10/10/2018 – La profesora María Gloria Ladislao eligió a los yuyos y las especias como los simbolismos sobre los que versó el programa este martes. “Estos elementos son apreciados porque le ponen sabor a la vida. Según sus características, adquieren variados simbolismos, ya sea que tengan virtudes medicinales, culinarias, cosméticas u ornamentales. Jesús también se valía de estas plantas sencillas para dar su mensaje”, expresó. Además, indicó que “en la antigüedad ya se conocían las propiedades terapéuticas de muchas plantas. Con esa sabiduría milenaria, el ser humano aprovechó las virtudes de distintas hierbas para curar catarros, aliviar dolores estomacales, calmar los nervios, y muchas otras prácticas sanadoras. Es por eso que las hierbas medicinales son un símbolo de la salud eterna que viviremos en el Reino de Dios, donde se manifestará toda la abundancia de vida que Dios tiene para regalarnos”.
La especialista en sagradas escrituras dijo que “las hierbas amargas están indicadas para celebrar la comida de la Pascua judía, acompañando el cordero y los panes ácimos. Son las verduras de hoja verde rústicas, silvestres, que crecen sin intervención humana. Se supone que la prescripción bíblica se refiere a la centaurea, parecida a nuestro diente de león. Hoy en día, la consigna de comer hierbas amargas se puede cumplir usando radicheta, achicoria, escarola o incluso lechuga. Estas hierbas amargas recuerdan la amargura del pueblo hebreo en Egipto, de la cual Dios los libró”.
Ladislao también se refirió a las hierbas aromáticas: “En el ritual de Pascua se menciona el hisopo, una hierba muy similar al orégano. La Biblia también menciona la menta, el anís, el hinojo y el comino. Estas plantas se encontraban en forma silvestre, pero también se podían cultivar, como menciona el profeta Isaías”.
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