La Palabra de Dios en casa

lunes, 2 de septiembre de 2024

02/09/2024 – Iniciamos un nuevo ciclo junto a Hermana Mónica Cordero, consagrada de la Diócesis de Río Gallegos. Con ella compartiremos cada semana una serie de reflexiones que nos ayudarán a descubrir la presencia de Dios en lo cotidiano.

En esta ocasión, y en el marco del Mes de la Biblia que iniciamos, nos invitó a reflexionar acerca del lugar que ocupa la Palabra de Dios en nuestro diario vivir y nos brindó algunos pasos para iniciarnos en el camino de un encuentro fecundo con la Palabra.

La lectura diaria de la Palabra puede ser una experiencia transformadora que nos acerca a la esencia del mensaje de Jesús. Una excelente forma de comenzar es con el Evangelio del día. “Evangelio” significa “buena noticia” y nos invita a sintonizar nuestro corazón con las enseñanzas de Cristo. Al finalizar nuestra lectura, es fundamental que nos quedemos con una sensación de esperanza y alegría, recordando que Dios siempre tiene algo que comunicarnos.

“Es normal que al leer el Evangelio nos encontremos con nombres o conceptos desconocidos. No hay que desanimarse; en lugar de eso, podemos buscar información adicional para comprender mejor el contexto. La Biblia, con su rica historia y diversidad de géneros literarios, puede parecer compleja, pero cada palabra tiene un propósito. Recordemos que no estamos solos en esta búsqueda; Dios está presente en cada pasaje, guiándonos y hablándonos”.

Para facilitar la incorporación de la lectura bíblica en nuestra rutina, Hermana Mónica nos sugiere comenzar con lecturas cortas, ya sea del Evangelio diario o de los Salmos. Estas lecturas breves nos permitirán reflexionar y recordar el mensaje a lo largo del día. Un ejercicio útil que nos recomendó es anotar una frase que resuene con nosotros y colocarla en un lugar visible, como la heladera, para que nos acompañe y nos inspire.

“Septiembre puede ser un mes ideal para profundizar en la lectura de la Palabra de Dios. Proponerse leer un libro específico, como el Evangelio de Marcos, o dedicar tiempo a los Salmos, puede enriquecer nuestra relación con la Palabra. Además, existen recursos y cursos disponibles en línea que pueden ayudarnos a comprender mejor los textos sagrados”.

Podés ver el programa completo en el video que acompaña esta nota