Los cuatro dones del amor matrimonial: Sanidad

domingo, 22 de mayo de 2011
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EL PODER DE TU AMOR Ricardo montaner
Tengo que reconocer que me sorprendió el amor
me enamoré de sed, y tu eres el agua
Desnudo al aire libre estaba mi corazón
hablando solito con su corazón
El poder de tu amor que me eleva a lo profundo como un globo hasta el cielo
El poder de tu amor me sumerge a las alturas y me corta la respiración
Yo te juro, no miento, que tu amor tiene ese poder
Decir que te amo hasta la luna, eso no bastará, a menos que haya otra luna en la eternidad
Los seres solo son humanos si saben justificar oh, oh que son más humanos si pueden amar
De nube en nube va el amor. De rama en rama va el amor
de beso en beso va el amor a la cama oh

GL: ¡qué potencia tiene el amor para sanar heridas! Este es el cuarto don, que vamos a compartir con el Padre Pablo fuentes. Cuando el amor matrimonial es genuino, verdadero, cuando Dios lo bendice, tiene el don de la sanación.

PF: este don extraordinario lo habrán experimentado muchos. Un hombre con bastantes años de casado decía: ‘es tan feo pelearse en el matrimonio, pero ¡es tan lindo reconciliarse’! Muchas veces hay heridas de unos a otros entre los que viven bajo el mismo techo –no solo en el matrimonio: también entre hermanos, o cualquier persona que tiene convivencia con otros, como en las comunidades por ejemplo-. Esas heridas duelen, y más duelen cuando vienen de personas que queremos y con las que debemos seguir conviviendo. Tal vez si viniera de personas mas lejanas como compañeros de trabajo, vecinos, tal vez lo soportaríamos para no caer en peores problemas, y muchas veces cuesta más de lo que uno quisiera tanto el comprender estas heridas o estas ofensas como el perdonarlas o el aceptarlas. Por eso Dios ha puesto en el amor de la pareja este hermoso y necesario regalo de la sanación.
Sepan los matrimonios, y cualquiera que tenga un amor verdadero hacia otra personas –amigos, o feligreses y sacerdote, hermanos- que existe el don de la sanación, que las heridas se pueden sanar. Hay personas que piensan que si una persona la ofendió ya ‘fue’, ‘nunca mas’. En un adolescente se entiende, pero una persona madura tiene que saber que existe la capacidad de sanación por parte de esa amistad si es verdadera y profunda.
Pero para que haya sanación es necesario primero que haya reconciliación, que estén dispuestos y decididos a pedirse y a darse el perdón. Y es preferible que se haga con palabras sencillas. Y en la pareja el don de la sanación supera con creces los dolores que causan las heridas o las ofensas. Eso tiene una sencilla explicación: LAS HERIDAS SON PRODUCIDAS POR LA PARTE DÉBIL DE LA PERSONA, Y LA SANACIÓN ES OTORGADA POR LO MEJOR DE LA PERSONA, QUE ES EL AMOR. Podríamos decir con otras palabras: las heridas vienen de las consecuencias del pecado en nosotros, mientras que la sanación viene del Espíritu de Dios, que también está en nosotros dándonos la fuerza de perdonar.
Si lo pusiéramos en números, podríamos decir que al herirse el uno al otro en la relación, la pareja pierde en su amor 20 puntos. Pero al reconciliarse no recuperan 20 puntos sino que recuperan por lo menos 60. Es decir que con la sanación crece la relación: están más seguros de su amor mutuo. Por eso no es bueno no tener demasiado temor de herir al otro con la excusa de mantener la paz en el hogar, porque esa sería una paz barata. Es preferible una buena pelea –claro está, con ánimo de reconciliarse- que guardarse las cosas. Es mas sano en una pareja poder tocar todos los temas en el diálogo aunque no sea todo sereno como uno quisiera, que crecer en la incomunicación por miedo a herir, o a que el cónyuge se enoje o se entristezca, porque así no se confía en el poder sanador del amor.

GL: Con esto de los puntos, se me vino a la cabeza un slogans: “sane hoy! ¡gánese el pozo acumulado!”

GL: Esto ¿es válido para todas las heridas? En la convivencia, justamente el roce de la convivencia siempre va limando nuestras defensas, nuestros escudos protectores, nuestras cáscaras y a veces va dejando ‘en carne viva’ las heridas que ya traemos o los puntos más débiles que ya tenemos. Esas heridas son dolorosas. Pero otras heridas como la infidelidad o el abandono, o la soledad, las personas que de pronto son muy cerradas y no comparten su vida emocional con su cónyuge, que parecen difíciles de perdonar porque a veces incluso parecen difíciles instalarse en la vida matrimonial. ¿qué se hace con eso?

PF: Unas heridas no son lo mismo que otras. No es lo mismo una herida por infidelidad que la que ocasiona la soledad. Hay toda una historia que uno viene trayendo de heridas sin sanar desde su infancia, y lo que no se sana en la infancia después se proyecta principalmente en la pareja, y como consecuencia después también en el resto de la familia. Por eso es tan importante en el noviazgo trabajar bien todas las heridas que uno trae desde su cuna, para que después la relación sea más sana. Las infidelidades no son todas iguales, pero no se puede negar que sean heridas que pueden ser sanadas. Y cada caso es diferente. Por ejemplo si una mujer tiene que sanar una herida de infidelidad de su esposo, pero a su vez ella también la sufrió de su papá o sus abuelos, esta infidelidad le duele el doble o el triple porque golpea una herida anterior. Entonces esta herida es la oportunidad que Dios le da para que sane también su herida anterior. Pero en la infidelidad hay que ver también que no es de uno solo. Es por lo menos de tres. Supongamos que el 50% es del marido, pero el 25% puede ser de la esposa y el otro 25 de la otra persona. Entonces hay que repartir las cargas y cada uno hacerse cargo de su parte. Es difícil que uno sea infiel cuando la relación de pareja es buena.

GL: Estás hablando de heridas que golpean heridas anteriores. ¿cómo le explicarías a la audiencia cuando esas heridas no se puntualizan en un hecho o en una circunstancia concreta como puede ser una discusión, sino que tienen que ver con la forma de actuar del otro en forma mas o menos sistemática? Por ejemplo: me hiere el aislamiento permanente de mi cónyuge. Tal vez va a ser difícil que esa persona deje esa tendencia de aislamiento. Lo mismo con el que es egocéntrico. ¿qué hace en ese caso el cónyuge? ¿cómo hace perdonar lo que sabe que va a volver a ocurrir?

PF: hay que perdonar 70 veces 7. Sabiendo que va a ocurrir: también a nosotros nos tienen que perdonar porque podemos caer de nuevo en lo mismo. Y ya debemos dar por supuesto que cuando pedimos perdón esto no significa que ya nunca más vamos a caer en lo mismo. Quisiéramos no caer y vamos a hacer el esfuerzo. Pero esos problemas de aislamiento, creo que hay que buscar la oportunidad y la prudencia para ayudar a la persona a que vea por qué le pasa eso. Porque el que es aislado, no lo es ‘por gusto’. Tendrá una historia por la cual es así, pero no se justifica. Debe tomar conciencia de ello y poner los medios para salir. Debe hacerse responsable de esas actitudes que pueden estar hiriendo a los otros. Pero saber que todo efecto tiene una causa proporcional. Si uno ha llegado al aislamiento tiene que haber una o más causas de eso. Esas causas no lo justifican, pero lo explican. Entonces se trata de ayudar pacientemente a esa persona a que descubra en su historia por qué ha llegado a esto. Esto nos cuesta mucho, porque –sobre todo a los que tenemos cierta edad- nos hemos acostumbrado a vivir con nuestras heridas y nos parece que es nuestra forma de ser, y confundimos. Por ejemplo decimos: ‘yo soy una persona de carácter fuerte’, y en lugar de esto tendría que decir ‘soy una persona de carácter herido’. Porque explota cada vez que la tocan, y eso no es fortaleza. Una persona fuerte tiene dominio sobre sí. A veces sucede entonces que nos negamos a descubrir de dónde vendrá esto, y decimos ‘yo soy así. Que me acepten si me quieren’. Está bien, pero sería muy bueno que busque ‘por qué’ es así. Y si esa persona busca apoyo en un tratamiento, que el tratamiento apunte realmente a buscar ese por qué. A veces el tratamiento se reduce a compartir lo que pasó en esta semana, o en estos 15 días, o en este mes, y no entran a buscar las causas del por qué yo estoy así. Todo efecto tiene una causa. Si conozco la causa y busco la sanación de esa causa, los efectos van a desaparecer.
Voy a leer un testimonio muy lindo de alguien que en “hogares sanos y apacibles” ha encontrado recursos para seguir adelante
– Las heridas en nosotros es todo un tema. La convivencia no ha sido ni es algo fácil, pero en lo personal puedo reconocer que mi esposo, a pesar de que constantemente nos estamos tocando nuestras heridas, es mi salvación. Reconozco que en la convivencia diaria es muy difícil ver y descubrir que en esas discusiones nos estamos sanando. Sería muy fácil redactar aquí una lista inmensa de todo lo que yo ayudé a mi cónyuge (creo que hoy me siento la ‘madre Teresa’). Pero este trabajo me obliga a verme para adentro y descubrir en qué cosas mi esposo me ha sanado. Como ya dije, la convivencia no es fácil, y en las discusiones nos herimos tocando puntos muy fuertes. En principio tomé el papel de víctima pensando que solo a mi me pasaba. ¿Cómo mi marido podía echarme en cara tantas cosas: decir que yo no servía , que todo lo hacía mal? Hasta que comenzamos a trabajar con estas herramientas. Ahí comencé a ver perfectamente el por qué me afectan tanto a mi esas palabras. Son parte de mi desvalorización como persona. Esto me viene desde muy chica. Ahora bien: como a mi para santa me falta mucho, mis palabras hacia él no son de lo mas suave. Al contrario: yo soy de muy poco hablar en una discusión, y mucho menos de gritar, pero la palabra que digo es un misil teledirigido que da justo donde puede hacer más desastre. El ver todo esto me lleva a descubrir que hay momentos donde ni yo sé lo que estoy reclamando. Aunque por fuera se vea que es su demora en salir a trabajar o ´por su negativismo, veo que en el fondo simplemente le estoy ‘cobrando boletas de mi niñez’ en donde la inseguridad económica era importante y muy dolorosa para mi. Esto ahora puedo decir que ya lo tengo claro y estoy trabajando para sanarme”.

EL AMOR DE MI VIDA Pablo milanés
Te negaré tres veces antes de que llegue el alba
Me fundiré en la noche donde me aguarda la nada
Me perderé en la angustia de buscarme y no encontrarme
Encontraré la luz que se me esconde tras el alma

Desandaré caminos sin salida, como muros.
Recorreré los cuerpos desolados sin futuro.
Destruiré los mitos que he formado uno a uno,
y pensaré en tu amor, este amor nuestro vivo y puro

Te veo sonreír, sin lamentarte de una herida.
Cuando me vi partir, pensé que no tendrías vida.
que historia te tocó, que ángel de amor te ha renacido.
Qué milagro se dio cuando el amor volvió a tu nido

¿qué puedo hacer? Quiero saber qué me atormenta en mi interior.
Si es el dolor que empieza a ser miedo a perder lo que se amó

COMO EL PRIMER DIA AlbertoCortez

Te sigo queriendo como el primer día,
con esta alegría con que voy viviendo.
Más que en el relevo de las cosas idas
en la expectativas de los logros nuevos.
Como el primer día de un sentir primero,
como el alfarero de mi fantasía.
Con la algarabía de un tamborilero
y el gemir austero de una letanía.
Como el primer día te sigo queriendo.

Te sigo queriendo, valga la osadía,
con la garantía de mis pobre sueños,
es decir, empeños porque todavía,
vive el alma mía de seguir creyendo.
Como el primer día, como el primer beso
y el primer exceso de melancolía.
Como la folía del primer intento,
como el argumento de una profecía.
Como el primer día te sigo queriendo.

Te sigo queriendo, si no lo diría,
sé que no podría con mis sentimientos,
lo que llevo adentro se convertiría
en una jauría de remordimientos.
Como el primer día eres el velero,
la estrella y el viento de mi travesía.
Mi filosofía, mi apasionamiento,
mi mejor acento, mi soberanía.
Como el primer día te sigo queriendo.

– ¿Cómo recuperás a un hijo? Acaba de encontrar a su mujer que le ha sido infiel con un cuñado destruyendo a tres familias,y para peor, con un embarazo
GL: si yo no entiendo mal, el cuñado tiene que ser el propio hijo
-Puede haber sido infiel no con el hermano de su esposo sino con el esposo de su hermana
GL: de todas maneras, siempre estamos dentro de este grupo familiar íntimo y eso agrava la situación
PF: yo primero quisiera decir o aclarar un poco que no es ‘para peor con un embarazo’. La vida es un don maravilloso de Dios y no sabemos cuántas cosas maravillosas puede traer Dios detrás de esa vida. Lo que está mal es la infidelidad, y mas en el caso de parientes cercanos. Eso produce daños muy grandes. Yo conozco varios casos en los que no ha sido irreparable, incluso para ese bebé que viene, que hay que recibirlo con amor, como un don de Dios, y que no experimente rechazo de nadie porque ahí le estamos influyendo negativamente. Entonces que quede bien claro que lo grave es la infidelidad, y a cualquier nivel. Incluso cuando se dan relaciones sexuales de cualquier forma, irresponsablemente. En cuanto a cómo restaurar, creo que hay que tomarse su tiempo, no querer arreglar todo de entrada, porque uno tiene que ir elaborando. Creo también que hay que ponerse en las manos de Dios. Creo que también hay que dejar que cada uno resuelva sus cosas como adulto, y no querer –por ser la madre- meterse en lo que tiene que resolver cada uno. Aunque uno le pueda dar un consejo, hay que respetar los tiempos de cada uno y no querer resolverle la vida.
GL: En tu experiencia, seguir conviviendo con alguien que ha clavado un puñal tan a fondo –en este caso, este señor convivir con la esposa que le ha sido infiel con su hermano-, ahí hay también una cosa muy dura que tiene que ver también con los vínculos familiares, y casi que estaría rozando el incesto…¡es algo muy turbio!
PF: aumenta el dolor de la herida, pero contra los hechos no valen los argumentos. Yo digo que se puede porque he conocido casos en que se ha podido. No digo que sea fácil. Y a veces también necesita acompañamiento espiritual y psicológico unos mas que otros, según sea lo que golpea en la historia de cada uno. Dar tiempo a que las personas puedan reconocer los errores. La ley del amor nos obliga a todos –no así la de la venganza, que no obliga a nadie-. El amor hacia el o los que se equivocan debe estar siempre.. No se ven todas las connotaciones, las circunstancias en este hecho concreto (porque sin duda la relación tiene que haber estado bastante deteriorada), pero no es tan aislado como uno pudiera pensar. Y yo veo entre quienes están conviviendo y han podido sanar estas cosas –porque además la misma sangre se lo exige: no puedo ni quiero estar mal con un hermano- al reconocer que todos hemos podido caer, y tampoco hemos cuidado demasiado la pareja. Entonces: no desesperar: se puede. Y recurrir siempre a la oración, a la comprensión, y no meterse en lo que tenga que resolver el otro
GL: Hablando del embarazo, en caso de que la infidelidad sea de la mujer, está como recordando todo el tiempo al herido, digamos al cónyuge ¿o no? ¿no es una presencia que abre una y otra vez la herida en los hechos que vos has acompañado ¿cómo resulta eso?
PF: yo he visto que marca tanto a la persona, que cuando lo descubre (después de años) –estamos hablando de una persona que descubre que su papá era su tío- tuvo momentos de llanto grande, un dolor muy grande, pero pudo perdonar a su hermana, ahora la quiere y ella se lleva mejor con él. Y ahora entiende por qué desde su adolescencia siempre le venían ideas suicidas: porque evidentemente no habrán querido, ni sus hermanas ni su mamá, tenerla por nada del mundo. Ahora ha logrado quererlas, y es un testimonio que me dejó por escrito. Esto muestra que es posible. Apostemos a la sanación con el perdón, a la misericordia de dios que es mas grande que nuestras debilidades e infidelidades. San Pablo nos recuerda que “donde abundó el pecado sobreabundó la gracia”
GL: en definitiva, es cuestión de fe. Es la fe la que nos va abriendo camino en lo que parece una jungla donde no hay salida
PF: y la humildad para reconocer errores y para pedir a Dios confiadamente. El nos va a sacar.
GL: pidamos a Dios esa gracia
Para tu amor lo tengo todo: desde mi sangre hasta la esencia de mi ser
Y para tu amor que es mi tesoro, tengo mi vida toda entera a tus pies
Y tengo también un corazón que se muere por dar amor
Y que no conoce el fin. Un corazón que late por vos
Para tu amor no hay despedidas. Para tu amor yo solo tengo eternidad
Y para tu amor que me ilumina tengo una luna, un arco iris y un clavel
Por eso yo te quiero tanto que no sé como explicar lo que siento
yo te quiero porque tu dolor es mi dolor y no hay dudas
yo te quiero con el alma y con el corazón te venero
hoy y siempre gracias te doy a ti mi amor por existir
Para tu amor lo tengo todo lo tengo todo y lo que no tengo también lo conseguiré
para tu amor que es mi tesoro tengo mi vida entera a tus pies
Y tengo también un corazón que se muere por dar amor
y que no conoce el fin un corazón que late por vos

GL: El padre hablaba recién de una ‘paz barata’; Paz barata porque a veces no nos peleamos, tampoco nos pedimos perdón, y la gracia de la sanación se va opacando. Por miedo o lo que fuera, no se pelean en su pareja, ni siquiera hay un roce. En realidad, por evitar la pelea estamos reduciendo la gracia de la sanación. Se puede decir, por lo que venimos hablando, que una característica del verdadero amor o del amor de Dios es que los novios o los cónyuges puedan pedirse perdón con facilidad, con gestos claros de reconciliación. Esa ‘paz barata’ ha quedado muy bien descripta en un tema musical. Lo vamos a escuchar para que si alguien ha caído en esa ‘paz de cementerio’ salga rápido de ahí y empiece a pelear lo mas pronto posible.

AÑOS
El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos.
El amor (dolor) no lo reflejo como ayer.
Y en cada conversación, cada beso, cada abrazo,
se impone siempre un pedazo de razón (temor).

Pasan los años y como cambia lo que siento,
lo que ayer era amor, se está volviendo otro sentimiento.
Porque años atrás, tomar tu mano, robarte un beso
sin forzar un momento, formaron parte de una verdad.

Vamos viviendo, viendo horas que van muriendo,
las viejas discusiones se van perdiendo entre las razones.
A todo dices que sí, a nada digo que no, para poder construir
la terrible armonía que pone viejos y viejos los corazones

PF: a veces ejercitamos LA TOLERANCIA. Y no parece que es lo mejor, pero no nos damos cuenta que cuando es una tolerancia sin atrevernos a manifestar todo lo que hay dentro de nosotros –obviamente, en el momento oportuno-, nos está haciendo daño. Y muchas veces entre los consejos que reciben los que se van a casar, está justamente ese: el de que hay que ser tolerantes. En la pareja hay que aprender a tolerar. Y yo digo: No. En la pareja hay que aprender a comunicarse. La tolerancia al principio parece buena, y después produce frutos muy negativos, sobre todo cuando uno explota por nada. Algunos suelen decirme ‘nosotros discutimos por tonteras’. Y yo digo: no. Por tonteras discuten los tontos, y ustedes no son tontos. Tal vez es que esa ‘tontera’ ha tocado tiempos largos de incomunicación y entonces es la última gota que hizo rebalsar el vaso. No pelean por tonteras, pelean por incomunicación. Entonces lo que proponemos es: la gracia de sanación está presente. Confiemos en ella y no nos neguemos a la comunicación. Y sí nos neguemos a la tolerancia. Que uno pueda esperar un poco y buscar el momento oportuno para plantear las cosas. A veces en lugar de hablado puede ser escrito para poder leerlo mas de una vez, y poder pensarlo, re-pensarlo. Y que se pueda decir con afecto aunque sea duro. Que sea dicho con ganas de mejorar en la relación, no con ganas de echar en cara al otro. Porque si estamos hablando de querer sanar, no podemos reprochar y hacernos las víctimas. Queremos buscar el bien de nuestra relación por encima de todo. Y entonces confiamos en el poder sanador y no nos guardamos las cosas y ponemos esa ‘paz barata’. A veces me suelen decir: ‘entre nosotros no hay ni un sí ni un no’. Yo pienso: debe ser que están muertos ya!

GL: ¿cómo se manifiesta esta gracia en el noviazgo?
PF: en el noviazgo pedirse perdón generalmente es más fácil que en el matrimonio. Parece que en el matrimonio ya se olvidaron de la palabra ‘perdoname’, y piensan ‘ya se le va a pasar’. Con esas formas de decir, no estamos confiando en la sanación.
La gracia de la sanación está fundamentalmente en que sientan la gracia de la libertad de conversar todos los temas. Que no haya temas que no se puedan hablar, por ejemplo, ‘mi familia, tu familia’ o ‘mis amigos , tus amigos’ o ‘mi deporte’ y ‘tus arreglos personales’, o ‘mi dinero y tu dinero’, o ‘mi creencia y la tuya’, o el tema de ‘los hijos’ que tantas veces causa dificultades. Es necesario en el noviazgo saber lo que piensa cada uno, y ver hasta dónde cada uno está dispuesto a aceptar cada cosa. Si en una pareja no pueden confiar el uno en el otro para hablar de todos los temas, no confían en el perdón. Y si cuando se han herido no se pueden pedir perdón no hay signos de que haya un amor verdadero
– Tengo una pareja maravillosa, pero tengo una gran debilidad. Siempre tengo que tener alguna amante, si no la tengo la ando buscando ¿qué puedo hacer? No quiero más esto para mi vida ni para ella.
PF: eso significa un descontrol sexual, que es fundamentalmente una enfermedad, porque sabe lo que quiere. Es cierto que en el hombre tenemos una diferencia con las mujeres y es la cantidad de canales de comunicación que hay en nuestro cerebro entre la parte que vibra frente a los afectos y la parte que vibra frente a los razonamientos. Las mujeres tienen mas canales de comunicación que los varones, por eso la mujer lo envuelve todo en lo afectivo, y los hombres podemos separar lo afectivo de lo racional. Pero eso no justifica. Si quiere vivir su matrimonio y ser fiel, tiene que hacerse tratar para ver por qué hay ese desorden, ese descontrol, que es muy probable que sea hereditario. Tal vez viene de una corriente machista en que hasta se veía bien, y entonces ahora uno llega a esta experiencia. Quiere a alguien y no puede controlarse. Máxime cuando no es que hay ‘otro afecto’, sino simplemente que ‘tiene que haber alguien’ no importa quien sea.
GL: Para avalar esto que dice el padre, hay un libro : “Secretos de diván” de Gabriel Rolón, un psicoanalista, donde cuenta historias clínicas donde él hace el proceso de descubrir la causa de estas enfermedades, y lo que aparece es justamente este perfil. Y lo que descubre es que esto viene de una herida de la infancia. Tal vez esto inspira también para hacer un proceso terapéutico, porque esto es un desorden. Otro libro de Gabriel Rolón se titula “8 relatos de vida”, y hay relatos de desórdenes sexuales que tal vez pueden disparar en ese oyente una introspección y preguntarse de dónde le viene ese desorden.
PF: otro librito que yo tengo para recomendar es “Música entre las sábanas”, de un psicólogo evangélico, Kevin……. No es que uno tenga que estar de acuerdo con todas las cosas que propone, pero ayuda muy bien a tener una sexualidad adecuada, vivirla como un don maravilloso de Dios, y no dejarse llevar por tantas cosas que hoy la sociedad tan sexualizada nos está promoviendo
– Cuando en una pelea matrimonial el marido es el ‘culpable’, es el que tiene que pedir perdón y no lo hace, jamás pide perdón ¿cómo se puede vivir así? Cuando yo me equivoco y pido perdón me dice ‘¿por qué no pensas antes de pedir perdón?’ Ni pide ni acepta el perdón.
GL: ¡qué orgullo!

Sueñas con un amor puro, sin condición
Fuerte, eterno como el sol con el que se dibuja una pasión…
Sueñas con un amor limpio, con devoción
Libre, sacar las alas del corazón Volar a dónde anida la pasión…

La pasión, es como un viento inquieto que se convertida en libertad
Es saber que hay alguien más que vive deseando poderte encontrar
Es viajar sin miedo entre las estrellas y la inmensidad
Es atravesar el fuego, caminar sobre las aguas Convertir un sueño en realidad…

La pasión es ésa fuerza inmensa que mueve a toda la creación
Es saber que alguien te está esperando más allá donde se oculta el sol
Es borrar por siempre de ti la palabra soledad
Son dos almas que se unen llegando así a la eternidad…

Nunca te faltará alguien en quien confiar, un ángel que de la mano te llevará
a descubrir un mundo de pasión…

La pasión, es como un viento inquieto que se convierte en libertad
Es saber que hay alguien más que vive deseando poderte encontrar
Es viajar sin miedo entre las estrellas y la inmensidad
Es atravesar el fuego, caminar sobre las aguas Convertir un sueño en realidad…

Vives con un amor fuerte y sin condición
Libre y ponerle alas al corazón. Volar a donde anida la pasión…
Shara Brightman

– Quiero saber cómo ayudar a mi esposo que es muy cerrado y la convivencia es muy difícil
PF: hay que fomentar la comunicación, incluso por escrito. Talvez la respuesta no es la que uno espera, pero yo he notado (en mi caso me pasaba con otros sacerdotes de la comunidad) que mejora la relación. Y de mi parte, al expresarme, mi objetivo era que al menos supieran con quién estaban viviendo. Yo tengo que tratar de poner el 100% en lo comunicativo como la mejor manera de que al otro le sea un poco más fácil salir de su aislamiento
– Yo soy hija de una infidelidad entre cuñados. Hoy tengo 52 años. Todavía duelen las heridas enredadas, pero con la ayuda de Dios tengo marido, hijos, y los amo mucho
PF: eso es un testimonio clarísimo de todo lo que estábamos diciendo.
– Tengo 52 años y desgano sexual desde la menopausia. Temo perder a mi esposo al que amo
PF: eso es tema de diálogo para la pareja. Tienen que dialogar ese temor y encontrar juntos cómo poder vivir ese don tan maravilloso que Dios les ha dado de la vida sexual en la pareja
– ¿cómo puedo llevar a mi marido a un retiro para matrimonios? El no quiere ir
PF: creo que las mujeres tienen sus habilidades para poder conquistar. Y también pídele a Dios, porque esto es una gracia. No se trata solo de que vaya sino de que sea un momento que marque un antes y un después en esa vida matrimonial
– No pude perdonar a mi marido que me abandonó porque yo fui infiel (y esa infidelidad está ligada a un abuso por parte de ella)Yo fui abandonada por mi marido por mi infidelidad. Después descubrí que había sido abusada y no lo puedo perdonar
PF: ese no poder perdonar es muy posible que esté ligado a un abandono, porque si yo tuve abandono después me cuesta mucho más perdonar un abandono. Parece un enredo en el que una cosa parece ser causa de la otra, y hay que salir de ese enredo tomando la decisión de perdonar, y pidiendo a Dios esa decisión de perdonar y esa fuerza paraqué pueda decidir perdonar, y pedir el perdón de mi error también. Y confiar en que la fuerza de Dios es mas grande que la debilidad humana
– Yo sufrí una infidelidad cuando estaba embarazada de 3 meses. Es una herida grande que llevo en mi corazón ya que en ese momento de tanta felicidad no había razón para que pasara
– ¿Hay reparación para un matrimonio cuyo cónyuge ha tenido relaciones homosexuales?
PF: una cosa es que haya tenido relaciones y crea que puede superar esa tendencia, y otra cosa es que crea que ya no va a poder superarlas. Una cosa es una ‘experiencia’ que a veces puede estar inducida por vacíos, por búsquedas desordenadas, y otra cosa es el descubrimiento de una ‘tendencia’ homosexual Si pueden superar esa tendencia pueden reconstruir la relación de pareja. Allí tendrían que trabajar juntos para ver la manera de ayudarse mutuamente. Y si ya la tenía antes del matrimonio y la ocultó, es motivo de nulidad de matrimonio.
GL: Hay también un ‘ministerio de la restauración’ que trabaja con homosexuales que logran revertir esa situación y formar un matrimonio heterosexual
– A veces no sabemos ni lo que queremos sanar. Es bueno rezar juntos
GL: está bueno esto, porque el Espíritu Santo sabe más que nosotros lo que tenemos que sanar
– Una mujer down violada por su padrastro queda embarazada. La jueza toma la decisión de impedir el aborto ¿cuál es su opinión al respecto?
PF: el dueño de la vida es Dios, no la jueza. Yo lo veo desde este punto de vista: los hombres hacemos las cosas mal –comoese padrastro que viola a esa niña down-. Pero Dios saca bien del mal, y esa vida tiene mucho por delante, y nosotros no podemos decidir sobre ella. Creo que lo que nos toca a nosotros es respetar y acompañar esa vida, y el misterio de Dios seguirá avanzando. Sí hay que ir denunciando y reprimiendo si es posible con leyes para que no se den estos casos tan tremendos. Pero no por eso lovamos a arreglar quitando otra vida inocente
PF: en la familia, lo más frágil es la pareja. Por eso es que hay que cuidarla ‘en seguida’, hay que cuidarla ‘mucho’

El Padre Brown, Sacerdote jesuita, ha escrito algo muy lindo titulado
“CUIDA A TU PAREJA”
“ Voy a decir algo que con seguridad va a molestar a muchos, pero que cuando se los explique les va a molestar más, y es que a veces cuidamos más lo que tenemos seguro, que lo inseguro.
Me explico: yo siempre digo, "no cuides tanto a tu familia, cuida a tu pareja" y la gente se sorprende por ello.
— "¿Pero cómo que no voy a cuidar mucho a mi familia? ¡Es mi familia!" —
Y no, tu familia, que es tu familia, está segura, es tu familia, nunca se pierde.
¿Ustedes han oído decir a alguien "por ahí va mi ex hijo, o mi ex padre"?
No, ¿verdad? Pero han oído mucho, "allí va mi ex pareja". Los padres, los hijos, los hermanos y la familia es lo más seguro que se tiene, no hay ex.
Ellos están ahí, y por muchos años que duren sin verse, por mucho tiempo que tarden en escribirse o en hablarse, ellos están siempre ahí.
Usted no puede decir "aquella señora que va pasando por allí fue mi madre por 35 años». Una madre siempre es madre, es segura.
Y es más, les voy a decir otra cosa, de todos los amores, que es tender lazos, de todos los puentes, el amor más débil que existe es el de pareja. En una pareja no hay nada. Por eso hay que darlo todo, para quedarse con algo.
Tener una pareja es como cuidar una flor.
Si una flor no se riega, se muere, y si se riega mucho, también. Hay que ser un artista para cuidar una flor.
Yo no sé cuidar flores, por eso soy cura. Por eso, el amor de padre, de madre y de hijo es como tener un «cují coriano», nadie los riega, pero está ahí.
Eso que llamamos amor eterno se da en papá, en mamá, en un hijo, y en los amigos, que también puede ser un amor eterno. Pero en una pareja es un amor diario, tiene que cuidarse todos los días.

Tengo un hermano en los Estados Unidos que se fue hace más de diez años y duré más de diez años sin hablarle. Nunca le llamé, y puedo decirlo que hasta por descuido. Siempre sabía de él por mamá, y cuando vino por primera vez desde que se había ido, lo fui a buscar al aeropuerto, y cuando nos vimos el abrazo fue tan fuerte que lloramos de emoción. Allí estábamos.
Pero vete de tu pareja diez años a ver qué encuentras. Eso es lo que dice que el amor de pareja es amor de todos los días. Yo puedo hablar con mi mamá cada semana, una vez a la semana, pero si tuviera pareja la estaría llamando a cada momento. Y no es que sea bueno o malo, es que el amor es así.
Por ejemplo, yo comparo el amor de aquellas parejas que por alguna circunstancia del destino tienen un hijo discapacitado. No es que no quieran a los otros, pero ellos están seguros. De aquél tienen que estar más pendientes, porque se puede caer, porque a lo mejor no come solo.
En cambio, los otros están y los quieren igual, y saben que están ahí.
Si tengo una pareja, ese es el amor discapacitado. De ese tengo que estar más pendiente porque necesita más.
El amor de madre es independiente, el amor de pareja es dependiente. Ella depende de mí y yo dependo de ella. Estamos unidos «hasta que la muerte nos separe», pero el amor que nos debemos es como el amor de un hijo discapacitado.
Quien tenga esa hermosa Flor, ya saben lo que tienen que hacer, regarla todos los días para que siempre este fresca y radiante y se mantenga ahí, hasta que Dios decida llevársela de este mundo, y los que no, no dejemos de tener Fe de que Dios nos regalará nuevamente una flor para nuestro Jardín. ”