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Entre Nosotros
La sombra de los padres
sábado, 26 de noviembre de 2011
LO SIENTO Laura Pausini
Mamá he soñado que llamabas a mi puerta un poco tensa y con las gafas empañadas
querías verme bien y fue la vez primera sentía que sabias como hoy te añoraba
y me abrazaste mientras te maravillabas de que aguantara triste y casi sin aliento
hace ya tanto que no estamos abrazadas y en el silencio me dijiste lo siento
Pero a bastado un ruido para despertarme, para llorar y para hacer que regresara
aquellos dias que de niña me cuidabas donde en verano cielo y playa se juntaban
mientras con mi muñeca vieja te escuchaba los cuentos que tu cada noche me contabas
y cuando mas pequeña tu me acurrucabas y adormecida en tu regazo yo soñaba
Pero a los dieciseis sentí como cambiaba y como soy realmente ahora me vería
y me sentí tan sola y tan desesperada porque yo no era ya la hija que querías
y fue el final así de nuestra confianza, de las pequeñas charlas que ayudaban tanto
yo me escondí tras un ajero de en paciencia y tu deseaste el hijo que se te ha negado
Y me pasaba el dia sin volver a casa, no soportaba tus sermones para nada
y comencé a volverme yo también celosa porque eras casi inalcanzable tan hermosa
y abandone mi sueño a falta de equipaje, mi corazón al mar tire en una vasija
perdí hasta la memoria por falta de coraje porque me avergonzaba tanto ser tu hija
Mas no llamaste tu a mi puerta inútilmente tuve un sueño que no puede realizarse
mi pensamiento esta tan lleno del presente que mi orgullo no me deja perdonarme
mas si llamaste a mi puerta en otro sueño no lograría pronunciar una palabra
me mirarías con tu gesto tan severo y yo me sentiría cada vez mas sola
Por eso estoy en esta carta tan confusa para encontrar algo de paz en lo que pienso
no para reclamarte ni pedirte excusas, es solo para decirte mama lo siento
y no es verdad que yo me sienta avergonzada, son nuestras almas tan igual tan perecidas
esperaré pacientemente aquí sentada. te quiero tanto mama. Escríbeme…
…tu hija
Síntesis de la entrevista a Reyna Carranza, escritora de la novela “Una sombra en el jardín de Rosas”.
“Crece bajo un gran árbol y serás solo su sombra”. Un refrán muy elocuente para lo que vamos a estar conversando hoy
Vamos a encarar este tema desde un personaje masculino. Cuando me refiero a “la sombra de los padres” me estoy refiriendo a aquellos hijos de padres importantes o famosos, con una trayectoria brillante en algún sentido, personalidades descollantes o fuertes, con un reconocimiento profesional o social muy importantes. Es frecuente que los hijos de esos padres –ya sea en versión masculina o femenina- sean una sombra de esos padres y que generen comentarios del tipo “…mirá vos…el hijo de…fulano no le llega ni a los tobillos” o “no es ni la sombra del padre”. En definitiva, esa herencia, ese legado que a veces la fama, el prestigio, la honorabilidad, la trayectoria, los premios, la inteligencia de los padres…en fin: lo que fuera, deja como un ‘mandato’ en los hijos y termina aplastándolos en su crecimiento.
La novela “Una sombra en el jardín de Rosas” de Reina Carranza, es una novela histórica inspirada en la historia de Rosas, para construir un personaje de ficción que nos ha permitido platear este tema: ¿cómo es ser hijo de padres brillantes, famosos, prestigiosos?
Los hijos varones de casi todos los caudillos han sido bastante “opacos”, con un perfil mucho mas bajo que sus padres. Rara vez, por no decir ninguna, un caudillo ha dejado de heredero a su hijo. Esos padres suelen ser autoritarios, padres con un fuerte rol social (económico, cultural o político). Y estos hijos no logran construir un yo fuerte, una identidad propia. Son por lo general hijos tímidos, abúlicos, inoperantes, llenos de miedos, sumisos, O por el contrario, son agresivos, violentos, adictos.
Lo que se vive en la época de Rosas es una metáfora de muchas etapas históricas, casi patrones que se repiten en la historia argentina
En el caso de esta novela, el hijo desde muy pequeñito se siente impactado por esta presencia paterna, pero que al mismo tiempo le inducía miedos. Entonces él creció pensando que a eso no se quería parecer
El hijo, mas que sentirse violentado por su padre, toma ‘la misma carretera en sentido contrario’, elige algo distinto a su padre casi por una necesidad de diferenciarse, pero es igual en el apasionamiento de la defensa de una causa. Había al mismo tiempo amor, admiración y rivalidad. El vínculo de ellos era de un fuerte atractivo aunque decían odiarse, por eso era difícil de entender
Esta ambivalencia de sentimientos de amor y de odio del hijo hacia su padre –en la novela-, es podríamos decir algo que se repite mucho hoy en hijos de padres que han tenido una trayectoria brillante
Eso es algo que muchas veces se constata en la vida actual: hijos que tienen un rechazo total a todo lo que haya sido su padre, y hacen todo lo opuesto
Vamos a tratar de analizar el fenómeno por el cual a veces uno brilla mucho y el otro casi es pura sombra. O al revés: uno brilla y el otro brilla con antagonismo. Por ejemplo: muchos guerrilleros han sido hijos de padres conservadores, o padres militares, y han tenido que estar en el mismo campo de batalla, peleando unos contra otros.
Entrevista a Eva Rotemberg, especialista en niños y adolescentes, directora de Escuela para Padres, y autora de varios libros. Miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina, Profesora de la Universidad Kennedy, en la Maestría de Psicoanálisis, Miembro Pleno de la Asociación Psicoanalítica Internacional, Miembro de la Asociación Médica Argentina.
GL: ¿qué pasa con los hijos de padres prestigiosos, famosos, imponentes o de mucho brillo?
ER: Los padres “famosos” han adquirido ese lugar con el tiempo, no nacieron famosos. Cuando los hijos van creciendo, si los padres no les hacen ver eso: que han ido adquiriendo, sino que les hacen ver que ellos “son” esa etiqueta, los hijos no podrán entender que ellos también podrán destacarse en algo que ellos deseen. Todo lo hecho con dedicación, con pasión, muy probablemente lo lleven a un éxito, a un logro. Si alguien de entrada se siente desalentado, siente que nunca va a alcanzar el lugar del papá ya es una persona que comienza trabajando ‘a media máquina’. En ese caso hay una rivalidad donde hay lugar para uno solo y eso genera baja autoestima, odio en los vínculos.
Hay que ver en la crianza de los hijos si los hijos fueron respetados, si los padres fueron violentos, etc. Porque para colocarse en el papel de ‘enemigos’ tienen que haberse sentido como muy excluidos del reconocimiento familiar
GL:
Vos hablás de que es importante que padres brillantes les hagan saber a sus hijos que esto ha sido un proceso. ¿Cuáles serían las herramientas a través de las cuales eso se tiene que hacer saber? Porque por un lado hay personas que aparecen desde chicos como personas muy bien dotadas. Hay familias donde los hijos heredan de los padres el ser brillantes, imitan al padre y no se hacen sombra mutuamente. Pero a veces parece que los padres ‘llegan tarde’ a darse cuenta de que el hijo se ha ensombrecido y ya no hay mucho más por hacer, y ese hijo da todos los elementos como para hacer pensar que “se ha dormido en los laureles o en la fama de sus padres”
PADRE
A los cinco años, lo puedo jurar, yo lo vi volando como Superman,
reventando malos, espantando espantos de mis pesadillas
con su Luisa igualita a mi mamá.
A los trece años le empecé a fallar, en el medio campo no podía jugar
y este secundario es cosa seria, mil materias tengo que tragar,
me dijo: es necesario, mi papá.
Para no ser un hábil ignorante como fui siempre por ser hijo de inmigrante,
acá te dejo mi sudor,
que sea savia y un motor para llevarte donde papá nunca llegó.
A los veinte años me vieron gritar: este viejo extraño qué me va a enseñar
y este laberinto de los veinticinco solo lo puedo cruzar
de un brinco sin ayuda de papá.
Y ahora que han pasado varios años más, más de treinta años debo confesar
y confieso que he tardado tantos años,
tanto para averiguar que la razón estaba aquí nomás.
Yo quiero ser la centésima parte,
solo un pedazo de lo que ha sido mi padre,
quiero subir a su ilusión y desde ahí pedir perdón
y no pedirle nada más, si lo demás ya me lo dio.
Yo quiero ver al nieto de mi padre
sabiendo más de lo que yo puedo enseñarle,
acá le dejo esta canción, mitad de paz, mitad de horror
y que la cante donde papá nunca llegó.
GL: Este tema plantea lo inverso. Dice “yo quisiera ser tan solo un pedazo de lo que fue papá y quisiera que mi hijo supiera más de lo que yo se y cantara esta canción allí donde papá no llegó”. Es decir, una mirada del tiempo inversa al mito de “Cronos” que a su vez es también el mito de Zeus. Los mitos en los que tanto se inspira Freud para describir el complejo de Edipo, es decir, el mito en el que el padre se come a los hijos por miedo a que los hijos lo destronen. Esto ocurre por tres generaciones seguidas en los dioses del olimpo.
Lo que cantaba Copani es al revés: yo soy menos que mi papá pero todo lo que él pudo me lo dio y deseo que mi hijo llegue más alto de lo que he llegado yo
¿Qué pasa que a veces se rompe esta cadena de buenos deseos?
ER: depende de cómo fue la relación de los padres con sus padres, y de éstos con los suyos; a veces los padres sienten a los hijos como rivales, entonces empiezan
No siempre es tan idílico, y muchas veces hubo malos tratos, rencores y entonces a veces la educación es una educación muy destructiva: padres que creen que tienen que enseñar a los hijos cómo se debe ser a la fuerza, y lo que hacen es hacerles sentir a los hijos como que no tienen espacio, los descalifican, los humillan. En esos casos muy difícilmente el hijo se pueda desarrollar.
Ahora bien: idealizar a un padre que se destaque por lo que sea: porque haya sido valiente en su vida, o exitoso en su profesión, etc, no ayuda mucho a los hijos. Pero esto es algo que se va construyendo desde la infancia, porque el ‘darle lugar a un hijo’ está en los pequeños detalles, por ejemplo: hablar con ellos y escucharlos en el momento de las comidas y no solo que lo importante sea la actividad de los padres (hay muchas familias en las que los hijos tienen que permanecer callados porque los padres están en ‘cosas importantes’, o que los padres se dedican solo al trabajo)
GL: o sea: ese legado que los padres han construido con esfuerzo, no se transmite exigiendo o mostrando la senda dura del sacrificio, sino también dándole espacio a los hijos como objeto de cariño, haciéndoles sentir que son importantes. Concretamente: no solo siendo un padre autoritario puede ensombrecer a su hijo, sino también siendo un padre distante o indiferente
ER: Uno puede amar a sus hijos ‘en su mente’ pero en la realidad puede no ocuparse. Y eso los hijos no pueden adivinarlo, y lo que sienten los hijos es: “si papá no está cerca de mí, es porque yo no valgo”. Los hijos no crecen por lo que los padres le dicen que tienen que ser sino que crecen y se desarrollan por lo que van sintiendo y viviendo
GL: En la novela” “, el hijo ve al padre que va adelante y lo admira, pero no lo alcanza. Pero si representamos esto en la realidad, vemos que ese padre tampoco se da vuelta para esperarlo. Sigue cabalgando adelante creyendo que su paternidad es solo abrir caminos para el que viene atrás pero no el que viene al lado
¿Cómo se da esta rivalidad entre mujeres?
ER: en la actualidad se da que las mamás quieren ‘competir para abajo’, como siendo mas jóvenes que las hijas. Y en los últimos años también se dio en la profesión. Las mujeres no hace tanto que salieron al ámbito profesional. Pero yo veo madres que trabajan con hijos y le dan un espacio a la misma altura por más que tengan más formación y experiencia que los hijos, rescatan lo que aportan sus hijos por la mirada diferente, porque también un hijo de 30 años, ya tiene su formación, su estudio, tienen una mirada importante. Hay madres que respetan eso, y hay otras madres que necesitan que sus hijos sigan ‘entronándolos’ y sigan pensando que ellas hicieron ese camino así que tienen que respetarlas.
GL: Y eso se ve mucho en empresas familiares: disputas entre madres-hijas. Cuando la rivalidad se instala justamente por trayectorias
ER: Efectivamente. Y aunque mucha gente piensa que es un tema de economía, es un tema de vínculos. Y si no se resuelve eso, luego surgen otros problemas como la rivalidad entre hermanos. Ninguno quiere sentirse excluido en una empresa familiar. Son temas muy complicados que pueden destruir familias
GL: vos hablas de la responsabilidad que cabe a los padres en este fruto negativo de un vínculo no exitoso: el rescatar lo que aporta el chico, el hacerle sentir a los chicos que aquello de lo que se goza o se disfruta fue también un itinerario; de pronto mostrarles también que cuando ellos eran chicos también tenían sus dudas y sus problemas, que no nacieron brillando como estrellas, que fueron adquiriendo esto. Pero por parte de ellos ¿no hay una envidia o rivalidad que a lo mejor de pronto no está justificada por parte de los padres? ¿No forma parte del proceso de crecimiento de los hijos idealizar de tal manera a los padres que a veces esa idealización puede terminar en un fracaso existencial en el sentido de decir “
yo nunca voy a ser como papá, así que ¿para qué voy a pelear?
”
ER: Todos los hijos idealizan a los padres. Y nosotros decimos que hay que ‘matar’ a los padres en el sentido de matar esa idealización. Hay hijos que creen que solo se van a poder desarrollar cuando se mueran sus padres. Es como que sienten que no pueden hacerse un lugar como adultos independientes de los padres. Y eso es ya una cuestión patológica que afecta el desarrollo del hijo. Y eso ya tiene que trabajarlo el hijo. Es bueno trabajar también el vínculo, pero depende de la edad del hijo. Un grado muy alto de idealización hace sentir muy pequeño al que idealiza y muy gigante al idealizado
GL: ¿qué pasa con aquellos que parecen vivir como en una permanente admiración a sus padres y eso no los ensombrece? Es decir: idealizando o no a los padres, tienen una constante actitud de reconocimiento, de admiración, pero no parece eso entorpecerles su crecimiento
ER: Si sienten agradecimiento y reconocimiento es por algo. Es porque ellos se sienten reconocidos como personas también. Ese es el gran secreto: un hijo cuyo padre es famoso pero que nunca está con él, nunca le dedica tiempo, nunca le tiene paciencia: ¿de qué le sirve la fama del padre? Para constituirse como sujetos, los hijos necesitan de los padres. Entonces esa fama se convierte en un polo negativo: en odio
GL: Es importante esto, porque muchas veces los padres creen que labrando un destino de grandeza les están dejando a los hijos la mejor herencia, y la verdad eso a los chicos no les importa, sobre todo cuando son pequeños. Los hijos cambiarían toda esa fama, esos títulos, etc, por un abrazo
ER: Es así. Muchos padres que quieren tapar sus ausencias con regalos, y luego podemos ver que los hijos rompen esos regalos como venganza
UNA HORA DE TU TIEMPO
-Papá ¿Cuánto ganas por hora?
El padre dirigió un gesto muy severo al niño y repuso:
-No me molestes, que estoy cansado.
-Pero … papá –insistía- dime, por favor, ¿Cuánto ganas por hora?
La reacción del padre fue menos severa. Solo contestó:
Ocho pesos por hora.
-Papá ¿Me podrías prestar cuatro pesos?
El padre montó en cólera y le dijo:
-Vete a dormir y no me molestes.
Había caído la noche.
El padre había meditado lo sucedido y se sentía culpable y, queriendo descargar su conciencia dolida, se asomó al cuarto de su hijo. En voz baja preguntó al pequeño:
– ¿ Duermes hijo mío ?
– Dime Papá…. (contestó entre sueños).
– Aquí tienes el dinero que me pediste (respondió el Padre).
El pequeño le dio las gracias y metiendo su manito bajo la almohada sacó unos billetes.
-Ahora ya completé el dinero…. tengo ocho pesos. ¿ Me podrías vender una hora de tu tiempo? …
GL: Algunos Padres de pronto sienten que sus hijos no pueden seguir sus itinerarios, sus caminos, y se preguntan ‘¿qué es lo que está pasando?: yo profesional exitoso, brillante, y mi hijo parece transitan el camino inverso…’
Participan los oyentes
-¿Cuáles son concretamente las cosas que hay que tener en cuenta para que los chicos no se sientan subestimados por el éxito de sus padres?
ER: dedicarles tiempo, escucharlos. Muchas veces los chicos dicen cosas que los adultos subestiman, y no le dan el valor que tiene para ese niño la palabra que está diciendo. Valorar la palabra del niño también es importante. Y también tenerle paciencia y valorarlo en todo lo que hace: si está jugando a la pelota, no pretender que sea un Maradona, porque lo van a inhibir. Darle tiempo. Los padres tienen que saber que las cosas, las adquisiciones son PROCESO. El niño no solo tiene que saber que su padre llegó a lo que llegó de un día para el otro, sino que se empieza sin saber y equivocándose. Los padres deben bajar la sobreexigencia puesta en los hijos, no pretender hijos perfectos
GL: Muchas veces se escucha decir “yo a tu edad ya había hecho tal cosa…” “yo a tu edad…”, siempre como en una comparación negativa hacia el hijo. Independientemente de que eso sea cierto o no ¿cómo vive eso el hijo?
ER: lo vive como una descalificación. Como “lo que yo hago nunca alcanza”. Los hijos son distintas personas, están viviendo en una época distinta a la de sus padres, con distintos códigos, distintas maneras de entretenerse. Ninguna comparación es buena. De lo que se trata es de que cada uno pueda ser uno mismo. Las comparaciones anulan
–
Soy mamá. Mi esposo es de los perfiles que ustedes están describiendo. ¿Puedo hacer algo para evitar que mis hijos sufran las consecuencias?
ER: Por un lado, hablar con su marido –a solas- y mostrarle que está perjudicando a sus hijos. Y quizá a través del humor, sin burlar a nadie, cuando el padre demuestra todo lo que puede, todo lo que sabe, todo lo que hace, la mamá puede decir por ejemplo ‘nosotros somos grandes y podemos todo esto ahora, pero cuando éramos chiquitos tampoco podíamos’. El humor suaviza mucho y no genera enfrentamientos. No sería bueno que la madre desprestigie al papá, y menos si lo hace con rabia. Es bueno el incluirse ella también y hacerles ver que cada uno tiene en si potencialidades tremendas aunque no seamos unos genios. Y tenemos un poder tremendo sobre los hijos, porque para ellos todo es nuevo, están aprendiendo, están conociendo. Y ese poder mal usado aniquila
–
He logrado que mis hijos tengan su porvenir, pero no le di lo mas importante. Mi tiempo. Ojalá la gente joven pueda reflexionar y darle a sus hijos lo más importante
ER: ud. está muy angustiada, porque siente que se equivocó. Es importante darse cuenta aunque los hijos sean grande. Yo quiero decirle que ‘siempre hay una segunda oportunidad’: es con los nietos. Puede ser muy valorable todo lo que ud. pueda hacer con ellos. Ellos nos dan la oportunidad de acercarnos, de darles cariño, de apoyar a sus papás que tienen que ir a trabajar
–
A mi me dieron muchas cosas materiales mas que afecto. Pero a determinada edad eso tiene que tener un cierre: hay que darse cuenta a una determinada edad que tal vez a través de eso quisieron darte afecto. Hay que saber ver el trasfondo de eso, que muy posiblemente fue que quisieron darte amor y o no pudieron o no supieron dártelo de otra manera. No se puede estar toda la vida dándole vueltas al problema
ER: Me parece genial que pueda hacer este cierre. Pero hay gente que se queda resentida, con odio, siente que no tiene recursos internos y que no se puede arreglar en la vida. Por supuesto que ese cierre que ud. pudo hacer es lo deseable, pero no todos pueden. A veces para eso hacen falta guías, maestros, terapeutas. Y también depende de la profundidad de la herida de la carencia. Hay personas que quedan con ‘ancladas’ en la carencia, sin poder salir, reclamando y reclamando, con un resentimiento muy fuerte, y eso no ayuda para nada
–
Hay hijos que reciben permanentemente ‘dobles mensajes’: papá dice una cosa, mamá dice otra, y creo que esto es muy nocivo. ¿qué me podría decir al respecto?
ER: Lo que hacen los padres en esos casos es enseñarle a los hijos a desobedecer, porque nunca van a dejar contento a ninguno, porque si uno le dice blanco y el otro negro, como la idea es contrapuesta no pueden obedecer. Los chicos se cansan de eso, y terminan haciendo ‘la suya’. Lo que están haciendo esos padres es tener a sus hijos de rehenes para pelearse y desacreditarse entre ellos, y lo que van a conseguir es que los hijos no respeten a ninguno de los dos. Y los hijos no van a tomar partido por uno de ellos pensando que es más bueno que el otro, sino que van a oponerse contra los dos, van a desobedecer a ambos
–
Soy una persona que a veces hago comparaciones con los hijos de esas ‘a tu edad yo ya había logrado tal cosa’ etc. Aparte de tratar de no hacerlo más ¿es conveniente hablar con mis hijos, pedirles perdón? Porque son actitudes que uno ya tiene estructuralmente internalizadas y uno vuelve a caer en la misma comparación y entonces ese pedido de perdón a los chicos no les sirve
GL: ella siente que se va a desacreditar el perdón si ella vuelve a caer en el mismo error
ER: el tema de pedir perdón es como que alivia mas al que pide perdón que al que escucha el pedido. Quizá ella repite y repite no porque sea estructural sino porque al pedir perdón ella se tranquiliza y piensa que con eso borra el efecto en los hijos. No está mal pedirles perdón una vez. Pero creo que lo que los hijos necesitan es que la mamá valore lo que ellos están haciendo, y no sentir de que encima de que no lo valora, mamá es insegura y vuelve a repetir, como que no se puede cambiar. Esas cosas no son estructurales, y SI se pueden cambiar. Me parece que si ella se conecta con el efecto que puede producir, lo va a dejar de hacer
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