La oración de alabanza

jueves, 21 de noviembre de 2019


“Alaben el nombre del Señor, alábenlo servidores del Señor, que sirven en la casa del Señor, en los atrios de la casa de nuestro Dios”. Salmo 135,1-2

20/11/19- Según el Catecismo de la Iglesia Católica la alabanza es la forma de orar que reconoce de la manera más directa que Dios es Dios. Mediante ella, el Espíritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios (cf. Rm 8, 16), da testimonio del Hijo único en quien somos adoptados y por quien glorificamos al Padre. La alabanza integra las otras formas de oración y las lleva hacia Aquel que es su fuente y su término.

¿Qué sucede cuando alabamos a Dios? 

Éstos son algunos beneficios específicos que derivamos de alabar al Señor:

 1) La alabanza honra a Dios: La alabanza pone nuestro enfoque en Dios, no en nuestros problemas. El poder, la presencia y la capacidad de Dios transforman nuestra manera de pensar.
2) La alabanza nos hace humildes: Cuando adoramos a Dios, adquirimos una perspectiva correcta de nosotros mismos. La alabanza desinfla el orgullo y el ego. Ganamos una imagen personal saludable, basada en la perspectiva que Dios tiene de nosotros. Al quitarnos el orgullo, la alabanza nos fortalece contra la tentación.
 3) La alabanza revela nuestra amor a Dios: Si yo amo a Cristo, voy a alabarlo. Si Él ocupa el primer lugar en mi vida, voy a honrarlo con adoración y acción de gracias.
4) La alabanza nos motiva a vivir en santidad: La alabanza abre nuestros corazones para que vivamos como Dios lo desea, santos y apartados para Èl, para que hagamos su voluntad por encima de la nuestra, y queramos ser más como Èl por encima de cualquier otra persona. Cuanto más lo adoramos, más semejantes seremos a Èl.
 5) La alabanza aumenta nuestro gozo: El gozo es el compañero constante de la alabanza. Si nos sentimos deprimidos o desanimados, alabar a Dios nos traerá gozo prontamente.
 6) La alabanza establece nuestra fe: Cuanto más grande veamos a nuestro Dios, más pequeños veremos nuestros problemas.
 7) La alabanza eleva nuestras emociones: Las preocupaciones, los temores y las dudas no pueden sobrevivir por mucho tiempo en una atmósfera de alabanza.
“Si quiere ver una diferencia en su relación con Cristo y su andar con Èl, empiece a alabarlo hoy mismo. No deje de hacerlo, así se sienta inclinado a rendirse. Comprométase a una vida de alabanza y compañerismo con Jesús, y experimente la plenitud de lo que la palabra «gozo» significa para Dios.”

 

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