11/11/2022 – En el “Diálogo de Hermanos”, el padre Javier Soteras y el rabino Marcelo Polakoff hablaron de las embarcaciones y el mar. Todo partió de la lectura del libro del Génesis en el capítulo 6, versículos del 14 al 19: “Constrúyete un arca de madera resinosa, hazle compartimentos, y cúbrela con brea por dentro y por fuera. Dale las siguientes medidas: ciento cuarenta metros de largo, veintitrés de ancho y catorce de alto. Hazla de tres pisos, con una abertura a medio metro del techo y con una puerta en uno de sus costados. Porque voy a enviar un diluvio sobre la tierra, para destruir a todos los seres vivientes bajo el cielo. Todo lo que existe en la tierra morirá. Pero contigo estableceré mi pacto, y entrarán en el arca tú y tus hijos, tu esposa y tus nueras. Haz que entre en el arca una pareja de todos los seres vivientes, es decir, un macho y una hembra de cada especie, para que sobrevivan contigo”.
Polakoff comenzó expresando: “El texto habla mas de un submarino primitiva que de una barca. Este relato es la primera embarcación que menciona la Torá que sirvió para salvar a la humanidad de las aguas de arriba y de abajo, esto fue el diluvio. Todos conocemos el ciclo del agua y en definitiva, es la misma desde tiempos inmemoriales, desde la creación relatada en el Génesis”. Y el padre Soteras añadió: “De hecho, para llegar a la vida terrenal tenemos que pasar por las aguas en la panza de nuestra madre. El fuego y el agua, descontrolados, son tremendos, pero también pueden ser fuente de bendición”.
“La palabra en hebreo que alude al arca solo se menciona dos veces en el Pentateuco, con el arca de Noé y con el arco de Moisés”, destacó el rabino. “La barca es un lugar clave para la tradición cristiana. Estar en la barca de Simón Pedro es estar la nueva comunidad. Jesús se sube varias veces a la embarcación de su discípulo”, dijo el sacerdote y director de Radio María Argentina.