la mano en la masa, por decirlo de una forma simple, sencilla. ¿Dónde esta el otro, con el que adulteró su vida o con quien adulteró la ley?. Jesús asume toda una actitud paciente, serena, no se deja llevar por el ambiente, ciertamente que se corta por si solo, digamos, por la violencia que hay en El, la mujer esta allí humillada, Jesús calla, se inclina sobre el suelo, para escribir.

Muy interesante la actitud de Jesús, se agacha, deja pasar el cruce verbal, que apunta con el dedo, que acusa a la mujer puesta allí, en una situación sumamente humillante, y escribe con el dedo sobre el suelo. Buscando en la Biblia, que es esto de escribir con el dedo sobre el suelo, un maestro en Biblia, el padre Aldo Ranieri, nos compartía su lexo divina hecho en torno a este texto y nos llevó a un grupo de consagrados que compartimos encuentros de formación, en el mes de enero, sobre Éxodo 31-38, es el único lugar donde Dios aparece en el antiguo testamento utilizando su dedo para escribir, entonces dice él, posiblemente la actitud de Jesús y el texto estén revelando algo en relación a ese texto. Veamos que dice Éxodo 31-38: “ Después de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio las dos tablas del testimonio, tablas de piedra escrita por Dios con su dedo”, es decir, el gesto de Jesús no es un gesto cualquiera, es un gesto que posiblemente este vinculado a este texto de la palabra donde Dios aparece escribiendo la tabla de la ley, a la que ellos supuestamente están haciendo mención, con el dedo de Dios, pero guarda, porque esta tabla, tuvo una historia muy particular. Cuando Moisés baja con la tabla de la ley que esta escrita de los dos lados, dice la palabra más adelante, en el mismo texto del Éxodo, en el próximo capítulo, en el versículo 15, empieza a decir que la tabla de la ley a la que hace mención el capítulo anterior, esta escrita de los dos lados por parte de Dios, Moisés se encuentra con una situación muy dolorosa, el pueblo, guiado en este caso por su hermano, Aarón, a construido otro dios, un ídolo, han juntado todo el oro que tenían, lo han fundido y han armado un becerro de oro, y ahora adoran a otro dios, no al Dios de Israel, que los libró de Egipto sino a este becerro que es construcción de su mano. ¿Qué hizo Moisés cuando vio esto? Reventó a las tablas de la ley. Dijo este pueblo tiene la cabeza y el corazón tan duro. Rompió la ley como diciendo, “este pueblo no merece este Dios, este pueblo no merece semejante gesto de amor por parte de Dios y tiró las tablas de la ley, las rompió. ¿Qué hizo Dios después de esto? Le habló a Moisés y Moisés escribió la tabla de la ley que nos llega a nosotros con los 10 mandamientos, que cuando uno la compara con el Código de Amurabi por ejemplo, uno descubre cuanta similitud hay entre aquella ley del Código de Amurabi y esta ley que escribe Moisés. ¿Qué quiere decir que la escribe Moisés, que Dios no la inspiró? No Dios la inspiró, pero la escribió Moisés desde su sabiduría. Es distinta a aquella otra ley, que Dios escribió con su dedo, con lo cual posiblemente con su gesto, Jesús este diciendo guarda, porque aquella ley que escribió Moisés, no es la primera ley que Dios escribió y la ley primera que Dios escribió vengo yo a escribirla de nuevo sobre ustedes. Posiblemente aquella tabla de la ley tenga el contenido, podríamos pensar esto no?, tenga el contenido original del proyecto de Dios que después se va a ver plasmado en la vida de Jesús y aunque escrita de los dos lados no tenga mucho mas que decir que Dios es amor, que Dios es misericordia, que Dios invita a compartir la vida, que Dios nos llena el corazón de esperanza en medio de la dificultad, que Dios vence el mal y que Dios se ha comprometido para caminar con su pueblo. Posiblemente no diga mas que eso, sin embargo no sabemos que dice porque Moisés la rompió y la segunda tabla de la ley y toda la ley que se construye alrededor de la figura de Moisés es de puño y letra de Moisés, con lo cual Jesús escribiendo con su dedo esta diciendo varias cosas, El es el hijo de Dios, El es Dios y El esta escribiendo una ley que ellos no conocen, es la ley que Pablo va a decir en segunda de Corintios 3-2 “Ustedes son nuestra carta escrita en nuestro corazón conocida y leída por todos los hombres, evidentemente son una carta de Cristo redactada por ministerio nuestro, escrita no con tinta, sino con el espíritu de Dios vivo, no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en los corazones. Esto es lo que Jesús esta anticipando, esta retomando aquello del Antiguo Testamento de Exodo 31-18, Dios escribió una tabla con su dedo en algún momento y Dios va a escribir, ahora ya no con tinta ni con su dedo sino con el espíritu la nueva ley sobre nuestro corazón. Si uno quiere descubrir como escribe Dios nuestra propia historia, cual es el guión entorno al cual, cual es el libreto entorno al cual Dios armo, pensó, escribió nuestra propia historia, no tenemos mas que vincularnos al espíritu que es el que tiene el libreto de nuestra vida, donde leo yo, que tengo que hacer, como hacerlo y de que manera, con que actitud. En el vinculo con el espíritu, ahora ya no esta escrita con tinta ni con el dedo de Dios, esta escrita por el espíritu grabado en sus corazones y es muy interesante que Pablo diga “esto que esta escrito sobre sus corazones no con tinta sino con el espíritu, Dios lo quiso hacer a través de nosotros que somos sus instrumentos, vos también podrías contarnos cuales han sido los instrumentos, de que se valió Dios para escribir en tu vida derecho en renglones torcidos.

Comienza a escribir Jesús sobre el suelo con esto recoge una realidad perdida por allí, para algunos en la Biblia que es la primera tabla de la ley, Dios la escribió con su propio dedo con lo cual Jesús posiblemente este diciendo, la ley que escribió Moisés tuvo validez por un tiempo, la primera ley a la que hay que volver y en esa primera ley Dios tal vez haya puesto por escrito aquello de misericordia quiero y no sacrificios. Tal vez sea esto lo que Jesús haya escrito sobre el suelo y posiblemente por esto la pregunta, el que no tenga pecado que tire la primera piedra a ellos los haya puesto al descubierto de la ley original, en contacto con aquel legislador como ninguno que es Jesús. La ley etimológicamente significa camino. Cuando hablamos de Jesús como legislador, hablamos de Jesús como camino, como aquel que viene a abrir un camino nuevo, como aquel que viene a mostrar un nuevo camino, el camino original, el camino de la misericordia y es con lo que Jesús escribe en el corazón de aquellos preguntando  ¿Alguno de ustedes no tiene pecado? El que no tenga que tire piedras sobre la mujer , sobre mi, que apedree. Fueron dejando las piedras unos a otros comenzando por los mas ancianos, que se supone son los mas sabios, los que comprendieron mas rápidamente de que se trataba aquel mensaje escrito por Jesús con su dedo sobre el suelo y que se resuelve a favor de una situación realmente muy dolorosa, muy humillante, cargada de mentiras, porque citan la ley en una de sus partes, no en todas sus partes y además porque a la luz de la nueva ley, aún cuando lo propuesto sea verdad es una verdad que va a mitad de camino y la verdad tiene que ver con la misericordia de Dios que es con la que se encuentra la mujer puesta allí en una situación sumamente engorrosa, recibiendo de parte de Jesús su amor que la envuelve, que le toma el corazón y que la libera. ¿Quién te acusa mujer? Nadie me acusa Señor, yo tampoco te acuso. Se fueron los que levantaron el dedo, ya no esta entre nosotros va a decir el Apocalipsis, el que nos acusaba ante nuestros hermanos día y noche, ya no está el dedo acusador levantado sobre nosotros ahora es la misericordia de Dios la que reina y es en esta misericordia de Dios donde la mujer recupera su dignidad y sale engrandecida en su alma, en su corazón, en su vida, no solamente no acusada, no solamente liberada, sino con una indicación comienza una vida distinta, que es lo mismo que decir no vuelvas a pecar, deja la vida anterior, deja como venías caminando y comienza una vida nueva y distinta.

Cuando nosotros descubrimos esta misericordia en nuestra vida escrita por la fuerza del Espíritu Santo, el dedo de Dios, con algún instrumento del que Dios se vale para ofrecernos ese don maravilloso de la misericordia, todo comienza a ser distinto, es una gracia de Dios, la novedad de la vida. No es un esfuerzo que uno tenga que hacer para decirse hasta acá viví de una manera, a partir de acá en adelante vivo de otra, es la fuerza de la gracia de Dios que opera en nuestro corazón mostrándonos un sendero nuevo, un camino nuevo, es el camino del espíritu, el que hace nuevas todas las cosas.

El pueblo de Israel como todo pueblo religioso busco formas de agradarle a Dios y entonces eligió en su modo de dar respuesta a la propuesta de Dios, el sacrificio, el sacrificio de animales, el sacrificio de la ofrenda del primogénito y Dios que vio la buena voluntad del pueblo le mostró también de buena voluntad con todo el corazón, que ninguna de todas estas cosas estaba al alcance de semejante amor que el proponía y por lo tanto no era esto lo que el esperaba como respuesta de su pueblo, sino un corazón contento. Un corazón humilde, un corazón dispuesto al amor, un corazón misericordioso, por eso no quiero sacrificios, misericordia quiero y en la medida que el pueblo de Dios, que nosotros encontramos el camino de la misericordia para nuestro vida y el camino del perdón, de la reconciliación nos ponemos a la altura de Dios y este tiempo, el tiempo de cuaresma, es un tiempo que Dios viene a envolvernos en esa misericordia, Dios viene como a emparentarnos, a amigarnos, a familiarizarnos con su amor lleno de misericordia que busca desbordar nuestro corazón para expandirse e ir tan lejos como Dios quiere llegar con su presencia y con su mensaje llenando el mundo de este don de la reconciliación, de este don del perdón, de este don de la misericordia. Misericordia quiero y no sacrificios.

 

 
                                                                                                                                                   Padre Javier Soteras