Los años de San Martín en Mendoza: su tiempo como gobernador y el cruce de los Andes

lunes, 18 de agosto de 2025

18/08/2025 – Al ser nombrado gobernador de Cuyo en 1814, con sede en Mendoza, el General José de San Martín no solo asumió un cargo político, sino que también comenzó a materializar el plan continental que había ideado: la campaña para liberar Chile y Perú. Sin embargo, su tiempo en Mendoza fue mucho más que la preparación militar. Tal como explica la Dra. Liliana Llorca, vicepresidenta de la Asociación Cultural Sanmartiniana de Mendoza, San Martín fue un «gran administrador civil» cuyas medidas fueron tan notables como sus habilidades estratégicas. Durante los dos años que estuvo al frente de la gobernación, se destacó por su visión de avanzada, implementando iniciativas pioneras como la vacunación obligatoria contra la viruela para toda la población de Cuyo en 1814 y el primer censo catastral para regular el uso del agua en una región desértica. Estas acciones demuestran su capacidad para combinar la planificación militar con una gestión cívica eficaz y comprometida con el bienestar de la gente.

La monumental tarea de formar el Ejército de los Andes fue posible gracias al incansable trabajo y la colaboración de todo el pueblo cuyano, un esfuerzo que los mendocinos recuerdan con orgullo. Este ejército, conformado a partir del 1 de agosto de 1816, tuvo que prepararse para una travesía sin precedentes. La comunidad entera se volcó a la causa, donando cueros, animales y alimentos. Se ideó una comida especial, el charquicán, una pasta nutritiva que los soldados podían transportar fácilmente y que se hacía con maíz, ají y carne seca molida. Los regimientos se alojaron en conventos y casas de vecinos, demostrando una total entrega al proyecto libertador. Este apoyo popular, sumado a la maestranza militar dirigida por Fray Luis Beltrán, permitió que el ejército estuviera completamente equipado, incluso con cañones traídos desde Buenos Aires, listo para emprender el cruce de los Andes.

En Mendoza, San Martín vivió una etapa personal significativa. Llegó con su esposa, Remedios de Escalada, y en 1816 nació su única hija, Mercedes. Aunque su estadía familiar fue corta, marcada por el inminente cruce de los Andes, la ciudad aún conserva vestigios de su vida privada, como el museo de sitio donde estaba su casa. Más allá de lo personal, San Martín también forjó un vínculo espiritual y simbólico con la región. A instancias de Manuel Belgrano, consagró el Ejército de los Andes a la Virgen del Carmen, nombrándola su patrona y generala. Este acto de devoción se oficializó en una ceremonia el 5 de enero de 1817, cuando el ejército juró la bandera que lo distinguiría. La bandera, elaborada por las monjas de la Compañía de María y damas mendocinas, fue un símbolo de la identidad nacional que se forjaba en ese momento y que hoy es la bandera provincial de Mendoza.

El cruce de los Andes fue una proeza militar que demostró la genialidad estratégica de San Martín. Para evitar un enfrentamiento frontal con el numeroso ejército español, el General decidió dividir sus tropas en seis columnas que partieron por distintos pasos de la cordillera. Dos columnas principales y cuatro auxiliares se distribuyeron en un frente de casi 1,000 kilómetros para confundir al enemigo y converger en el Valle Central de Chile, donde se libraría la Batalla de Chacabuco. Esta audaz estrategia, sumada a los esfuerzos de todo un pueblo y a la visión de un líder que supo ser gobernador y militar, selló el éxito de la campaña. El legado de San Martín en Mendoza perdura en los sitios históricos, los relatos y las tradiciones, como la ley provincial que desde 1996 conmemora el Día del Padre el 24 de agosto, en honor al nacimiento de su hija Mercedes, para recordar al «Padre de la Patria».

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