02/10/2024- Una vez más Hermana Mónica Cordero nos invitó a detenernos para encontrarnos con Dios en medio de nuestra vida cotidiana. Y en esta ocasión, y en el marco del mes de la Biblia y en el día de San Jerónimo, volvemos sobre la importancia de la Palabra de Dios.
“San Jerónimo es justamente quien da origen a este mes de la Biblia. En su momento, lo presentamos de un modo muy sencillo: como un Padre de la Iglesia de los primeros siglos, a quien el Papa San Dámaso le encarga la traducción al latín de los textos bíblicos del griego, arameo y hebreo, para que de esos tres idiomas pudiera componer un solo texto en latín, ya que en aquel momento era la lengua del imperio, la lengua común. Gracias a él tenemos una primera traducción compilada en latín. Y a partir de ahí, la Palabra va a seguir haciendo camino para llegar a todos en los distintos idiomas a lo largo de la historia. “, comenzó explicando Hermana Mónica.
“Este día de San Jerónimo, en el que concluimos el mes de la Biblia, queríamos volver a ella. Nos habíamos propuesto estar un poquito más atentos a ver qué presencia le dábamos a la Palabra de Dios en nuestros días. Quizás este mes de septiembre tomarlo de un modo distinto y quizás recurrir a algún espacio de formación o sencillamente darle más presencia a la Palabra de manera cotidiana”.
“Quizás podemos apelar a los textos de los domingos que se nos proponen en la Misa, tomar un libro en especial, uno de los 72 que tiene la Biblia, quizás uno de los Evangelios, o los salmos. Seguramente cada uno fue encontrando alternativas y lo importante es ir generando como un pequeño hábito que me ayude a acercarme de manera más fuerte y cotidiana a la Palabra de Dios y descubrir que me hace mucho bien”.
“No es el interés por un libro, sino el interés de encontrarnos, el interés de un encuentro con el que me habla a través de este libro. Hay que distinguir eso”.
“Seguramente todos tenemos en el corazón alguna cita que nos marcó ese encuentro con Dios, un versículo que nos remite a un momento que vivíamos, porque la palabra no está separada de la vida. Cuando alguna cita, algún episodio que vemos en la Palabra de Dios nos toca, nos llega al corazón, algo nos está diciendo en medio de lo que estamos pasando, de lo que estamos viviendo. La Palabra hace eco en nuestra vida, por eso es importante darle espacio”.
Hermana Mónica Cordero es religiosa consagrada de la Diócesis de Río Gallegos