14/02/2020 – En Madre del Pueblo, seguimos caminando rumbo al IV Congreso Mariano Nacional 2020, que se realizará en Catamarca desde el 23 al 26 de abril de 2020. Junto al padre Marcelo Amaya y equipo cada sábado desde la Catedral Basílica y Santuario de Nuestra Señora del Valle recibimos a distintos responsables de la organización del congreso. En esta oportunidad contamos con la presencia de algunos seminaristas de la diócesis de Catamarca que se están formando para servir a la iglesia bajo el patronazgo de la Madre del Valle.
Ramón Carabajal, quien está cursando el último año del seminario, comenzó diciendo que “Desde chico mi abuela siempre me enseñaba a rezar la oración a la Virgen. Ella – completó- es de Belén y recuerdo que cuando íbamos a vacacionar, lo primero que hacíamos cuando llegábamos era ir al frente de la imagen que ella tenía y rezar, dando gracias por haber llegado bien ”.
En ese sentido, dijo que “La Virgen está muy fuerte y muy presente la Madre, tiene mucho que ver en mi historia”.
En este sentido, Leandro Roldán, el cual este año comienza el segundo año de teología, expresó que “Para mí también la presencia de la Virgen en mi vida y en mi vocación también es muy importante para mi”. “Me quedó de niño venir al centro a visitar a la Madre junto a mi mamá y mi abuela”, recordó.
“Cuando iba al colegio – recordó- como iba caminando pasaba y saludaba a la Virgen”. “Su presencia en mi vida es muy significativa”, indicó Leandro.
Por su parte, Carlos Bazán, quien comienza el primer año de teología y el quinto del seminario, indicó que “Para mi también es una alegría inmensa sentir la protección de la Virgen del Valle, y más sabiendo que la tenemos en nuestra ciudad capital”. “Recuerdo a mi abuela como la impulsora de este amor a la Virgen del Valle”. “Ella tenía una imagen de bolsillo, y siempre le rezaba, le pedía a la Virgen que nos cuide a todos, y ese amor de mi abuela hacia la Virgen, también me hizo sentir a mi ese amor, esa cercanía con la Virgen del Valle”.
“En mi vocación influye mucho -refiriéndose a la Virgen- porque caminar con Jesús, implica caminar de la mano con María, su madre, nuestra madre”, acertó Carlos.
En este sentido, Carlos indicó que “Dios se vale de muchas personas para que uno sienta el llamado”. “En mi caso fue un sacerdote que me impulsó a ser sacerdote”. “Este llamado -aclaró- es personal, yo sentí ese llamado y luego ser fiel a este llamado tan lindo que es la vocación sacerdotal”, testimonió el religioso.
Por su parte, Leandro también contó cómo se decidió por el sacerdocio “El punto inicial de este llamado también fue la presencia de un sacerdote, el padre Sonzini, en la cual de chico como monaguillo, y en ese estar con él, en celebrar la misa, la visita al seminario mayor, fue encendiendo en mi este llamado”.
Luego, dijo “Trabajando, estudiando, charlándolo con sacerdotes he podido dar lugar a esta vocación”. “Buscaba la realización plena y después de un tiempo y mucho discernimiento he podido ingresar en este camino”.
Ramón también nos dejó su testimonio sobre cómo decidió seguir a Jesús desde el sacerdocio “Me di cuenta de cómo Dios estuvo presente en mi vida”. “Dios estuvo siempre llamando, me iba llevando hacia Jesús”, contó.
“Mi historia vocacional tiene tres pilares fundamentales, primero mi familia, luego la parroquia, fui catequista, y el tercer punto, que fue el puntapié para preguntarme ¿por qué no?”. “Y esto sucedió en un retiro del movimiento Palestra”, completó.
Finalmente, los tres seminaristas, les dejaron un mensaje especialmente para los jóvenes que estén haciendo un discernimiento vocacional.
Carlos aconsejó que “Principalmente, tiene que dejarse mirar por Jesús. Hay que animarse -agregó-, hay que arriesgarse”, motivó Carlos Bazán.
Por otro lado, Leandro recomendó en este sentido que “No hay que pensar en las limitaciones que uno tiene, sino mirar a Jesús y dejarse mirar por Él”. “En este camino uno va adquiriendo mucha felicidad interior”. “A uno lo llena esta vida de consagración”, acentuó Leandro Roldán.
En el mismo sentido, Ramón animó diciendo que “Primero, dejarse amar mucho por Él y en ese amor confiar”. “Amar y confiar”, compartió Ramón Carabajal.
Finalmente, Eugenia Arrosa compartió la entrevista a María Eugenia Villagra, periodista y miembro de la pastoral de comunicación de Catamarca.
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