La Palabra de Dios abre caminos

jueves, 26 de marzo de 2015
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26/03/2015 – Jesús dijo a los judíos: “Les aseguro que el que es fiel a mi palabra, no morirá jamás”. Los judíos le dijeron: “Ahora sí estamos seguros de que estás endemoniado. Abraham murió, los profetas también, y tú dices: ‘El que es fiel a mi palabra, no morirá jamás’.

¿Acaso eres más grande que nuestro padre Abraham, el cual murió? Los profetas también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?”. Jesús respondió: “Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. Es mi Padre el que me glorifica, el mismo al que ustedes llaman ‘nuestro Dios’, y al que, sin embargo, no conocen. Yo lo conozco y si dijera: ‘No lo conozco’, sería, como ustedes, un mentiroso. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra. Abraham, el padre de ustedes, se estremeció de gozo, esperando ver mi Día: lo vio y se llenó de alegría”.

Los judíos le dijeron: “Todavía no tienes cincuenta años ¿y has visto a Abraham?”. Jesús respondió: “Les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy”. Entonces tomaron piedras para apedrearlo, pero Jesús se escondió y salió del Templo.

San Juan 8,51-59

 

La invitación de Jesús es clara: guardar la palabra. La palabra es el mismo Jesús. Él nos invita a tener vínculo de cercanía, de amistad. Él nos invita a estar en comunión con él y estando en comunión con Él entramos en comunión con el Padre y el Espíritu Santo; vienen a morar en nosotros.

El camino es Jesús . El camino para entrar en plena comunión, para vivir en la familia de Dios, para ser con Él familia en Dios.

La vida que Él trae, la plenitud de vida que el Señor nos ofrece se hace presente en el misterio de la comunión, hermanándonos en Su presencia, Él es el hermano mayor.

El que no cree en este hermano no tiene vida. Dar la bienvenida al Cristo en la propia vida es abrirse a la vida de hermano, a la vida fraterna.

La Palabra te invita a algo en particular. Qué palabras el Señor hoy te despierta en el corazón y te muenven a ir hacia adelante con una misión en particular.

¡Buen día! Bienvenidos a la Catequesis. Hoy te invitamos a compartir: ¿Qué Palabra de Dios abre caminos en tu vida?

Posted by Radio María Argentina on Jueves, 26 de marzo de 2015

 

 

María modelo de escucha de la Palabra

La palabra es para ser cobijados y guiados. Maria canta desde ese lugar donde la Palabra la habita y se hace expresión gozosa en su Magnificat. Ella es le modelo de como recibir la Palabra y proclamarla.

Maria conservaba las palabras desde lo más íntimo de su corazón. Va dejando que la palabra vaya empapando su corazón. Es tan fértil su corazón que inmediatamente da frutos.

Hoy queremos pedirle a Dios que empape nuestra alma de la presencia de la Virgen. Que su presencia sea en nuestro corazón presencia que contagia nuestro modo de vínculo con la Palabra. Queremos tener trato personal con María y así parecernos cada vez más a ella. Como nos pasa con nuestros amigos. Y desde ese lugar ser proclamada.

María nos muestra que la palabra meditada rezada, orada, cobijada es para ser proclamada y anunciada. Bienvenidos a la sintonía de este corazón mariano que no mueve a la Palabra que abre caminos en la vida.

 

 

 

 

Somos tierra sedienta de Su palabra

 

Nosotros somos como la tierra sedienta de agua. Necesitamos de esa Palabra que se hizo carne en las entrañas de María. Queremos pedirle a la Virgen que nos de esa actitud de vínculo de amor con la Palabra. Queremos imitar ese vínculo de amor que María tenía con la Palabra.

Obedientes a la enseñanza mariana, nosotros como los sirvientes en Las Bodas de Canna queremos escuchar en este día diciéndonos “Hagan todo lo que él les diga”.

María reza en silencio con la Palabra y se hace obediente a ella. Queremos tener una obediencia interior nueva a la Palabra. Una experiencia nueva de escucha y obediencia.

La Palabra se hace proyecto en nosotros. Queremos vivir en sintonía con la Palabra y no a medias. Anhelamos vivir desde este lugar donde somos fortalecidos, guiados trabajados y en comunión con las personas que amamos. Como lo hizo con Maria, la condujo al encuentro con su prima Isabel. Con ella canta la grandeaz del Señor.

Tal es la fuerza de la palabra de Dios en nuestras vidas que Ella se hace proyecto. No solo nos muestra hacia donde sino también como ir. A Maria la lleva de una manera determinada, como la fiel servidora, la humilde.

Estamos llamados a encarnar de tal manera la Palabra para llevarla al mundo, siendo Ella posibilidad de hacer de la sociedad un lugar más justo. Hay en la Palabra un compromiso de transformación personal y social.

La palabra es para ser meditada, rumidada, orada y ser compartida; para que transforme y traiga vida nueva.

Eternamente jóvenes

 

En ésta mañana posiblemente sos vos el que estas siendo empapado por la vida de la Palabra que trasnforma.La Palabra es vida que nos rescata de distitnas formas de muerte: de angustias de hastíos de sin sentido, de tristeza, de cansancios, de soledad, etc.

Escuchar las palabra, meditarla. No termina nunca este camino. Tal vez sea en la eternidad. Ésta palabra nos pone de pie, nos sostiene, nos abre a la vida. “Les aseguro que el que es fiel a mi palabra, no morirá jamás”.

En estos tiempos en donde la aspiración a la juventud eterna es una de las causas más perseguidas, es una gran noticia que ese objetivo no está mal, solo que posiblemten este desenfocado ya que las cirugías no evitan que las células envejezcan.

Si ponemos la vida en el Señor las arrugas , los años que pesan y los huesos que crujen se renuevan y revitalizan. En su presencia somos y nos sentimos jóvenes, eternamete jovenes. ¿Cómo ? Teniendo frecuencia con la Palabra pero no de cualquier manera sino de manera obediente.

El camino de la humildad y la obediencia a la palabra es en donde recibimos la gracia necesaria para que la vida permanezca y la muerte no tenga la última palabra.

Mi alimento, dice Jesús, es hacer la voluntad de Aquel me envió y el llevar a cabo su obra. Ese es el alimento de Jesús, el hacer la voluntad de Dios.

Hoy queremos acercarte o recordarte que es en María en donde nosotros aprendermos a tener un vínculo nuevo con la Palabra de Vida.
Maria, la vedadera custodia de la palabra.

P. Javier Soteras