28/12/2022 – Iniciamos esta semana el ciclo de espiritualidad junto al padre Héctor Espósito, sacerdote de la arquidiócesis de Córdoba y misionero vicentino. Este tiempo nos acompañará con un espacio de enseñanzas acerca de las virtudes cristianas.
El padre Héctor comenzó con la lectura del Evangelio que iluminó su reflexión y que fue el capítulo 5 de San Mateo:
“Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él. Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo: ‘Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices los afligidos, porque serán consolados. Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios. Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí. Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron.”
“La Virtud implica algo más que un valor -comenzó diciendo el sacerdote-. La palabra ‘virtud’ proviene del latín y significa fuerza, valor, vigor. Es el hábito o disposición del alma para las acciones conformes a la ley moral. Implica una necesidad constante de lucha, de vencerse a sí mismo y esforzarse”.
“Es lo que dice el Señor en el Evangelio que proclamamos: Jesús nos enseña que hay que regocijarse en los momentos difíciles”.
“Las Bienaventuranzas son la ventura del bien, ventura de que todo terminará bien. ¡Qué esperanza más linda poder creer que todo terminará bien porque el Señor lo hizo, lo conduce y el Señor lo terminará!”.
El padre Héctor advirtió que “hablar de las virtudes parece un tema de la Edad media porque hoy no se habla de virtudes y se pierde el fervor de lo que verdaderamente significa la palabra”.
El p. Héctor Espóstito es párroco de Nuestra Señora Del Rosario, en Villa del Rosario
Podés escuchar el programa completo en el audio que acompaña esta nota