La mujer en la colonia: vida de Luisa Martel, Ana Bernal y Magdalena Allende

lunes, 9 de julio de 2007
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Nos estamos situando en el día de la independencia, en es 9 de Julio para mirar este otro aspecto, qué pasaba con las mujeres, como vivían este tiempo.

Mujeres importantes que también tuvieron que ver con esta historia.

Hoy charlaremos con la licenciada Cristina Bajo.

Ma. Fernanda Maurutto: Buen día Cristina, ¿cómo te va?

Cristina Bajo: Buen día, y sobre todo en este día tan lindo con todo nevado.

MFM: Lindo día para escribir ¿no?

CB: Hermoso día para escribir.

MFM: Cuántas cosas para escribir, tantas cosas que nos asombran en una situación tan especial. No se como habrá sido el tiempo en aquel 9 de Julio de 1816…

CB: Yo creo que debe haber sido tan frío como ahora. No se como serán los inviernos en Tucumán, a lo mejor son diferentes que los nuestros, a lo mejor son más cálidos, aunque eso tal vez no siempre sucede.

Muchas veces suelo ir a Totoral a visitar un amigo, y uno piensa que por ir más al norte y oeste posiblemente está más caliente y cuando uno llega está más frío allá. Es como que hay un mini clima que a lo mejor es más frío o cálido donde no debería serlo.

MFM: Hoy queríamos charlar con vos un poquito acerca de las mujeres en la época de la colonia porque allí uno revisa la historia y son más los hombres que estuvieron, tanto en la Revolución de Mayo como en esta historia del 9 de Julio, pero hay algunos nombres importantes que por allí se nos pasan o que uno lo deja pasar porque no están remarcados en los libros de historia.

Entonces mirar un poco el papel de la mujer, quizá en general, pero también de algunas que han sido importantes en estas decisiones y en una mirada diferente sobre los acontecimientos de la época.

 CB: Yo creo que tenemos que retroceder un poco para poder dar un pantallazo más claro. Yo creo que el descubrimiento de América y la venida de las mujeres a América fue un enorme paso adelante con respecto a las mujeres que en ese momento estaban bien en España, porque aunque nos parezca mentira, esta América le dio a la mujer muchísima libertad y oportunidades de poder salir adelante.

Recuerdo que tuvimos mujeres adelantadas, mujeres gobernantes, mujeres virreinas, y eso en España era una cosa bastante rara, donde a lo mejor una reina podía reinar en determinadas circunstancias y no eran de las que llegaron más fácilmente, les costaba el doble que al hombre conseguir lo que deseaban, incluso siendo reinas.

Estar en América era una cosa que fluía con naturalidad. Acá vemos a la mujer haciéndose cargo de campos, teniendo a su mando la peonada y es una cosa que hasta el día de hoy se da. Entonces esto fue un cambio enorme, en ese momento, da la impresión, de que Europa retrocede.

Por otro lado, por más que se habla de que en la colonia ninguna mujer sabía leer y escribir, eso es más bien una cosa no muy estudiada y no en todos lados fue igual. Ustedes recuerden que para más o menos 1808, en Córdoba, ya había 30 ó 50 años que teníamos el colegio de las Niñas Huérfanas donde se enseñaba a leer a las señoritas y a las esclavas también.

Mientras, en Buenos Aires, el mismo colegio de las monjas Teresas, no enseñaba a leer a las niñas. Es una cosa muy rara porque nosotros teníamos ya el convento de las Catalinas desde principio de 1600 enseñando a leer a las chicas.

Yo creo que esto también marca una diferencia de zonas de lugares, en otras partes sería más atrasado.

Por otro lado, la mujer siempre tenía protagonismo que el hombre que escribió la historia se lo negó, posiblemente no a propósito, sino como una forma natural porque se vivía así. Era la forma de vida que se llevaba.

MFM: Era una expresión de cómo se vivía en ese momento. Hoy, por allí, tímidamente hemos ido dejando atrás esa mirada tan machista o una mirada desde una sociedad muy masculina.

CB: Exactamente. Muy masculina porque quizá el hombre tenía mucho protagonismo y recordemos también que en la época anterior, en la época casi diría de la conquista, antes de la colonización, ya las mujeres tenían que tomar las armas y salir a pelear con los hombres.

Entonces, todo eso marca una gran diferencia y por otro lado, como todas las guerras y todas las liberaciones, cada vez que hay un evento social dramático, generalmente la mujer gana porque tiene que tomar roles y ocupar lugares que en la vida común diaria de la paz no es necesario que los tome.

El otro día, comenzamos unas jornadas justamente con la mujer en la época de la colonia, donde se habló sobre las mujeres del 25 de Mayo y extendiéndonos casi todo el siglo XIX. El protagonismo de estas mujeres hay que buscarlo principalmente más que en el libro de historia que se escribió, en cartas, en esa literatura doméstica, porque ahí se comenta, a veces risueñamente, a veces con menosprecio o con miedo, el protagonismo de las mujeres, y nosotros ahí comenzamos a ver a través de estas cartas, donde dan nombres y muchas de ellas eran las mujeres de los congresistas, las mujeres de los que fueron los artífices de la Revolución, que salían a la calle a dar escándalo como decían algunos, pero en realidad salían a protestar a favor de la liberación, a protestar a favor de que se fundara un nuevo Estado, de que se hiciera una constitución de la libertad y entonces, ahí, las va nombrando a cada una de ella y de esa manera dejan un testimonio que los historiadores no dejan.

MFM: O que se dejó de lado porque pareciese ser un dato no muy importante pero que de hecho hace a la historia y a lo mejor completa algunos procesos de la historia.

CB: Siempre me imaginé que eso sucedió pero por ahí hay que andar mucho para encontrar esto porque está más bien en correspondencia privada.

MFM: Hoy estamos mirando a la mujer de la época, en este 9 de Julio, un poquito llevando la mirada como acompañaron también a aquellos grandes hombres, ya lo decía Cristina del 25 de Mayo, también mirando este 9 de Julio ¿quién fue Luisa Martel?

CB: Luisa Martel es una de las mujeres fundacionales, mujeres que a través de dos o tres siglos, fin del 1500, 1600 y principio del 1700 fueron mujeres que se destacaron por algo aventurero, por algo que estaba fuera de lo común en su época.

Luisa Martel era la esposa de Jerónimo Luis de Cabrera, una mujer que vino con el, que cuando sucede el arresto y la muerte de él, lucha desesperadamente para recuperar para sus hijos el nombre de su padre e incluso hace un viaje muy largo, escribe al rey y se preocupa luego de que se cumpla la orden del rey de castigar al culpable.

Esta mujer yo creo que fue excepcional, viajando por todas partes, amada por dos grandes hombres de ese momento, consiguió todo lo que quiso en su vida, sobre todo devolverle el nombre y el honor del apellido a sus hijos. Consiguió que le devolvieran algunos de los tantos bienes que les quitaron.

Luego tenemos a una Ana Bernal. Es un personaje, podemos decir, casi una víctima de su época. Enamorada del poeta Luis de Tejera, se entregó él, cosa no tan rara en esa época, porque incluso había una especia de cláusula que si el joven juraba casarse con ella, las chicas podían entregarse a ellos y luego podían discutir en cosa de que ellos quisieran abandonarlas y no cumplir con su promesa. Podían seguir un juicio donde la Iglesia y los padres la apoyaban. O sea, que no era tan raro como nos parece ahora, pero el problema de Ana Bernal es que estaba por debajo de las expectativas de la familia de los Tejera.

El hermano más chico de él, se casa con la hermana menor de ella y los padres lo obligan a separarse, a él lo mandan a un convento y la madre de ella la tiene que retirar y la mandan a Buenos Aires.

Ana Bernal muere muy joven, nunca nos enteraremos si Tejera iba a casarse con ella o no, se cree que murió de un aborto que le obligó a practicarse la madre y tuvo un final muy triste. Se podría decir que en la vida donjuanesca de Luis de Tejera, fue el gran amor que recordó hasta el día de su muerte. Quedó realmente como la amada del poeta.   

Luego tenemos a otra “víctima”, Magdalena Allende, que se enamora del indio Bamba. Uno cuando lee el poema da la impresión de que ella no se enamora, sino que él la rapta, pero ella se vuelve loca cuando muere él, yo creería que esto nos demuestra el gran afecto que había entre ellos.

Es una mujer enamorada fuera de su clase, raptada, creída víctima por un lado, hecha víctima por el lado de los que querían salvarla y que nos muestra el enorme prejuicio que había en esa época con los casamientos mixtos.

En estas tres mujeres tenemos más o menos la base de lo que era la situación de la mujer en la colonia, incluso llegando a 1810. Pero lo que sucede en este momento a partir de 1810, es que la guerra cambia la situación de la mujer y empiezan a aparecer las mujeres guerreras, como Juana Azurduy o la Delfina, el amor de Pancho Ramírez.

De hecho, Pancho Ramírez muere porque al rodar el caballo de ella, él consigue sacarla y para poder salvarla de los que los perseguían, se la entrega a su lugarteniente y él hace marcha atrás y enfrenta a los enemigos que lo matan. Ella lleva una ordalía por toda su vida, tiene una vida larga pero en estado de locura. Es muy triste la vida de ella, siempre recuerdo una cosa que leí y que me llamó la atención, que era que ellos hacían asaltos a estancia y cosas así y por supuesto, en esa época era muy común la ley del pillaje y llevarse el motín. Dicen que ella solía ir con todas las alhajas puestas, me imagino a esta mujer, a caballo por los montes, con sombrero y cargada de anillos, pulseras, collares. Me parece una imagen muy vistosa.

Por otro lado las mujeres intervinieron también en estos hechos desde el punto de vista privado, como esposas, como madres, como hijas pero que iban a pelear colgando banderas, entregando sus joyas, ya antes habían echado a los ingleses de las calles de Buenos Aires. Tuvieron una actitud muy activa aunque no parezca, todo eso se pierde un poco en la época de Rosas.

En la época de Rosas, aparte de ser una tiranía como yo lo considero, hizo retroceder a la mujer a los salones, dejó a la mitad en la calle porque pasaron a ser las esposas de las víctimas perdiendo todas las posibilidades que tenían de sacar adelante a sus hijos, perdiendo riquezas, etc.

Entonces aparece la mujer fuerte que tiene que sostener la casa, que tiene que enfrentar las desgracias, aparte de la mujer de salón.

Cuentan que la viuda de uno de los Maza, no se si del padre o del hijo, ante la prohibición de rosas de usar ropa de duelo, sale a la calle esta mujer y pinta su casa de negro.

MFM: Había que tener coraje, porque no solamente era por un vestido, sino todo un signo, y en pensamientos de una mujer, ¡qué coraje! 

CB: Realmente un coraje terrible.

MFM: Y enfrentar a alguien como Rosas, que por la historia conocemos.

CB: Hasta entonces rara vez se había tocado a la mujer. Sufría la mujer de las clases bajas cuando entraban soldados porque las primeras víctimas eran ellas, eran las que violaban, en cambio, las mujeres de las clases altas rara vez lo eran.

Rosas las puso a todas las mujeres a la par por la cantidad de venganza tomada, y a la vista está que todo el mundo quedó horrorizado cuando mató a Camila O´Gorman. Hasta entonces incluso, mujeres asesinas que habían matado a sus maridos, no habían sido muertas por la ley.

Se respetaba mucho la vida de la mujer, como dadora de vida, o posible madre, o madre. Y el hecho de matar a Camila es un poco aterrador.

MFM: Y por eso fue tan resonante el caso y a lo largo de la historia se sigue citando porque ha quedado como un icono, como un símbolo de hasta donde podía llegar el poder en ese momento, mezclado el poder con el amor, con la defensa, con los valores.

En la historia de Camila hay mucho para analizar.

CB: Hay un escrito que encontré hace no mucho tiempo, es una carta de alguien que lo visita a Rosas, una persona que no era enemigo por lo que no tengo motivo para pensar que miente, que lo interroga a rosas sobre varias cosas y él le da ciertas explicaciones. Y conversa con él y en un momento que se hace un silencio, Rosas le dice: “Yo sé lo que usted me quiere preguntar, usted me quiere preguntar sobre Camila O´Gorman. Le digo que hasta el día de hoy no estoy arrepentido de lo que hice”. ¿Qué terrible no?

MFM: Es terrible. Bueno, a Rosas se lo pinta con esta imagen, habrá que hurgar también en la historia, hasta donde fue así.

CB: Lo que era también el concepto en la época del honor de la familia, de la virtud de la mujer, etc.

MFM: Te agradezco mucho Cristina, hoy queríamos recordar a las mujeres en este día de la Patria.

CB: Muchas gracias a ustedes.