02/05/2016 – La doctora en Comunicación de la Facultad de París, Roxana Morduchowicz señaló en diálogo con Radio María las características de una realidad que, en pleno siglo XXI, es palpable: la relación de los chicos con los celulares, computadoras y tablets y la televisión.
“Los chicos hoy, que tienen menos de 18 años, viven en un mundo de pantallas, más visual que nunca, que está gobernado por las pantallas. Entre ellas, las que más sobresalen son el celular, en primer lugar, que con el tiempo será una pantalla única, la televisión y la tableta. Todo lo hacen por Internet. Aprenden, se informan, se entretienen, todo, a través de pantallas”, remarcó.
“El celular es la única pantalla que no reconoce diferencias sociales, la utilizan chicos de sectores menos privilegiados como aquellos de sectores medios y altos. El celular ha logrado esto, no solo entre los chicos. Con el tiempo va a ser la pantalla única”, agregó.
En relación a las diferencias en la niñez respecto a lo que vivieron los adultos de hoy, destacó que “los chicos nacieron con las pantallas”, y lo comparó con lo que sentían las personas que hoy pertenecen al grupo de la tercera edad con sus hijos, cuando apareció la televisión.
“Para ellos es natural, es lo que pasaba cuando nació la televisión con la generación de la radio. Cada nueva tecnología trae un quiebre para los adultos, que debemos aprender a utilizarla. Esto no significa que tengan una actitud reflexiva, tienen una relación más libre con las computadoras, pero eso no significa que sean reflexivos y hagan un uso seguro. A veces se toman riesgos, como subir información personal o contactarse con desconocidos. Tienen un saber instrumental, no reflexivo”, sostuvo.
Morduchowicz, autora del libro “Los chicos y las pantallas”, subrayó la importancia de que haya “diversidad” en los pequeños, y que ellos no se queden sólo con lo que hacen con el celular, sino que también busquen otras opciones de entretenimiento y educación.
“Cada familia tiene su contexto y sabe qué es lo que corresponde. Si el uso no se convierte en abuso, está bien, pero no solo con las pantallas, sino con cualquier cosa. Lo que enriquece el capital cultural de los chicos es la diversidad, es bueno que el chico use el celular, pero que la intercale con la plaza del barrio, una lectura o un teatro. Cuanto más diverso sean los bienes culturales, más rico será su capital cultural”, afirmó.
“Para que se transforme en adicción, los padres tienen que notar que el chico no tiene ganas de salir con amigos o de hacer otra actividad que no sea estar en las pantallas, que baje el rendimiento escolar, cambie sus hábitos alimenticios o tenga problemas de salud. Son muchos los indicadores”, explicó.
La especialista, en tanto, indicó: “Hay cierto consenso en que antes de los tres años los chicos no estén en contacto con ninguna pantalla, para privilegiar las actividades motrices y la realidad real antes que la virtual. Lo recomendable es que antes de los tres años no tengan contacto con las pantallas”.
“Las pantallas han cambiado todo, la forma de relacionarnos, la manera de informarnos, la manera de aprender y de entretenernos, la de escuchar música. Las tecnologías han transformado la manera en que aprendemos y nos relacionamos. No quiere decir que lo hagamos menos, sino de otra manera”, concluyó.
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