18/09/2019 – Lali Ruiz Torres, nos visitó en el programa Vive en la Ciudad y nos presentó la filosofía IKIGAI, un estilo de vida para el cuál el éxito es sinonimo de felicidad y unicidad.
Día del docente
Mi IKIGAI, concepto japonés
La filosofía ikigai llega a nuestro mundo occidental para proponer que todos tenemos un motivo para existir y para eso debemos buscar un estilo de vida que no priorice el éxito como sinónimo de perfección sino como sinónimo de felicidad y unicidad. Generar un proyecto que tenga nuestra huella, que aúne lo que somos, lo que sabemos hacer, y que nos permita vivir -y no sobrevivir- es el objetivo de este concepto aplicado a la esfera de los negocios.
Conforme estos vectores se van entrelazando, van apareciendo otras áreas, pero si no se entrelazan las cuatro, nunca se podrá llegar al ikigai:
Axel Rivas, Director de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés, presentó las 5 premisas que son necesarias hoy para formarse como docente.
Primero: deben estar convencidos que todos tienen derecho a la educación y que cada alumno es capaz de aprender de manera ilimitada para desactivar mecanismos de reproducción de las desigualdades. Las creencias de justicia necesitan conocer qué se puede y debe hacer ante situaciones de vulneración de derechos y poder actuar en los entornos más difíciles con formación específica.
Segundo: los docentes deben tener amplio dominio disciplinar de los contenidos que enseñan. Expandir los horizontes pedagógicos requiere fuertes dosis de conocimiento especializado y, sobre todo, el desarrollo del interés y en lo posible la pasión por aquello que se enseña. De otra forma lo que se aprendió alguna vez en la formación será un compartimento estanco en la vida docente, que solo revive para ser enseñado.
Tercero: hay que formar las destrezas pedagógicas para diseñar situaciones de enseñanza variadas. Hay que tener capacidad de crear proyectos, clases y recorridos que se basen en los conocimientos científicos actualizados sobre la enseñanza y en las teorías cognitivas sobre el aprendizaje. También hay que aprender a hacer investigación aplicada en la práctica para traducir la ciencia en contexto.
Cuarto: necesitamos docentes que sepan abrir el mundo del conocimiento a sus alumnos. La multiplicación de fuentes de conocimiento posibles a partir de Internet abre un nuevo rol docente: la curaduría de contenidos. Los docentes deben saber prolongar el aprendizaje, generar redes expansivas de lecturas, recomendar plataformas, videojuegos educativos y diversos recursos que hagan sentir a los alumnos que el mundo del conocimiento empieza, no termina, en el aula.
Quinto: es clave formar docentes que tengan una mentalidad abierta, de constante crecimiento, con capacidad de pregunta y problematización de las inercias. Necesitamos docentes que innoven en un sentido profundo: que puedan cambiar su mirada a lo largo del tiempo, que tengan una mentalidad científica basada en la duda, la hipótesis y la evidencia.