03/05/2024 – ¿Escuchaste hablar del “bombardeo enjambre”? Se trata de una novedosa tecnología bélica que ya se está usando en la guerra y funciona a través de drones explosivos que, guiados por inteligencia artificial, identifican a personas por sus rasgos faciales, los busca y los elimina “personalmente”, sin destruir el lugar donde está. O sea, para la inteligencia que está detrás de eso, “artificial” o “naturalmente humana”, el “daño colateral” ya no serían los seres humanos sino las cosas.
Lo que cuenta el filósofo francés Éric Sadin, que está pasando en los grandes almacenes de la empresa Amazon, en Estados Unidos (el dueño de Amazon, Jeff Bezos, es el hombre más rico del mundo): los empleados de esos depósitos son guiados, en tiempo real, por tablets que, guiadas por Inteligencia Artificial (que reconoce dónde están, quiénes son, cómo trabajan, y cuánto tiempo tienen) les van diciendo a dónde tienen que ir, qué tienen que buscar, dónde tienen que llevar tal o cual paquete, y en cuánto tiempo. Es decir, la Inteligencia Artificial, automatizada, robótica, utiliza o convierte a las personas en robots.
Por cosas como estas el Papa Francisco ha manifestado su preocupación, como lo hizo en el mensaje para la Jornada Mundial de la Paz (y lo hará en la próxima reunión del G7), para preguntarse: “¿Cuáles serán las consecuencias, a medio y a largo plazo, de las nuevas tecnologías digitales? ¿Y qué impacto tendrán sobre la vida de los individuos y de la sociedad, sobre la estabilidad internacional y sobre la paz?”
Dialogamos con el Padre José Funes S.J., astrónomo, titular de una cátedra que está proponiendo un ciclo de clases abiertas sobre IA.
Podes ver el informe completo en el reproductor de videos ubicado bajo el título.