20/01/2021 – “Hoy vamos a hablar sobre las maravillas de la Creación que es la primera revelación de Dios”, comenzó indicando María Cecilia Jaurrieta, integrante de la Orden Franciscana Seglar, en el ciclo “Laudato Sí – Todo está conectado”.
Y agregó que “Como todo está conectado, -expresó- y no podemos hablar de las maravillas de la Creación sin recordar que la mayor gracia que tenemos es el ser humano, que en esta época de la historia es el ser más desvalido”. “Y no podemos alabar a las creaturas, sin alabar al hombre que es la maravilla de las maravillas, y es el reflejo del Dios viviente”.
Por otra parte, María Cecilia habló sobre la postura del Papa Francisco, en torno a la Encíclica Laudato Sí, y cómo dirigirse a una comunidad, diciendo que “El Papa se plantea como alguien que tiene algo para compartir”. “Nos hace muy bien recordar esto”.
María Cecilia recordó lo que dice respecto a esto el Papa en el punto 62 de la Encíclica:
¿Por qué incluir en este documento, dirigido a todas las personas de buena voluntad, un capítulo referido a convicciones creyentes? No ignoro que, en el campo de la política y del pensamiento, algunos rechazan con fuerza la idea de un Creador, o la consideran irrelevante, hasta el punto de relegar al ámbito de lo irracional la riqueza que las religiones pueden ofrecer para una ecología integral y para un desarrollo pleno de la humanidad. Otras veces se supone que constituyen una subcultura que simplemente debe ser tolerada. Sin embargo, la ciencia y la religión, que aportan diferentes aproximaciones a la realidad, pueden entrar en un diálogo intenso y productivo para ambas. (62. Laudato Sí).
En torno al tema del cuidado de la vida, María Cecilia compartió el testimonio de Dévora Ranieri, profesora universitaria de la carrera de derecho, docente investigadora de la Universidad Católica Argentina y también de la Universidad de Buenos Aires, quien trabajó incansablemente por la vida, y estuvo en los debates en torno al aborto:
“La ley que acaba de sancionar la cámara de senadores, con la media sanción de diputados, es una ley injusta desde dos puntos de vista, en primer lugar injusta desde el orden jurídico positivo vigente, tanto en la Constitución Nacional como en los tratados internacionales que ha suscrito la Nación Argentina, la vida desde la concepción se encuentra protegida”.
“El niño desde la concepción en el seno materno es hijo, tiene derechos filiatorios y todos los derechos que le corresponden como persona humana”.
“Esta ley no debe ser obedecida por ningún cristiano”. “Hay un derecho a la desobediencia que se plasma en el derecho positivo vigente a través de lo que se denomina la objeción de conciencia”.
Pero, -aclaró- que “esta objeción de conciencia está regulada en esta ley que se acaba de sancionar, pero de manera limitada, de manera no adecuada, porque la ley establece que todo aquel médico o profesional de salud, que ejerza la objeción de conciencia, deberá derivar a otro profesional, y si es una clínica a otra clínica para que realice el aborto”.
Y completó diciendo que “Con lo cual esto está contradiciendo la objeción de conciencia del médico que no puede oponerse a un acto que va contra la moral y la religión y ser partícipe del mismo derivándolo”, explicó con mucha claridad Dévora Ranieri.
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