La sexualidad en nuestras vidas y en el noviazgo

jueves, 19 de agosto de 2010
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Fragmento de la Nota con Diego del Carril, en nuestro espacio de Reflexión:

"Hagamos el ejercicio de que no es la Iglesia y los sacerdotes lo que proponen postergar las relaciones sexuales, sino que muchas veces somos nosotros los novios los que postergamos la vida matrimonial, extendiendo un noviazgo que ya llegó a su punto máximo. Entonces obviamente, llegado a esa instancia, si no asumimos la decisión de contraer matrimonio, entramos en una tensión muy difícil de asumir y de resolver en todo lo relativo a la sexualidad. Llegamos al punto en donde podemos decir ‘no puedo no mostrarle al otro mi amor también físicamente’. Ese es el punto. Pero mal la decisión de encarar la vida matrimonial.

Siempre lo comparamos nosotros con un fruto que está en un árbol: el fruto comienza siendo una florcita, un pimpollo. Crece hasta determinado punto de madurez. Ese es el momento ideal para cosecharlo. Por supuesto se puede cosechar antes, pero generalmente es un poco ácido y es muy fuerte. También se puede cosechar después de su tiempo óptimo…pero está muy pasado.

El punto óptimo es uno, y ese es el momento de asumir la vida matrimonial. Cuando creemos que estamos adelantando una necesidad de una expresión física de amor, tal vez estemos postergando otra cosa…

Esto puede iluminar mucho porque últimamente los noviazgos son cada vez más largos y eso no siempre es bueno. Cuando llega sobre su punto óptimo, a partir de ahí, empieza a tentar de a poquito contra la futura vida matrimonial"