La Pedofilia

jueves, 20 de mayo de 2010
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CRISTIANOS

Antes les llamaban nazarenos, despues cristianos
hoy no saben ya como llamar a cada grupo, hay tantos...
Antes al mirarles se decian: "¡Ved como se aman!",
hoy al contemplarlos se repiten; ¡"Ved como se separan"!.
¿Quién sabrá quien de ellos tienen la verdad?
 
Como ha conseguido el enemigo robarnos el terreno,
hemos comenzado hacer murallas olvidando lo primero.
Que no hay cristianismo verdadero detrás de una careta,
si no reflejamos a Jesús perdemos nuestra meta.
 
Que el que sirve a los demás es el mayor,
que el sermón del monte aún esta en vigor,
que aún existe el buen ejemplo y la humildad de corazón
y que no hay vida ni hay iglesia si no hay perdón.
 
Ojalá el maestro pueda decir como dijera hace años:
"No lloréis sólo duerme no esta muerta".
¿Qué te pasa iglesia amada, que no reaccionas,
sólo a veces te emocionas, y no acabas de cambiar?.
 
Antes tenian todo en común y oraban en la noche.
Hoy compiten por saber quién tiene mejor casa y mejor coche.
Antes morian abrazados en la arena del circo romano,
hoy discuten si al orar hay que alzar o no las manos.
 
Unos creen en profecias y otros no,
unos predican la fé y otros el amor,
unos hablan lenguas y otros presumen de virtud
y el mundo muere, muere, muere, sin ver la luz.
 
Ojalá el maestro pueda decir como dijera hace años:
"No lloréis sólo duerme no esta muerta".
¿Qué te pasa iglesia amada, que no reaccionas,
sólo a veces te emocionas, y no acabas de cambiar?
 
Jesús se levantó de la muerte,
¿Y acaso a ti no habrá quién te despierte? Marcos Vidal
 

GL: Esta realidad de la pederastia en la iglesia es una realidad dolorosa, avergonzante y es realmente abrumadora, oprimente, la información que los distintos medios dan al respecto. Muchos involucrados, muchos obispos condenados, y sobre la acusación de las víctimas ahora está pesando otra creo que tan grave, y que es el encubrimiento, tema igualmente complejo sobre el cual hay que trabajar mucho también.  Vamos a adentrarnos un poquito en la problemática misma de la pedofilia

            Mantendremos una entrevista con Ana María Rizzuto, médico psiquiatra y psicoanalista, graduada de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Córdoba y entrenada en psiquiatría y psicoanálisis en Boston, en Estados Unidos

quien además de su especialidad, al estar en países que han sufrido el embate de esta realidad, nos va a poder dar también muchas palabras formadoras.

 

GL: ¿qué es la pedofilia? ¿una enfermedad? ¿una conducta? ¿una patología? ¿un delito? ¿Cómo se está definiendo la pedofilia en el ámbito científico?

 

AMR: La pedofilia es una patología psíquica. Es una desviación del deseo por el objeto sexual. El pedófilo desea tener relaciones sexuales con el niño y está obsesionado por los genitales del niño. Intelectualmente, el pedófilo es una persona perfectamente normal, y a veces socialmente parecen normales, pero sus relaciones humanas no son normales. Son incapaces de concebir a un niño como un niño que necesita simpatía y lo ven solo como un objeto sexual.

            Hay una variante de pedofilia en el sentido de que el pedófilo puro no puede tener nada mas que relaciones sexuales con niños y en su vida de fantasía no piensa más que en niños. No puede tener relaciones sexuales con adultos. Sin embargo hay un sector de  heterosexuales y homosexuales que pueden ser pedófilos.

            La mayoría de los casos de pedofilia acontece en el hogar, con parientes, mas que nada el padre, muy poco la madre, tíos, primos mayores que el niño.

            Hay un sector de pedófilos que son capaces de funcionar heterosexualmente, pero que en circunstancias determinadas usan a los niños como objeto sexual.

            En todos los casos lo que está ausente es la empatía por el niño: el niño es objeto sexual para satisfacer la necesidad de la persona pedófila.

 

GL: en el caso del pedófilo heterosexual, que mantenga una vida sexual activa con una mujer o con una pareja homosexual, esa carencia de empatía que siente por el niño, ¿también se traslada a otros vínculos?

 

AMR: Los psiquiatras tenemos muy poca experiencia directa con los pedófilos, porque no vienen al médico. Recordemos que la pedofilia es un delito, y esta gente trata de escapar a la justicia. La empatía tiene niveles, y los casos que yo he conocido tienen cierta capacidad de simpatía con otras personas, pero no tienen reacción alguna por lo que le han hecho a los niños. Es como si no se dieran cuenta del daño que les han hecho, y siguen apegados al deseo sexual de tener una relación excitante, satisfactoria para ellos.

 

GL: Entonces esta patología ¿de qué manera inunda lo moral? Porque una persona puede tener actitudes sexuales desviadas compulsivas, y sin embargo no pierde por eso la capacidad de darse cuenta, aunque más no sea después, incluso de padecer angustia por esta compulsión que no puede controlar. Pero ¿cómo es esto de que el pedófilo, aún en momentos en que no está embargado por el deseo pueda seguir sosteniendo que tiene derecho a violar a niños? ¿qué pasa aquí con lo moral, con la conciencia?

 

AMR: Lo moral es limitado en las personas que sufren psicopatías. No entienden el sufrimiento de los otros, están dedicados a sí mismos. Y en el caso de los pedófilos, ahora con la televisión hay una especie de sostenimiento de esta patología a través de toda la pornografía sobre niños. Y esto se mantiene constantemente: la imaginación de esta gente tiene eso como objeto, y el aspecto moral es como si no contara. Es como si hubiera derecho a hacer esto. Y lo que es interesante, que se ve claramente con el Clero –tal vez se ve un poco menos en las familias- es que estos sacerdotes, temiendo lo que en el sistema legal se llama premeditación y alevosía, hacían una preparación muy sutil y prolongada de cómo seducir al niño y cómo tener al niño al servicio de sus necesidades sexuales. Gente que por meses ha estado asediando a un niño por ejemplo. Y en ese sentido hay verdadera premeditación. Y la premeditación no incluye el acto moral de decir ‘esto está mal’. Es una premeditación de planeamiento que va buscando detalles pequeños para ver cómo puede tener el pedófilo al niño.

 

GL: Hablando de premeditación ¿puede llegar el caso de que una persona ingrese al Clero ya con esa intencionalidad profunda, es decir, de llegar a los niños a través de la investidura sacerdotal para abusar de ellos?

 

AMR: Es difícil contestar esa pregunta, porque la patología sexual es tan compleja que hay gente que no se da cuenta de su patología sexual porque esto acontece en el trasfondo de su mente, hasta que viene una ocasión en la que actúan. Y es difícil decir si hay una premeditación verdaderamente conciente. Como psicoanalista, yo diría que hay una premeditación pre o in conciente en el sentido de que esta gente se da cuenta de que hay algo anormal en ellos, y puede haber buena voluntad o puede haber malicia. Es muy difícil decirlo, porque esta gente no viene a hacerse tratar. Y entonces, el elegir por ejemplo el sacerdocio es una protección global: los protege de las confrontaciones que la vida ofrece a otra gente.

 

GL: llama la atención de que un miembro de la Iglesia católica, con toda la formación que tienen para llegar a ser sacerdote, no pueda confrontar, ni siquiera incorporar junto con su pulsión o su deseo de mantener relaciones sexuales con los niños esta cuestión moral. Llama la atención por esta escisión moral en la conciencia  que eso soupone. ¿No puede unir en su conciencia,  un obispo por ejemplo, la inmoralidad de lo que está haciendo con lo que está haciendo?

 

AMR: Uno de los problemas graves desde hace muchos años en la Iglesia es que la formación es totalmente intelectual. Aún la educación moral es intelectual: es aprender los principios morales. La formación emocional del sacerdote es sumamente limitada. Y aún los procesos de selección no tienen en consideración estas cosas. Allí hay un problema muy grave, porque como esta gente son intelectualmente normales y algunos incluso tienen un nivel intelectual muy alto, aprenden muy bien toda la teología moral, pero la separan de sus deseos sexuales, de sus fantasías sexuales, y esas cosas no se conectan

 

GL: Si una persona está desconectada, escindida ¿no puede ser inimputable desde el punto de vista legal aduciendo una patología?

 

AMR: No hay ninguna persona que tenga una compulsión tan intensa que no pueda darse cuenta de lo que está haciendo. Toda esta gente sabe que esto es criminal, y por eso lo hacen con tanta sutileza, y tratan de ocultarlo con una serie de maniobras muy inteligentes. En la mente de la gente con este tipo de patología hay una división, pero a nivel conciente, al nivel donde uno es responsable frente a la ley, ellos saben que lo que están haciendo está mal.

 

GL: Esto ¿se ha dado solo en la iglesia católica o también en otras comunidades religiosas?

 

AMR: ahora están empezando a aparecer casos de rabinos, también en algunos protestantes que tienen el clero casado. Pero yo creo que la proporción es lo que hace a la diferencia. Casos de pedofilia han existido siempre y continuarán existiendo, es muy extendida y ocurren dentro de la familia. Pero la pedofilia en el clero tiene un componente social que no tiene la pedofilia de la vida diaria, y es que hay toda una estructura que ha servido para encubrir esos crímenes contra los niños. La Iglesia –hay documentos que lo prueban- ha tratado de evitar el escándalo de que esto se conociera públicamente y todo se ha puesto bajo cobertura. Entonces el crimen del cual se acusa a los obispos es de encubrimiento. Incluso ahora se acusa al Papa mismo de que no ha tomado las medidas adecuadas para proteger a los niños que sufrían, más ocupados en proteger el prestigio de la iglesia.

            Están apareciendo pruebas de encubrimiento. Por ejemplo en Irlanda, el caso de un niño que se le hizo firmar un documento de que él no iba a hablar de esto.

            Entre los curas, algunos por ejemplo, le dan la absolución al niño después del acto sexual, o le dicen al niño que si habla van a pasar cosas terribles, y que eso es solo entre ellos dos y que él tiene el poder de perdonar. Una serie de engaños para protegerse como criminal.

            Lo mismo pasa con los pedófilos en el hogar: el padre le dice al chico: ‘si tu madre sabe de esto se va a morir’. Se amenaza al niño para que no revele estas cosas a nadie. Eso es muy frecuente.

 

GL:¿cómo podemos darnos cuenta, quienes estamos en contacto con niños, de algún indicio de que este niño puede estar siendo abusado?

 

AMR: Una de las cosas que estamos aprendiendo con toda esta crisis es que los que actúan como pedófilos con niños son muy inteligentes en seleccionar al niño: los niños abusados son generalmente los que están necesitados de afecto, o los huérfanos (Irlanda, Alemania), o niños con situaciones muy tensas en el hogar. En su patología, tienen el arte de encontrar a los niños más vulnerables, más sumisos, más asustadizos, para no contar lo que les ha pasado

 

GL: ¿cuáles son las señales para que los adultos puedan llegar un poco más a tiempo?

 

AMR: No hay muchas. Los niños dan pocas señales, excepto cuando se hacen tratamientos diagnósticos. Pero es importante que cuando uno ve un niño que está en una situación difícil y que está en contacto constante con la Iglesia, o que tiene una relación especial con un pariente, tener los ojos abiertos… Un niño necesitado puede convertirse en víctima de la pederastia. Y un niño necesitado puede ser, por ejemplo, que sin ninguna intención de seducción –los niños no seducen-,  trate de engancharse con los adultos, hablar mucho con ellos porque andan buscando que alguien les responda.

 Con las fuerzas de mi alma
Quiero que sepas que en este mundo hay gente que lucha y no mira atrás
Siempre adelante, tratando y sintiendo, abriendo caminos, buscando la luz
Gente que sabe que el mundo se duerme, que a veces olvida y da vuelta la cara
Gente que sigue que no se detiene con tal de ofrecerte un minuto más.
CON LAS FUERZAS DE MI ALMA , CON LAS FUERZAS DEL SOL,

BUSCARÉ POR EL CIELO LA TIERRA Y EL MAR
CON LAS FUERZAS DE MI ALMA CON LA FUERZAS DEL SOL
JUNTARÉ OTRAS MANOS, JUNTARÉ LA PASIÓN…
DE AQUELLOS QUE CREEN, DE AQUELLOS QUE SIENTEN QUE LA VIDA
DE
UN NIÑO VALE MAS, MAS, MAS…CADA DÍA  MAS..
Quiero que sepas que dan esperanza a niños y  a padres que sufren dolor
Siempre constantes, con mucha paciencia y llenos de fe en su corazón
No tienen miedo, conocen la vida y por eso lucha con todas sus fuerzas
Son los maestros de nuestras escuelas, soldados valientes, guerreros de amor.

Quiero que sepas que al dar alegría se sienten contentos pues dan amistad
Dan de ellos mismos y nada mezquinan pues son generosos te digo en verdad
Siempre recuerdan a cada niño, pues son tesoros preciosos del alma.
Son gente linda, personas comunes, hombres, mujeres que saben  amar.

Yo por mi parte sigo esperando poder encontrarme de nuevo con vos
En algún cielo, en alguna estrella,  o tal vez en los ojos de otro niño de amor
Lo prometí, estoy luchando, y tu recuerdo me ayuda a seguir
Ya no estoy solo, hay otros que sueñan y están transformando el mundo por vos
                             Autor: Raul Frietzsche (coro Kennedy)
                                                         Dos útimas estrofas:  German  Divi

 

GL: Hasta aquí hemos ido hablando un poco de lo que es la pedofilia. En realidad, como bien lo insinuó Ana María, aquí hay dos problemas: la pedofilia y el encubrimiento.

            Creo que ninguna institución quiere mostrar que dentro de ella sucedan cosas tan horribles, porque pierde su credibilidad, su confianza, su estima, y mucho mas aún, en el caso de la Iglesia,  cuando su mensaje en materia de sexualidad es tan firme, tan claro, tan directo.

                        Pero tenemos dentro este problema, y sobre este tema dialogaremos con el Padre Rafael Velasco, s.j. Rector de la Universidad Católica de Córdoba.

 

GL: ¿Cree que hubo realmente intención de encubrimiento? Y en caso de haberla habido ¿a qué se lo atribuye?

 

RV: Creo que hubo encubrimiento en la gran mayoría de los casos. Recién ahora se está tomando conciencia dentro de la Iglesia de que esto de encubrir no se puede hacer más. Yo lo atribuyo a que hay una cultura en la Iglesia Católica que ha favorecido estas situaciones de encubrimiento, y que deben cambiar.

            Por querer preservar el prestigio, la imagen, la credibilidad, se ponía el acento en proteger al sacerdote (tal vez sin mala intención) para de esta manera proteger la institución, y se dejaba desprotegida a la víctima. Y esto ha sido una política bastante repetida. Y tiene que ver con que este abuso es también un abuso de poder, y una concepción que durante mucho tiempo dentro de grandes sectores de la iglesia ha estado, de que la iglesia se juzga a sí misma, se evalúa a sí misma y no se somete a los tribunales civiles. Nuestro propio Código de derecho canónigo, nuestro propio modo de arreglar las cosas, bastaba. Y eso en la Edad Media bastaba. Después en la modernidad, con la secularización, ha pasado mucho agua bajo el puente, y hay muchos sectores de la Iglesia a los que les ha costado muchísimo y aún hoy les sigue costando.

            Hay dentro de la Iglesia un tema cultural a cambiar muy seriamente, que tiene que ver con esto de privilegiar una cierta imagen insitutcional. En pos de eso se llega a arreglos parciales, a pedir silencio, a no mostrar, a cambiar de lugar al abusador –que vuelve a repetir su conducta-, a tomarlo como un ‘desliz’ y ni siquiera como una enfermedad ni un delito. Ha habido muchísima condescendencia, también –creo yo- por muchísima ignorancia, de querer resolver lo que fue llamada por algunos formadores de seminarios la ‘palmoterapia’: dar una palmada y decir ‘vamos a ir para adelante, muchacho. Esto ya va a pasar’, en lugar de afrontar las causas.

 

GL: Esto de que “la Iglesia se juzga a sí misma” suena como similar a lo que es el colectivo militar: cuando un militar comete una infracción debe juzgarlo un tribunal militar porque el de afuera no entiende. El trasfondo puede llegar a justificar determinados derechos

 

RV: Ese es el discurso de las corporaciones, que tenemos que abandonar. Lo mismo pasa con los periodistas: nadie les puede decir nada porque se abusan de la libertad de prensa, pero ¿quién los regula? ¿cómo se puede hacer entonces para que digan la verdad?

 

GL: Tenés razón: pueden mentir, calumniar, injuriar, pero es libertad de prensa. Además no puedo revelar las fuentes…se dice…un rumor… Son todos argumentos corporativos: a mi, me juzgo yo o mis pares.

 

            Vos decís “esto pasaba en la Edad Media, ya no funciona más” ¿por qué? ¿cómo era en la Edad media y cómo es ahora?

 

 RV: La mirada que todavía en muchos sectores de la Iglesia no se termina de comprender es que la cristiandad se acabó. La cristiandad era el modelo de la Edad Media: la cruz y la espada juntas, el poder espiritual que tenía una tutela sobre el poder temporal, el Papa que Coronaba al Emperador y por tanto había una tutela espiritual, y la cristiandad era el modo de ser, por tanto, las leyes eclesiales estaban fuertemente intrincadas con las civiles. Con la aparición de la Modernidad y la separación de Iglesia y Estado, y con todo lo que la modernidad ha traído: la autonomía de las ciencias, del saber, la autonomía del Estado respecto de la Iglesia, la pluralidad de confesiones religiosas con carta de ciudadanía en igualdad de condiciones… todo eso ha sido traumático para la Iglesia, y en muchísimos casos todavía no es aceptado. No es aceptado como que, bueno, que la Iglesia tiene una palabra para decir como un sujeto colectivo en medio de otra serie de entidades, pero que no es LA palabra, es decir, no tiene por qué querer imponer su palabra. En el caso de la unión homosexual es otro de los casos. Tenemos que aprender a dialogar con un mundo, una cultura que tiene su propio  lenguaje, y hay que aprender ese lenguaje para poder expresarse y traducir lo nuestro en un lenguaje comprensible. Y comprender también –y esta es una mirada teológica- lo que Dios nos está diciendo a través del lenguaje de la modernidad a nosotros como institución eclesial. En eso, esta falta de comprensión de la cultura moderna, ha llevado primero a condenar la modernidad en bloque, a verlo todo como ‘enemigo de la fe’, como adversario ante el cual no se puede mostrar el lado débil, y ante los cuales muchas veces la Iglesia se ha puesto con el dedo acusador. Ahora el dedo acusador se vuelve contra la Iglesia: la Iglesia ha señalado y señala a los demás, con demasiada frecuencia, conductas desviadas sexualmente, y entonces ahora esto se vuelve en contra nuestro. Porque nos hemos querido erigirnos en una ‘agencia de moralidad internacional’ y ahora hemos recibido el rebote.

            Uno dice ¿por qué tanta virulencia? Y es porque los delitos son delitos realmente grandes.

            Pero también debemos aprender con humildad que nosotros no podemos ser El Tribunal del Mundo  diciéndole lo que tienen que hacer.

 

GL: Invito a los oyentes a dialogar en esta clave: ¿qué pensamos que Dios nos está queriendo decir en relación o a propósito de este escándalo? Esto nos duele, nos averguenza, pero sabemos que Dios saca lo bueno de lo malo. Tenemos que aprender a leer los signos de los tiempos. ¿hay algo de Providencia dentro de todo este horror?

 

GL: Aclarado está que los tiempos están cambiando. Y nosotros como católicos tenemos también que aprender que “el Espíritu hace nuevas todas las cosas”.

            Yo quiero ponerme ahora en el lugar de un obispo, casi como si me pusiera en el lugar de un padre y una madre. Supongamos que algo grave acontece en la familia: yo voy a tratar de cubrir, pudorosamente, esta herida que abochorna, que hiere. Y al mismo tiempo, mido cuánto daño puede llegar a hacer la difusión de esto. Todos tenemos la sensación de que algo malo, en lo secreto, se mantiene en un espacio reducido. Al hacerse público, se expande el mal, llega a mucha gente, y entonces hace más daño. Digo esto para tratar de entender otro modo por el cual se llega al silencio a veces. Es decir: además del modo ‘perverso’ de silenciar u ocultar para cuidar la imagen o de proteger el poder, también puede haber un modo ‘paternalista’ de querer evitar a los demás un sufrimiento o una situación para la cual puedan no estar preparados para discernir. Porque la verdad es que de pronto, imaginar un obispo pedófilo, produce un caos en la conciencia y en el alma.

            Personalmente pienso que esta actitud paternalista, con buena intención, no es un respaldo al delito ni una adhesión a la mentira. Hay poca conciencia de que es un delito, mas bien se mira con una mirada de Iglesia, con mucho amor hacia la Institución, y con mucho amor a la gente, tratando de no llevarle un peso. Es decir: uno les quiere evitar a las personas que quiere, que enteren de cosas que hacen mal. De todas maneras todos los hombres tenemos que aprender. Si esto nos pasa en la familia: en la familia conservamos secretos que a veces son sumamente dañinos para quien los guarda en su propio corazón. Y lo hacemos con buena intención. Sin embargo, la psicología ha demostrado ya el daño que hacen estos secretos.- La sociedad argentina ha guardado muchos secretos, y ahora estamos viendo el daño que hizo guardar esos secretos.

 

RV: Uno no niega la buena intención de quienes han intentado disimular estos casos justamente por cariño al sacerdote, a la Iglesia, y a la gente. Porque hay un pudor, una delicadeza, que hace que  uno no pueda exponer  a la víctima tampoco, porque uno expone tanto al victimario como a la víctima. Pero hay un límite, que es el límite del delito. Creo que recién ahora, en la gran mayoría dentro de la Iglesia, se cae en la cuenta de eso. ESTO ES UN DELITO. Se lo tenía como un pecado, como algo malo… y en el mejor de los casos intentando proteger a la víctima y a su familia que en general solían ser familias cercanas a la Iglesia, no se hacía público. No había una conciencia tan clara de que esto es un delito. Y frente a un delito, ya no hay una cuestión de pudor sino de encubrimiento. Y hay que someterse a las leyes civiles. Pensarlo solo como pecado, solo desde la iglesia, solo desde la cuestión religiosa, es pensarlo desde la pre-modernidad. Las acciones que nosotros desde la Iglesia llamamos pecado, hoy en día muchas de ellas tienen incidencias civiles y penales.

 

GL: La mala relación que cierto sector de la Iglesia tiene con el mundo (y esto no es cierto sector de la Iglesia que es la cúpula, porque en esto hasta los mismos laicos se involucran exigiendo tal vez de parte del clero o de sus pastores este tipo de decisiones de decir ‘discriminate del mundo, no te sometas a sus leyes’, porque el mundo se vive como hostil)

 

RV: Hay una ‘asignatura pendiente’ de humanidad dentro de la Iglesia que tiene que ver con una teología que hemos predicado durante mucho tiempo: hemos acentuado tanto la divinidad de Jesús que nos hemos olvidado de la humanidad.

            Decías recién de obispos que han tenido este tipo de actuaciones: nos muestran la humanidad y la fragilidad, porque todos estamos sometidos a las generales de la ley. Por lo general, quienes se erigen en jueces y piden esto de que hay que apartarse del mundo porque es malo todo lo que de él venga, esconden mucho miedo. Miedo al mundo afectivo, a los cambios. Detrás de estas posturas tan abigarradas y que parecen tan ortodoxamente católicas hay muchas cosas. Y en el fondo tienen muy poco de católico, porque católico significa universal, capacidad de abrirse a lo universal. Muchas veces parecen mas bien fundamentalistas, no se permite el diálogo, el disenso, la posibilidad de explorar por ejemplo en esta pregunta que recién nos hacíamos: ¿qué nos está diciendo Dios a través de todo esto, a través de esta situación donde el mundo no reclama: ¿qué pasa con la Iglesia, que no ha obrado bien? Tiene que plantearse cambios estructurales y cambios de conversión: de mayor humildad, de mayor capacidad de escucha y de diálogo, de tener presente de que el mundo nos está diciendo algo. Y tiene que ver también con que esta formación en la fe –no solo en el clero sino en todos en general-, debe incorporar fuertemente lo emocional y asumir mas lo humano: la realidad afectiva, cultural, psíquica de la persona, y que la ley moral no es universal, no se puede aplicar siempre de la misma manera, porque los seres humanos tenemos nuestras carencias, nuestras falencias, tenemos nuestra afectividad que hay que conocer, comprender y aprender a integrar en la vida de fe, y eso es también una asignatura muy pendiente.

 

GL: Los que estamos comprometidos en transmitir desde la Iglesia el mensaje de Jesús, sentimos los golpes a la Iglesia como golpes a nosotros mismos (aunque uno pueda diferenciarse por salud psíquica)

 

RV: Quisiera agregar que muchas veces, en estos discursos contra la Iglesia, lo que se está escondiendo es no querer autocriticar a la Iglesia. Yo como sacerdote de la Iglesia Católica, creo que necesitamos muchísima autocrítica. Cuando esa autocrítica aparece, aparecen muchas voces diciendo “a la Iglesia no se la critica”, como que eso es disentir de la Iglesia. Somos iglesia, y la cambiamos desde adentro, pero no solo con el ‘mea culpa’ personal. Nosotros tenemos toda una organización que tenemos que criticar para que sea mejor. Sin esa crítica, es imposible que la Iglesia cambie.

            También quiero agregar que suscribo a lo que decía Ana María: hay una deuda muy seria en la selección de candidatos y en la formación de los candidatos al sacerdocio, porque me parece hay un énfasis demasiado desmedido en lo intelectual y hay un descuido –porque hay un terror enorme- a la formación afectiva. Creo que hay terror al descontrol afectivo. Uno de los problemas es la des-integración de la personalidad: en el fondo, por un lado funciona perfectamente la intelectualidad pero por otro lado la función de esquema pedofílico. En seminarios y casas de formación debería haber programas de mayor integración desde la fe, de lo afectivo, de lo sexual y de lo intelectual. Y también en la selección de candidatos: creo que recién ahora muchas congregaciones y seminarios están incluyendo dentro de la pre-selección un test psicológico serio, que es fundamental. Porque muchas veces, la búsqueda de seguridad dentro de la iglesia de motivaciones que no son ni religiosa ni humanamente sanas, ha hecho que se admitan determinados candidatos al sacerdocio que son personas enfermas, que necesitan otra cosa y no estar aquí porque van a hacerse mucho daño y van a hacer mucho daño. Y muchas veces, después que se lo incorporó, se dice ‘y bueno…’ , y lo vamos llevando, y al final se ordena, y al final…pasa lo que pasa

 

GL: Si bien se ha hecho una relación entre la pedofilia y cierta atmósfera eclesial  que puede hacer propicio el encubrimiento y por lo tanto también ciertas conductas de la Iglesia respecto de su relación con el mundo, me gustaría una distinción bien clara entre pedofilia y celibato. Porque a pesar de que desde el mundo científico se afirma que no hay relación entre ambas cosas, me gustaría que lo aclares.

 

RV: Decir que ‘el problema acá es el celibato’, es distraer la atención con mala intención. El problema acá es una tendencia enferma y una conducta delictiva. Y las víctimas sufren esto y hay que centrarse en las víctimas.

            El tema del celibato optativo o no, es otro tema de discusión que debe darse dentro de la Iglesia.

            Esta discusión cuando se vincula celibato con abuso, con tendencia de abuso, con encubrimiento de abuso, en el fondo está encubriendo una cuestión autoritaria de decir ‘que todos los curas se casen’. Porque lo que se oye por los medios no es que el celibato debería ser optativo, sino que todos los curas deberían casarse. ¿Por qué este querer imponer desde otra óptica qué es lo normal? La opción del celibato es un don que se recibe y se construye y que implica justamente que en un mundo que endiosa el poder, el tener y el sexo, yo puedo querer compartir mis bienes con otros hermanos, puedo querer estar disponible para ser enviado en misión a donde haga falta y por eso me someto a la obediencia (que por otro lado es una obediencia dialogada), y puedo querer expresar en mi vida el amor de Dios que es un amor por todos y por eso no me entrego exclusivamente a una persona y entrego mi vida a Dios y al servicio de las personas. El celibato es de un valor enorme, y se puede vivir sanamente, y creo que tiene que quedar claro. Y justamente hacer un análisis previo a los candidatos al sacerdocio ayuda a que se pueda vivir con sanidad este don. Porque si no, lo que termina haciendo esto es menospreciar el don.

 

GL: Y reafirmo que vincular celibato y pedofilia tiene mala intención, porque quienes dicen esto saben –o al menos deberían saberlo- de que tal vinculación no existe. El celibato es una opción, visto desde el punto de vista humano, una gracia, un don, y la pedofilia una patología

 

 

Participan los oyentes

– He sido víctima de abuso por parte de mi padre y mantuve el silencio durante 40 años, y después de una terapia me enseñaron que el primer paso era contarlo a la gente para quitar la carga de la situación por la que había atravesado

GL: que quede claro que quien sea víctima de esta situación necesita ayuda, y necesita sobre todo entender qué es ser víctima. Gracias por compartir tu experiencia. Supongo que debe ser terriblemente doloroso abrir y comentar esto. Entendemos cuáles son los mecanismos de engaño para que la víctima se mantenga en silencio, pero es vital que se hable. Solo la circulación del aire puede ventilar lo rancio de una situación tan enferma como esta.

 

– No tratar de echar toda la culpa a la Iglesia de que encubrieron. Puede ser que la Iglesia ha hecho la corrección fraterna a la persona, la persona se arrepintió y luego volvió a reincidir, pero no creo que en todos los casos la Iglesia intentó tapar porque sí no mas

RV: Ciertamente la corrección fraterna es un paso fundamental en la comunidad cristiana para que recapacite el que ha obrado mal, pero creo que hay que distinguir entre corrección fraterna respecto de un ‘pecado’ y respecto de un ‘delito’. La corrección fraterna es parte de la vida de la comunidad eclesial. Pero frente al delito eso no alcanza: Un delito hay que denunciarlo y hay que someterse a las leyes civiles, a la justicia penal. Creo que en ciertos casos cuando hubo encubrimiento fue porque no se había evaluado de que esto además de pecado era delito.

GL: Además, es muy grave el daño en la víctima, y el agresor debe de alguna manera reparar, y eso exige que la situación se haga pública

 

La Palabra de Dios es como la tuna: hay que pulirla, para sacarle la espinilla y quedarse con el jugo. “ Esa tuna, son las concepciones, culturales, sociales, la cosmovisión del hombre de otras épocas

 

 

– Creo que es necesario tratar este tema con toda crudeza. Y creo que el Espíritu Santo está purificando a nuestra Iglesia, y está haciendo primero en nuestra Iglesia lo que después va a suceder en el mundo. No podemos permitir este tipo de cosas, y tenemos que aceptar también que necesitamos purificar esta Iglesia para que se convierta en la Iglesia que Jesús y María quieren

GL: Me parece un comentario de mucha lucidez en la interpretación de la lectura de los tiempos desde la fe. Sufrimos en una primera instancia el impacto del misterio pascual de Cristo. Somos los primeros en padecerlo para que después también esa misma gracia desborde hacia el mundo

RV: Gustavo Gutierrez dice “la Iglesia está llamada a ser signo de lo que la humanidad está llamada a ser”, es decir, signo de una ‘humanidad nueva’. Este signo de transparencia, de purificación, de decirse la verdad, de vivir en la verdad, es muy profundo, porque en el fondo será un don para la Iglesia pero después será también un don para el mundo. Mostraremos transparencia, humildad, fraternidad, y eso será un signo y fermento en este mundo

GL: y evidentemente podrá hablar con la autoridad de la experiencia como Pedro pudo hacerlo después de negar a Jesús, una vez que ha pasado por esta ‘torturante y dolorosa’ experiencia de humillación

 

RV: Ahora pareciera (En Estados unidos y en otros lugares también) que ser sacerdote es signo de ser abusador. Es cierto que estos casos han ocurrido y ocurren, pero son una proporción muy mínima

GL: Y si no hay responsabilidad en la sociedad civil, este exceso nuevamente da una vuelta de tuerca que fomenta el encubrimiento, porque si la reacción es desmesurada, desproporcionada, carente de racionalidad, e igualmente insana, aunque se entiende que haya miedos, prejuicios, porque se ha sembrado. Pero si no hay una proporción en la reacción, evidentemente después, del otro lado de la Iglesia van a decir ‘vieron: lo mejor es tapar o callar porque después ahora los niños no se pueden acercar a los sacerdotes’

 

GL: Hay muchas personas que asocian a un pedófilo con una persona reprimida sexualmente, y que hay que ‘abrir la canilla’ y liberar sus pulsiones sexuales

RV: y la cosa va por otro lado. Por un lado,  como bien lo dijo Ana María: la mayoría de los casos de abuso se dan dentro de la familia, heterosexuales casados y con hijos. Por otro lado: ¿por qué me van a querer casar a mí? Yo no me quiero casar, quiero vivir así mi entrega a Dios. En todo caso, que se casen los que quieran

 

RV: El celibato es un tema a discutir, porque es una ley eclesial del primer milenio de la Iglesia para el catolicismo de occidente. No sería discutible si fuera algo que viene de la Palabra de Dios, o quizá fuera algún dogma de fe (pero ni siquiera es eso). No deberíamos tenerle miedo a ese tipo de discusiones, y sería un Concilio o el mismo Papa quien decida que así como esa ley se puso en la Iglesia por un Concilio, se levante el celibato como obligatorio y pueda ser libre

 

GL: Hace escasos días, el 28 de abril de este año, Bertone (el secretario de estado del Vaticano), dijo que hay iglesias orientales y también católicas que tienen sacerdotes casados, pero destacó que el celibato impuesto a la mayoría de los religiosos católicos es  una tradición positiva y muy fructífera. La no observancia del celibato es lo que conlleva grandes riesgos y tiene consecuencias que después son muy dolorosas (se está refiriendo a los que se comprometen al celibato y después no viven en coherencia con eso)  pero el celibato no es intocable: sigue abierto el diálogo, la revisión sobre este tema.

 

RV: para los oyentes que están llamando mostrando en sus discrepancias con lo dicho en este programa una actitud autoritaria, haciendo afirmaciones y pidiéndome que rectifique lo que dije, les digo que esa actitud de autoritarismo es muy mala dentro de la Iglesia, porque implica que solo hay un modo de pensar y no se puede pensar en la Iglesia, lo cual es tratar a todos de imbéciles, y ciertamente somos hijos de Dios y tenemos y podemos desde nuestra fe plantearnos preguntas y hacernos preguntas para profundizar en nuestro propio modo de ser cristianos en este mundo hoy.

 

            Al que tuvo que expresar y confesar, decir algo muy íntimo como una inclinación sexual que ha guardado en secreto, reprimido durante mucho tiempo, seguramente no le ha sido nada fácil y necesita comprensión como ser humano y como hijo de Dios, necesita sentirse amado incondicionalmente. Si uno de repente revela algo sobre su propia vida que ha sido dolorosa, uno va a recibir la aceptación incondicional de aquellos que lo aman (lo cual no implica que esté de acuerdo con determinadas acciones, conductas, pero sí le va a demostrar que antes que nada está el amor que uno le tiene). Y a las personas que tuvieron que recibir ese tipo de noticias, en momentos de dolor que eso supone, lo que a todos nos hace falta es cercanía y comprensión.

 

GL: Quiero expresar algunos puntos básicos sobre los diálogos que tuvimos con los oyentes:

1°: EL CELIBATO NO TIENE NADA QUE VER CON LA PEDOFILIA

2° En ningún momento estamos queriendo casar a los sacerdotes. Yo creo que disfrutamos enormemente el don del celibato, y particularmente en esta radio creo que gracias a eso estamos pudiendo caminar como lo estamos haciendo

3° El mismo Magisterio de la Iglesia está diciendo que no es dogma de fe, sino una cuestión disciplinar. Así como hasta hoy eso no se ha movido, en cualquier momento se podrá decir que se mueve, y eso significa que se mueve solo una estructura pastoral, y el sacerdote sigue siendo sacerdote, y el celibato va a seguir. Porque el celibato es un don, a imitación de Jesús, que fue célibe. Hay quienes eligen seguir a Jesús en ese modelo. Lo que se puede mover es la exigencia de que el sacerdote sea célibe.

4° Nuestra intención es acompañarnos mutuamente como Iglesia: avergonzada, dolida profundamente. Toda esta información mete mucho ruido dentro y nos genera inestabilidad. Y por otro lado, también la intención es poder leer la voluntad de Dios, ver ¿cuál es su Providencia, ¿qué nos está diciendo el Espíritu, ¿hacia dónde va pulsando la historia el Espíritu Santo? ¿qué cambios tenemos que hacer?

            Estoy absolutamente segura de que esto no es una manzana podrida en un cajón y que sacándola se acabó el problema. Estoy segura que esto nos involucra absolutamente a todos