Los Espartanos, un proyecto deportivo de inclusión

miércoles, 19 de octubre de 2016
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19/10/2016 – “Los Espartanos” es un proyecto que está llevando la práctica deportiva del rugby a las cárceles argentinas.

El equipo de rugby “Los Espartanos” está logrando en diversas cárceles de nuestro país que se reduzca el porcentaje de reincidencia en el delito entre los convictos que recuperan la libertad. Es el caso donde el deporte abre las puertas a la inclusión, a la libertad.

Para conocer más sobre “Los Espartanos” conversamos con Eduardo “Coco” Oderigo, entrenador de Los Espartanos.

¿Cómo y cuando comenzó el proyecto?

Todo comenzó en el año 2009, cuando un amigo llevó a Eduardo “Coco” Oderigo, abogado penalista y ex jugador de Rugby a visitar un penal de máxima seguridad en San Martín, en la provincia de Buenos Aires.

Coco nos contó que “de entrada no fue muy fácil, primero convencer a los del servicio penitenciario. El director de entonces nunca había jugado al rugby y lo que él veía era otra cosa: veía que se golpeaban, se pateaban, no entendía demasiado. Las personas detenidas tampoco habían jugado a este deporte así que era como una especie de ‘haber qué esto’ y esta incertidumbre de parte de de unos y otros no dejó actuar un martes. Les gustó, sobre todo el tema del tackle, algo que es parte de este deporte en donde le permite canalizar su violencia de manera lícita. Por lo general su violencia no era lícita y esto ayudó a enfocarlos en otra dimensión”.

Otra de las posibilidades que la práctica de este deporte les permite es poder trabajar en concreto el concepto de equipo, algo muy valioso para personas que están acostumbradas a sobrevivir, a cuidar los suyo, lo propio de que no le roben lo podo que tienen.

¿Por qué Espartanos?

Eduardo comentó que el primer día de entrenamiento fueron 10 reclusos, en el segundo asistieron 24 y uno de ellos le dijo “Nosotros somos los Espartanos”. Y cuando le preguntaron por qué, el hombre respondió “Porque yo veía todas las noches la película 300 y el espartano no tiene dolor, no tiene sufrimiento, por eso nosotros somos los Espartanos”. Así fue que decidieron que “a partir de ahí, son los Espartanos”.

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¿Qué significó en lo personal ésta experiencia?

“Principalmente me ha cambiado a mí, yo pensaba que íbamos a dar y recibíamos más de personas por las cuales nadie daba dos pesos. Nosotros nos íbamos cargados de cosas positivas, si ellos pueden mejorar ¿por qué no nosotros?. A la vez, el ver como semana a semana iban mejorando, iban cambiando sus caras, la rigidez de sus caras se iba aflojando. De entrada eran todos ‘inocentes’, a los meses, después entrar en confianza, eran todos culpables y reconocían sus errores, y empezaban a desandar ese camino de ser víctimas; dejaban de ser víctimas para ser protagonistas y en ese cambio se fueron generando cosas positivas en ellos que ni ellos mismos conocían”, nos compartió el entrenador.

Este años el proyecto se extendió a otros lugares, en otras unidades carcelarias, al respecto Oderigo comentó: “Nos ha superado totalmente, nosotros íbamos a tratar de entretener, de sacarlos un rato de esa vida y empezaron a ser la vida de ese rato, empezaron a pensar en un montón de valores, en cambios que se produjeron. Empezaron no solo a bajar el nivel de violencia interna sino que el nivel de reincidencia bajo notablemente. El promedio bajo de 65% a menos del 5%. Esto lograba que cuando salían en libertad querían empezar a trabajar, muchas empresas empezaron a  darle trabajo. Comenzó a formarse un circulo virtuoso. Apareció el ministerio de justicia, este año con un amigo Santiago Otamendi que dijo ‘vamos a hacerlo a otras cárceles’. Ahí comenzamos a viajar al interior, íbamos cada 15 días  un club de rugby a dar una charla, a buscar voluntarios. Al día siguiente íbamos a la cárcel del lugar a hacer una práctica y después nosotros nos volvíamos y seguían los del club de rugby enganchados. Lo hicimos en 8 provincias y el proyecto fue comenzando a tomar forma: Los empresarios se empiezan a animar. Unos lo hacen por un acto de altruismo y otros para que el día de mañana esta gente no salga a matar gente. Para cuidarnos en bueno que empecemos a pensar y actuar positivamente”

Cuando un Espartanos sale en libertad, sale la mejor versión de ellos mismos. Los Espartanos no solo entrenan y juegan al rugby, también ejercitan el espíritu: cada viernes rezan el rosario. Al salir siguen siendo acompañados por la fundación para poder reinsertarse en la sociedad, conseguir un trabajo.

“Su frase más importante, su mensaje, se los regaló el mismo Papa Francisco ‘En el arte de ascender lo importante no es no caer sino no permanecer caído’. Y ese ‘No permanecer caído’ es lo que ésta fundación quiere trasmitir a todas esas personas que creen que sus destino era ser un delincuente, terminar en la cárcel o muerto. Tiene otra posibilidad y esto se los dijo en la cara el Papa a 10 de ellos que viajaron a Roma el año pasado y a todos los que están detenidos: No permanecer caídos”, concluyó Coco.

Para conocer más de ellos podés encontrarlos en Facebook