La Parábola del Buen Samaritano, por doña Jovita

miércoles, 17 de julio de 2019
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17/07/2019 – Recibimos la visita de Doña Jovita, el entrañable personaje de José Luis Serrano, que nos trae cada semana algunas reflexiones e historias llenas de sabiduría y su clásica picardía.

Esta vez, la abuela de Traslasierra, nos trajo unos versos basado en la Parábola del Buen Samaritano (Lc 10,25-37) y con tonada milonguera cantó:

“Iba un hombre caminando
por un lugar apacible
cuando unos inavenibles
le salieron de los yuyos
y le dieron sin chamuyo
una paliza terrible.

Pasaban los caminantes
pero cuando lo veían
nadie se compadecía.
raudamente lo esquivaban
y en sus adentros pensaban
que algún pecado tendría.

‘Este es el que anda silbando
en el quiosco de revistas
su partido la marchita,
así que lo dejaré,
que busque en el comité
para que alguno lo asista.’

‘El tipo está bien vestido
con zapatillas y gorro,
seguro se fumó un porro
y por eso se ha mareao.
o que se quede aquí tirao
debe ser un motochorro.’

‘Tiene las tibias tatuadas
en el dorso de la mano,
éste hái de ser de Belgrano,
tiene camisa celeste.
¡que se lo lleve la peste,
yo no soy samaritano!’

Al fin, una pobre vieja
que pasó por el camino
dijo:” si éste es mi vecino,
el que me dentró a robar
y hasta me quiso pegar,
es un ladrón sin destino”

‘Pero… tengo que pensar
como el guen samaritano,
y debo darle una mano
como el señor cura ha dicho,
aunque éste sea un mal bicho
también él es mi hermano.’

Para limpiarle el garguero
le dio un trago de aguardiente.
Sobre el chichón de su frente
le puso un trapo mojao,
y al verlo tan averiao
lo perdonó enteramente.”

Escuchá al comienzo de esta nota el espacio completo con doña Jovita