La voz de María en mandarín

jueves, 15 de octubre de 2020
image_pdfimage_print

15/10/2020 – China, es un país que se sitúa en el este de Asia, tiene una superficie de 9.562.910 Km2, así pues, es uno de los países más grandes del mundo.

Los destinos de esta gran nación son dirigidos por su presidente Xi Jinping que es criticado a nivel mundial por una serie de medidas y practicas consideradas violatorias de los derechos humanos.

Algunos analistas internacionales sostienen que, bajo el mandato de Xi Jinping China está sufriendo la opresión más generalizada y brutal en décadas y es en este contexto que la voz de Radio María quiere llegar como un rayo de esperanza a los cristianos que viven en este país y son perseguidos.

Sobre la situación de esta nación, Bruno Tondini, analista internacional y docente de la Universidad Católica de La Plata destacó que el regimen duro del presidente chino ejerce “persecuciones sobre las minorías dentro de las cuales estamos los cristianos y nuestros queridos feligreses en ese territorio que lo sufren en carne propia. De ahí celebro este proyecto que (Radio María) esta iniciando porque es algo que el mundo esta pidiendo, una mayor comunicación para que se respeten los derechos de todos que es un poco lo que el Santo Padre a señalado en varias ocasiones”.

La diferencia de idiomas no ha sido una barrera para que la voz de María llegue, a cada continente, a través de la radio.

En los próximos meses la familia mundial de Radio María quiere  hacer realidad la primera oficina de Radio María en “mandarín”, que tendrá sede en Roma, Italia.

Este proyecto es altamente significativo teniendo en cuenta que, la Iglesia en China es una iglesia fuertemente penalizada por el contexto en el que se encuentra pero es una Iglesia Viva.

Respecto al desarrollo de este proyecto  Vittorio Viccardi, Presidente de Radio María Mundial destacó que, el mandarín es el idioma oficial de China y muchos fieles de la Iglesia en este país han pedido que la voz de Radio María también se refleje en esta lengua.

Finalmente, Viccardi subrayó: “Hoy nosotros conocemos la China por su fuerza económica, por la cuestión de la pandemia pero, en verdad, el corazón de la China es una realidad en donde hoy hay muchísimas conversiones al cristianismo. También es una oportunidad para evangelizar, darle la posibilidad de escuchar la Palabra de Dios a un pueblo que tiene una riqueza cultural importante”.