03/12/2018 – “En este tiempo en el que la pobreza golpea la puerta de tantos hogares nos hace ver bien qué estamos diciendo cuando hablamos de la pobreza”, comenzó diciendo Fray Aníbal Bonavita, franciscano conventual. Y agregó que “La pobreza de la que habla Jesús, la pobreza de la que habla San Francisco, no es una pobreza sociológica, no es la persona que le faltan cosas. La pobreza de la que habla Francisco y de la que habla Jesús es la de sentirse vacío para que Dios llene ese vacío”.
“Eso es lo que nosotros entendemos por pobreza -dijo Fray Aníbal- aquel que se vacía de todo, especialmente de bienes, para que ese vacío lo llene Dios“. “A veces nos aferramos a pavadas, a un auto, a una carrera, y esta riqueza no nos deja ser felices”, señaló.
“A toda persona rica, si le falta algo ya se siente pobre”, describió. Y sostuvo que “así como el enamorado habla todo el tiempo de su novia, de las manos de la novia, de los ojos de la novia, el enamorado de su auto también habla de dónde lo compró, cuánto le salió, quién sube, quién baja, y como dice Jesús, “Allí donde está tu tesoro está tu corazón“.
Fray Aníbal resaltó que “Francisco de Asís se dio cuenta de que la riqueza estaba en todo lo que lo rodeaba”. ¿Vos sabes por qué el gusano se convierte en mariposa? porque en ese momento piensa en Dios”, dijo Fray Aníbal, citando al Pobrecillo de Asís.
Citó también las palabras que recibió de Jesús, San Francisco: <¿No te das cuenta que donde yo vaya, en el camino habrá un leproso? Ahí se da cuenta -indicó- que Jesús le pide que abrace todo lo que el mundo desprecia”.
“Felices los que eligen ser pobres porque ellos tendrán a Dios por rey”, recordó el sacerdote.
“¿En qué gastas tu tiempo, tu dinero y tus palabras? porque tiempo, dinero y palabras son de Dios, decime en qué gastas esas cosas y te diré quién es tu Dios”.
“Pobre es aquel con quien todos se sienten a gusto”.
“Seamos veraces porque si no perseguimos la verdad, la verdad nos va a perseguir a nosotros”, concluyó Fray Aníbal Bonavita.
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