17/09/2020 – “La religiosidad popular es la expresión sencilla del Pueblo, que quiere que Dios bendiga sus vidas, el trabajo, la casita”, expresó María Antonia Schanton, integrante de la Comisión de Liturgia y participante de este nuevo espacio de Animación y Encuentro del IV Congreso Nacional.
En el marco de este nuevo Espacio de Animación y Encuentro del IV Congreso Mariano Nacional, y como parte de las actividades para vivir este Año Mariano Nacional, el padre Marcelo Amaya, desde Catamarca dialogó en Madre del Pueblo, con María Antonia Schanton, integrante de la Comisión de Liturgia y de la Pastoral de piedad popular.
Al respecto, María Antonia, compartió lo importante que es trabajar en equipo, aún con las condiciones adversas actuales. “Desde el año 1990 acompaño a los sacerdotes que aman esta tarea, de transmitir la fe popular, los santuarios, la fe en los santos”. “Vamos haciendo una tarea muy compartida, con las opiniones de todos”, indicó.
Al respecto, Pochi, como la llaman cariñosamente, dijo que “La piedad popular no siempre es aceptada, ir de rodillas hacia la Virgen… pero cuando uno habla con la gente comprende y aprende”. “La religiosidad popular es la expresión sencilla del Pueblo, que quiere que Dios bendiga sus vidas, el trabajo, la casita”. Y agregó que “A mí lo que siempre me produjo mucha emoción es ver la unión entre la fe y la vida, hago lo que digo y digo lo que hago”. “En realidad la religiosidad popular se ha aprendido desde siempre en las familias”.
Y al respecto recordó las palabras del papa Francisco, cuando era cardenal Bergoglio, diciendo que “Habría que santuarizar las parroquias, que sean lugares abiertos, de acogida, que sean lugares de recepción de lo que la gente trae”.
El padre Marcelo Amaya compartió la experiencia sobre la piedad popular que tiene el padre Juani Liébani, de la diócesis de Añatuya, ya que él sabe mucho por su experiencia de fe en cada peregrinación a la Virgen de Huachana, en Santiago del Estero.
En este sentido, el padre Juani reflexionó tomando unos textos de Aparecida (2007) y de Puebla (1979), sobre la piedad popular y resaltó que “Entre las expresiones de esta espiritualidad, se cuentan las fiestas patronales, las novenas, los rosarios y vía crucis, las procesiones, las danzas y los cánticos del folclore religioso, el cariño a los santos y a los ángeles, las promesas, las oraciones en familia”.
Finalmente, el padre Juani Liébana, destacó “El sentido de profunda fe del Pueblo que peregrina y expresa su fe, de modo sencillo, superando los racionalismos, respetando a los sacerdotes, el amor a María”.
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