La Palabra de Dios que alegra y da frutos

miércoles, 23 de septiembre de 2009
[Slideshow "la-palabra-de-dios-que-alegra-y-da-frutos-slider" no encontrado]

Entrevista a Gloria Ladislao, catequista y teóloga, laica, casada. Se desempeña como profesora de Sagradas Escrituras en Seminarios Catequísticos de Buenos Aires y en la Escuela de Nuestra Señora de Sión. Es la Directora del nuevo espacio de formación bíblica en la ciudad de Buenos Aires "Palabras con Miel". Ha publicado "Las mujeres en la Biblia" y "Palabras y Pasos", y es redactora permanente de La Liturgia Cotidiana, Ed. San Pablo, Bs.As. Participa en grupos de reflexión teológica desde las mujeres y expuso la conferencia: "… Y Jesús se dejaba besar" en el Primer Congreso de Teólogas Latinoamericanas y Alemanas en Buenos Aires, marzo 2008
 
Anabel Thanos: El Señor cuando pasa hace bien. Es el gran ordenador, el gran Equilibrio en nuestras vidas. Cuando El toca nuestras vidas las transforma, florecemos.  Hoy vamos a acudir a esa Palabra de Dios en la profundidad, que se hace nueva y nos da vida, para que florezcan estos frutos. En estos tiempos difíciles donde podemos encontrar esos lugares donde florecer, la Palabra tiene mucho para decirnos en el día de hoy. Conversaremos hoy con Gloria Ladislao.

Gloria Ladislao: Esa Palabra de Dios, a veces debemos hacer malabares para escucharlas, y concretamente en los tiempos que corren, esta obra de la Radio es un medio que quiere hacer oír esa Palabra. Palabra que nos renueva, que nos llena, que nos alienta.
El día de hoy, comienzo de la primavera, está tan bonito que invita a alabar a Dios con todo. Además, este es el mes de la Biblia. Feliz coincidencia -o feliz Providencia- que este mes en el que todo se reinicia, se renueva con la primavera, sea también el mes de la Palabra de Dios que todo lo renueva.
En toda la exhuberancia de la naturaleza, la Palabra nos convoca, nos llama, nos atrae. Elegí para compartir este libro del Cantar de los Cantares. Vamos a compartir algunos párrafos, que ubica toda su acción en la primavera. Es un poema de amor erótico, del encuentro entre el novio y la novia, y el disfrute que les da ese encuentro. Es una exaltación de los sentidos.     Vamos a conversar con Cant 2, 10

AT: Hay un texto bílico: Oseas 3,6 “conozcamos al Señor. Su aparición es cierta como la aurora, y vendrá a nosotros como la lluvia de primavera que riega la tierra” Esa lluvia que hace sentir aromas de primavera, decantadora de emociones,  limpiadora del  aire. Hoy la Palabra se hace presente, se manifiesta como este canto nuevo.
GL: Este poema “levantate, amada mia, hermosa mía, y ven. Porque mira: ya ha pasado el invierno, han cesado las lluvias, aparecen las flores en la tierra. Ha llegado el tiempo de las canciones. Se escucha el arrullo de las palomas en nuestra tierra. La higuera ya echa sus yemas y las viñas exhalan su fragancia. Levántate, amada mía, hermosa mía, y ven”
Es toda una invitación a levantarse y agudizar los sentidos para percibir toda esta riqueza que Dios ha puesto en el mundo. Como la tierra después de la lluvia, que queda completamente renovada, nutrida para este ciclo de la vida. Aparecen las flores. Y también es una invitación a agudizar el oído para captar la voz del Amado, que llama. Y nos llama de esta manera “levántate, amada mía”.
    El Cantar de los Cantares tiene algo muy fuerte con el tema de los olores y los perfumes. Cuando uno está enamorado está más perceptivo, mas atento a todo. Y este texto es una invitación a celebrar el amor. Y en esta relación de varón y mujer es donde se da la imagen de este Dios que es amor y es Comunión.
    A lo largo de todo el poema aparece