Las carpas

martes, 7 de agosto de 2012
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Una carpa o tienda de campaña es un pabellón de lona, tela o piel, armado sobre palos hincados en la tierra, y que sirve como alojamiento en el campo. Los antepasados nómadas del pueblo de Israel habitaban en tiendas hechas con pelo de cabra, que eran impermeables. En tiempos de Jesús, en que la población ya era sedentaria, las tiendas se seguían usando para las peregrinaciones, los viajes y en algunas tareas rurales.

La choza o cabaña se diferencia de la carpa porque se reviste con palos, hojas o maderas.

 

* Abraham y Sara y los clanes nómades: Gén 12,8-13,3. La entrada de la tienda, lugar de encuentro con Dios: Gén 18,1

 

La Tienda del Encuentro

 

Llamada también “carpa del encuentro”, “morada” o “tabernáculo”. Era una tienda, distinta a las de las familias del pueblo, ya que en su confección se debió usar lino fino. Representaba la presencia de Dios en el camino del pueblo: Ex 26,1-14.

 

1 Para la construcción de la Morada emplearás diez cortinados de lino fino reforzado, de púrpura violeta, púrpura roja y carmesí, con figuras de querubines diseñadas artísticamente. 2 Cada cortinado tendrá catorce metros de largo por dos de ancho. Todos serán de las mismas dimensiones, 3 y estarán unidos entre sí en dos grupos de cinco cortinados cada uno. 4 Además, en el borde del último cortinado de la primera serie, pondrás unas presillas de púrpura violeta, y lo mismo harás en el borde del que está en el extremo de la segunda serie. 5 Pondrás cincuenta presillas en uno y cincuenta en otro, de tal manera que las presillas se correspondan unas con otras. 6 Después harás cincuenta ganchos de oro, y con ellos unirás los cortinados entre sí, a fin de que la Morada forme un todo.

7También harás once toldos de pelo de cabra, para cubrir la Morada, a manera de carpa. 8 Cada uno de estos toldos medirá quince metros de largo por dos de ancho: todos tendrán las mismas dimensiones. 9 Luego unirás separadamente cinco de estos toldos en una parte y seis en la otra, y doblarás el sexto toldo sobre el frente de la carpa. 10 Después pondrás cincuenta presillas en el borde del toldo que cierra el primer conjunto, y otras cincuenta en el borde del que cierra el segundo conjunto. 11 Además, harás cincuenta ganchos de bronce y los introducirás en las presillas: así unirás la carpa, de manera que forme un todo.

12En cuanto a la parte sobrante de los toldos, la mitad colgará en la parte posterior de la Morada; 13 y los cincuenta centímetros que sobran a lo largo de cada lado, colgarán sobre sus dos costados para cubrirla. 14 Además, tendrás que hacer para la Morada un toldo de pieles de carnero teñido de rojo, y encima de ella otro toldo de cueros finos.

 

 

 

Moisés entraba en la carpa para encontrarse con Dios: Ex 33,7-11

 

Moisés tomó la Carpa, la instaló fuera del campamento, a una cierta distancia, y la llamó Carpa del Encuentro. Así, todo el que tenía que consultar al Señor debía dirigirse a la Carpa del Encuentro, que estaba fuera del campamento. 8 Siempre que Moisés se dirigía hacia la Carpa, todo el pueblo se levantaba, se apostaba a la entrada de su propia carpa y seguía con la mirada a Moisés hasta que él entraba en ella. 9 Cuando Moisés entraba, la columna de nube bajaba y se detenía a la entrada de la Carpa del Encuentro, mientras el Señor conversaba con Moisés. 10 Al ver la columna de nube, todo el pueblo se levantaba, y luego cada uno se postraba a la entrada de su propia carpa. 11 El Señor conversaba con Moisés cara a cara, como lo hace un hombre con su amigo. Después Moisés regresaba al campamento, pero Josué –hijo de Nun, su joven ayudante– no se apartaba del interior de la Carpa.

 

La nube que estaba sobre la carpa señalaba los movimientos del pueblo: Ex 40,36-38

36 En todas las etapas del camino, cuando la nube se alzaba, alejándose de la Morada, los israelitas levantaban el campamento. 37 Pero si la nube no se alzaba, ellos no se movían, hasta que la nube volvía a hacerlo. 38 Porque durante el día, la nube del Señor estaba sobre la Morada, y durante la noche, un fuego brillaba en ella, a la vista de todo el pueblo de Israel. Esto sucedía en todas las etapas del camino.

 

Las últimas palabras del Éxodo, “en todas las etapas del camino”, incluye los lugares de descanso de Israel y también sus estadías provisorias, como dice Rashi. Esto significa que, aunque a veces Israel se encuentra en lugares tranquilos que denotan estadías, tengamos en cuenta que esto es temporario y que deberemos enfrentar nuevos viajes y huidas (Itture Torah, vol. III).

 

La Fiesta de las Tiendas: SUKKOT

 

Es una fiesta que se celebra al final de las cosechas (aproximadamente en el mes de octubre). Es una fiesta de agradecimiento. Como todas las fiestas del calendario judío, al antiguo sentido agrícola ligado a los ciclos de la naturaleza, se le suma un sentido histórico celebrando la intervención de Dios en la vida del pueblo. Durante los días de la fiesta, los fieles construyen una cabaña para habitar, en memoria de los días pasados en el desierto: Lev 23,33-44.

33 El Señor dijo a Moisés: 34 Habla en estos términos a los israelitas:

Además, el día quince de este séptimo mes se celebrará la fiesta de las Chozas en honor del Señor, durante siete días. 35 El primer día habrá una asamblea litúrgica, y ustedes no harán ningún trabajo servil. 36 Durante siete días presentarán una ofrenda que se quema para el Señor. Al octavo día, celebrarán una asamblea litúrgica y presentarán una ofrenda que se quema para el Señor: es una asamblea solemne y ustedes no harán ningún trabajo.

37 Estas son las fiestas del Señor, en las que ustedes convocarán las asambleas litúrgicas y presentarán ofrendas que se queman para el Señor –holocaustos, oblaciones, sacrificios y libaciones, según corresponda a cada día– 38 además de los sábados del Señor, y de los dones, las ofrendas votivas y las ofrendas voluntarias que ustedes ofrezcan al Señor.

39 El día quince del séptimo mes, cuando hayan cosechado los productos de la tierra, celebrarán la Fiesta del Señor durante siete días. El primero y el octavo día serán de descanso. 40 El primer día ustedes tomarán frutos de los mejores árboles, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos y sauces del río, y se alegrarán en la presencia del Señor, su Dios, durante siete días. 41 Así celebrarán la Fiesta del Señor durante siete días cada año, en el séptimo mes. Este es un decreto válido para siempre, a lo largo de las generaciones. 42 Durante siete días vivirán en chozas. Así tendrán que hacerlo todos los nativos de Israel, 43 para que las generaciones futuras sepan que yo hice vivir en chozas a los israelitas, cuando los hice salir del país de Egipto. Yo soy el Señor, su Dios.

44 De esta manera, Moisés declaró a los israelitas cuáles eran las fiestas del Señor.

 

 

En el Evangelio la fiesta está mencionada en Jn 7,2.

 

La Transfiguración de Jesús: Pedro quiere hacer tres carpas.

EVANGELIO

Mc 9, 2-10

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos. Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas. Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Pedro dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". Pedro no sabía qué decir, porque estaban llenos de temor. Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz: "Éste es mi Hijo muy querido, escúchenlo". De pronto miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos. Mientras bajaban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos cumplieron esta orden, pero se preguntaban qué significaría "resucitar de entre los muertos".

 

 

“Considerando la simetría de este pasaje (en la estructura) con la actitud de Pedro después del primer anuncio de la pasión (Mc 8,32b-33), vemos que aquí como allá el apóstol juzga según lo que es bueno para sí; no considera lo que es bueno conforme al designio divino. Así, como en aquella ocasión Jesús recriminó la actitud de Pedro (8,33), así ahora el evangelista observa lo errado de su intervención (9,6). La experiencia en la alta montaña ante la presencia de Jesús transfigurado y de los habitantes del cielo crea en Pedro una sensación de felicidad edénica. En consecuencia propone la construcción de tres cabañas, una para Jesús, otra para Moisés y otra para Elías. El proyecto de construcción surge del deseo de retener lo más posible a los tres personajes en ese lugar que se ha vuelto paraíso; justamente en la alta montña, que es el lugar del paraíso según la representación apocalíptica de la época. Pedro no piensa en las cabañas para él mismo y los otros dos discípulos; porque lo que absorbe su atención es el interés de retener las personas beatificantes.

 

(…) Pedro estuvo errado porque no captó que la felicidad que él experimentaba se debía a la presencia de la gloria de Jesús, que proviene de la aceptación de la pasión y muerte según el plan del Padre (Mc 14,36.41). Es la Gloria que corresponde a una tal pasión y muerte; y una tal muerte trae consigo la resurrección gloriosa. La Transfiguración de Jesús no es para hacer de la montaña alta, un paraíso; es para estimular, fortalecer en el seguimiento del camino de la pasión. No es cuestión de permanecer sobre la montaña, sino descender y tomar el camino de la pasión. La revelación cristológica está orientada a una parénesis eclesiológica para una comunidad puesta en el camino que va hacia la pasión.”

Enrique Nardoni, La Trasnsfiguración de Jesús y el diálogo sobre Elías, Ed. Facultad de Teología, Bs.As.